19 junio, 2024

Sass Pordoi, Canazei, Dolomitas

  19 de junio de 2024

Sass Pordoi

Pared NW del Sass Pordoi y trazado de la Fedele, con la pared en óptimas condiciones.

La misma pared, como nos la encontramos a las 06:30 casi a pie de vía, hay bochorno, pero todavía no hace calor, y hoy, hará bastante, pero ya cae el agua practicamente por toda la vía, y las cascadas van en aumento.


Nos levantamos a las 05:00. Tras el desayuno de buffet libre en el hotel, nos vamos a la pared NW del Sass Pordoi, con intención de meternos en la vía Fedele / Dibona.



Aparcamos junto al sendero que asciende y nos aproxima a la pared, señalizado con marcas rojas y blancas. Conforme nos vamos acercando, vamos observando lo mojada que está la pared y como en apariencia el mojado va en aumento. Vemos la altísima cascada a la izquierda con más de 600 metros de caída vertical, y más a la derecha, otras 2 de menor caudal, y que vaporizan sus aguas antes de llegar a media pared, otra cascada parecida a las anteriores, empieza a vislumbrarse conforme nos acercamos al inmenso muro, sobre el cual, una vira con algo de nieve separa el siguiente muro de unos 300 metros de pared, del plató superior, que ayer vimos cubierto de nieve. Ayer hizo bastante calor, hoy parece que va a hacer mucho más, pues, a estas horas ya tenemos sensación de bochorno.

Tras unos 300 metros de desnivel, llegamos casi a pie de vía, miramos atentamente el recorrido, hay varios puntos del trazado que cruzan la gran chorrera negra por donde corre el agua, pero lo peor está casi en los largos finales, por donde cae una cascada, que a mi parecer va haciéndose más gruesa conforme pasa el tiempo desde que la he ido observando desde el inicio de la aproximación. Pinta muy mal.


Vemos que no está el tema para meterse ahí, y que Sylvia tenía buen juicio después de todo. Parados a pie de vía, hay mucha apatía, y no veo al grupo en conjunto, para meternos en ninguna vía de más de 4º y como mucho 400 metros, este muro es de 600 como mínimo, tengo reseñas de otras vías por el medio del mismo, de similar dificultad que la Fedele, las menciono, pero no insisto, aunque tengo las reseñas, entre ellas la Dibona que mucho más fácil, pero factible para no perder el día, no me apetece nada quedarme a dormir en la pared. Esta escalada es para ir 2 o 3, y muy rápido.

Ciavazes, cara SSE, al fondo a la izquierda, despuntan las torres de Sassolungo.

Ante nuestra indecisión, Elías lanza otras propuestas posibles en esta misma pared, aunque nos parecen bastante descabelladas, primero por la dificultad de las mismas, ya prácticamente fuera de presupuesto (aunque comenta que están con parabolts, pero ya sabemos que son de 4 a 7 parabolts por largo de 35 metros, en el mejor de los casos), descartamos las propuestas. La apatía, es general en todos menos en Elías. Al final, convenimos en acercarnos a la vertiente sur con el coche y hacer una de las cortas (+>400m.) más asequibles, concretamente la vía María, en la torre SSW del Pordoi, con la posibilidad de bajarnos después en telecabina, suponiendo que llegamos a tiempo para el último descenso a las 17:00.


Subimos al puerto del Paso de Pordoi. Vemos el tema, yo lo veo factible, muy lejos y alto, pero factible, Elías también, pero nuestros compañeros siguen apáticos y dudosos, alegando cualquier excusa, que si las horas, que si la nieve, que si patatín o patatán, …, sin ánimo alguno de hacer algo que no sea escalada deportiva, en el mejor de los casos..


Elías, aprovechando el silencio del escepticismo de esta abulia, lanza un ultimátum… - yo estoy dispuesto a subir… si alguien me acompaña..., instantáneamente contesto: - ¡Vamos!
Acto seguido, nos ponemos frenéticos a preparar el material para nuestra cordada, mientras nuestros nos compañeros nos miran y miran la pared reiteradamente sin apenas comentarios. Se quedan, y proponen acercarse al sector de largos de deportiva de Corvara.


Elías y yo, empezamos a caminar muy motivados, mientras subimos, charlamos y opinamos sobre
 posibilidades para escalar estos días.




Nos arreamos en menos de una hora el costerón de unos 700 metros de desnivel, por senda e interminable y cansina pedrera, hasta llegar con un calor sofocante a pie de vía. En esta, hay una cordada muy por arriba y otra que acaba de empezar, y a la derecha, otra cordada está terminando el 1er largo de otra vía que va por el centro del pilar, no esperábamos que fuera tan multitudinaria esta vía. Preparamos cosas y nos relajamos dando tiempo a que terminen el primer largo, para salir detrás. Aprovechamos la fresca brisa de altura para secarnos el sudor. Apenas nos hemos relajado y aún sin bajar pulsaciones, llega un guía con dos clientes y sin decir ni buenos días, se pone a prepararse prácticamente sobre nuestro equipo, vienen descansados, pues han subido con telecabina y llegan de bajada. 


Elías y yo, nos ponemos en nuestro sitio y comenzamos a encordarnos para que no se nos cuele. Pero sorprendentemente, el guía sigue su marcha y al ver que no puede pasar por delante, se mete por un lateral y arrea para arriba sin esperar ni al 2º de la cordada que está escalando, con el que cruzamos algunas palabras al respecto y acabamos haciendo amistad.

El guía sube por un costado del muro y se cruza a la vía a pocos metros, monta reunión sobre la de la cordada que le precede y hace subir a los clientes por un tramo inicial más difícil, donde ella se cae reiteradamente hasta que Elías le indica que suba un poco más a la derecha, cosa que ni agradece, y suben tras el 2º de la cordada que estaba antes, y menos mal, porque los clientes son además de egoístas y desaprensivos, unos patatas, y pronto empieza un bombardeo continuo de piedras, creo que tiraron hasta lo que no estaba suelto. Elías y yo, viendo esto nos retiramos a un lado y nos quedamos chapados, a ver quién se atreve a ir detrás de estos lerdos y el gran HP que los guía.

Al salir de la vertical, nos hemos situado a la derecha de la vía María, ahora ya perdiendo tiempo, pues hace casi una hora que hemos llegado. Elías ve un clavo en un diedro, por donde, mientras subíamos, habíamos visto que subía otra cordada, buscando croquis, vemos que es la vía Gross - Momoli al pilier SW del Pordoi, es más difícil que la anterior, también se ve otra roca y otro aspecto bastante más heavy gótico, la verdad que desde lejos recuerda la morfología y aspecto del conglomerado de Riglos, pero de cerca, en vez de cantos cementados, son tacos ensamblados. Al final decidimos tirarle por aquí con idea de empalmar con la vía María, más arriba y adelantar así a las 2 cordadas inmediatas.

Vía: Pilastro Gross – Momoli, 5+, 430m.

1er largo, 4+, 35m. Empiezo por una vertical y amplia canal, que a tramos forma diedro en ambos lados, a veces subiendo por el medio del muro otras por un diedro de un lado o del otro, con mucha atención a la roca, que presenta un aspecto cuarteado de tacos con predominancia de agarres planos y también de tanto en tanto, agujeros y buenos filos lajosos, tanto horizontales como verticales. La canal se va ensanchando hacia la izquierda, hasta formar un espolón hacia ese lado, aunque la fisura principal continúa por la derecha, formando una angosta y vertical chimenea en la parte superior donde se cierra completamente en una fisura desplomada. Me paso la reunión con idea de empalmar largos y hago un tramo en travesía diagonal a derecha, cuando llego bajo la chimenea llevo tanto roce que veo difícil seguir y monto reunión lazando una punta y con friends, justo al inicio de la chimenea.


2º largo, 4+, 30m. Sigue Elías, por la chimenea, a principio con mucho canto, hasta un ligero abombe donde la fisura de estrecha y las paredes son bastante más compactas y lisas. Pasos técnicos de gusaneo y oposición hasta llegar a un tramo donde la chimenea se cierra en una desplomada y fina fisura. Aquí, Elías se para y empieza a dudar, tras pasar cuerda en 2 clavos inmediatos que hay para proteger el paso, me comenta que lo ve muy duro, yo le recuerdo que la cordada anterior parecía que había salido de la chimenea por la derecha, mira y efectivamente, por la derecha no es más de 4+ con mucho canto. Muy contento, sale de la chimenea por la placa de la derecha y llega a una amplia repisa donde está la reunión.

Cuando llego a la reunión, paso por la repisa a la izquierda, para ver si hay continuidad o forma de enlazar con la vía María a esta altura, ya que casi estamos por encima de las cordadas que iban delante en esta otra vía, incluida la del Guía y sus dos patatas, que no han dejado de tirar piedras aún, y que nos hace un sorpresivo gesto frívolo y desdeñoso que pretende ser un saludo, ya que no una disculpa por habernos apedreado.

Se huele lo que queremos hacer, y lo veo estudiar nuestra situación con respecto a la suya y sus patatas, se inicia el pique.


3er largo, 5+, 45m. Vuelvo a la reunión, no veo salida por el lado izquierdo, así que me encaramo con un desplomado paso a un muro, y llego a un clavo alto por la derecha, aunque no consigo pasar la cuerda desde donde estoy, hasta pasar al otro lado, ya a toro pasado, con un acrobático paso para coger la fisura de la izquierda, por la que continúo tras meter algo para paliar el tembleque de tanto aire entre seguro y seguro, con esta roca y estos potenciales sartenazos. sigo por el centro del pilar, muy evidente y con ligera tendencia hacia la izquierda, encontrando de tanto en tanto algún rastro o cordino o clavo, hasta llegar a la reunión en un aéreo balcón donde hay lazado un gran bloque.


4º largo 5+, 40m. Sigue Elías hacia la izquierda en corta y fácil travesía hasta situarse debajo de una desplomada placa difícil de proteger, al final logra meter un friend y se da el paso, arriba hay un buen puente de roca, en seguida vuelve a seguir en travesía a izquierda, después otro tramo de muro vertical hasta un pequeño resalte que forma una repisa larga horizontal por debajo del siguiente muro de bañeras, donde se ubica la siguiente reunión.


5º y 6º largo 5+ / 4+, 30 y 25m. Salgo recto hacia un cordino, después tengo que bajar un poquito y continuar en travesía unos 8 metros hasta un clavo al final de la abombada placa. Tras pasar cuerda por el clavo y respirar de nuevo, paso un ligero abombe y continúo en diagonal a la derecha pasando algún otro pequeño abombe, estos tramos de muro son difíciles de proteger, no entra nada “a cañón”, es todo bastante precario. Hay que navegar, ponerse en modo “histórico”, y pensar, en como subieron aquellos míticos aventureros con cáñamo y cletas, mi más profundo respeto y reconocimiento. Aquí, no lo evidente es siempre lo correcto, es más lógico ir por donde hay mejores apoyos para pies, que fisuras para proteger, ellos llevaban maza y clavos siempre. Llego a la reunión y tras mirar hacia arriba, visualizando varias opciones de continuidad, decido andar un poco por la repisa que continúa hacia la derecha, efectivamente tras unos pasos de trepada en diagonal, encuentro otra reunión con una argolla. Aún no llevo más de 40 metros, y el siguiente tramo tras pasar un pronunciado desplome parece que acaba en una buena repisa, desde aquí puedo intuir varios puntos débiles en el desplome, aunque no veo nada que indique por cuál de ellos salir. Continúo hacia el desplome por la parte más evidente, con tanta bañera y zigzag llevo un roce de cuerdas tremendo, aun con las cintas desplegables. Llego penosamente bajo el desplome, donde una hendidura en rampa, forma una terrosa repisa, tras evaluar las posibilidades de salida del desplome y no pudiendo montar reunión donde estoy ni poner un triste seguro, decido seguir caminando hacia la derecha y de nuevo, acierto, encuentro la reunión en un puente de roca.


7º largo, 5+, 45m. Sigue Elías, por un difuso y corto diedro de bloques cuarteados hasta ponerse sobre un falso collado, desde el que sale a la derecha por una corta pero desplomada placa protegida con un clavo, tras unos momentos de infructuoso avance y estudio de posibles movimientos para salir, al final consigue leer y dar el paso no sin esfuerzo. Después se tumba y va buscando la parte izquierda del final del pilar, con tendencia a la arista. Tras pasar el tramo más alto visible, sale a una zona aterrazada donde confluye la vía María. Hemos adelantado al Guía y a las cordadas que iban delante, cuando llego yo a la reunión estamos escalonados todas las cordadas, menos una que ha quedado un largo por debajo en la vía María, tengo al guía y al primero de otra cordada por delante y a los segundos y patatas por detrás.


8º y 9º largo, 4+ y 4 –1º, 60m. me equipo rápidamente y subo casi corriendo este último muro, paso la reunión en una hendidura donde está asegura el primero de la cordada que inicialmente teníamos delante, y acometo el siguiente corto resalte empalmando largos, salgo a terreno pedregoso y tumbado y apuro cuerdas, situándome por delante del guía (que al verme pasar por su lado, vuelve a hacerme otra vez el característico gesto de seudo saludo con un movimiento de la cabeza y un comentario que no entiendo, y que devuelvo, acompañado de una blasfemia con improperios en tonos suaves y amables, a modo de comentario de respuesta, a lo que el individuo me sonríe con boca torcida), sólo tenemos ahora a uno por delante, Sube Elías, mientras tanto el guía ha tirado literalmente de la aprensiva mujer y del lerdo de su marido, que anda pisando las cuerdas de todos con los que se ha cruzado, incluidas las nuestras.


10º, 11º y 12º largo, 2º, 3+º y 3º, 130m. Cuando va a continuar Elías, sale raudo el guía por encima y arrastra literalmente a los clientes en cuerda corta y los ha hecho pasar en cuadriga por delante de Elías, que tiene que parar y esperar, pasándolos por una estrecha repisa y un muro final en travesía, con muchísima suerte para él y para sus clientes, de que estos no hallan resbalado o roto algo como acostumbran y hayan acabado en el precipicio los tres, puro pique, del que nos reímos Elías y yo. Monta reunión en el último resalte vertical aprovechando que tiene que esperar a que suban los clientes, y cuando llego apenas cambia la cesta salgo disparado por un lateral y vuelvo a adelantar a los clientes y llego donde está el guía, que esta vez, si que me parece que hay una cierta consideración en su gesto y me señala la argolla donde está asegurando a sus clientes, para que me asegure a ella, le doy las gracias y cuando llegan los clientes los pone en cuerda corta, se vuelve y se despide con un saludo de mano. Creo que al final, ha reconsiderado que merecemos un poco de respeto.

Cuando Sube Elías, sigue tal cual casi andando por la arista hacia la barrera de las instalaciones del telecabina, y modales delante, cuando llega a los cansados y patosos clientes, tiene la consideración de quedarse detrás y no adelantarlos y sube tras ellos leeentameente hasta la terraza.


Muy buena escalada, hemos empezado pasadas las 10:00 y a las 14:00 aproximadamente hemos llegado arriba, hemos ido bastante rápidos, y entre la altitud, y la graduación de estas clásicas vías de números romanos, ambos tenemos la sensación de haber hecho una exigente vía, sin embargo en el croquis no pasa de 5º.


Celebramos la escalada contemplando el impresionante paisaje, muy nevado desde esta altura, se me ralla el pensamiento y a los efectos de la cerveza, mientras fumo un cigarro, empiezo a recrear una Titanomaquia propia de la teogonía de Hesiodo, Marmolada con toda la ladera norte blanca de nieve como un recostado Cancerbero que oculta sus dentadas y espeluznantes fauces en la otra vertiente. La Tofana, como la cabeza de Atlas con un puntiagudo casco blanco. Sassolungo, como una espina dorsal de un morboso gigamegasaurus, quizás Briareo, uno de los cientibrazos que ayudaron a Zeus a conquistar el mundo de los Titánides. Ciavazes, como una colosal tortuga que asoma su cabeza en las Torres de Sella, o puede que la Esfinge o una prima…, que desparramo vertical de majestuosidad, con la risa eufórica de haber escalado aquí. Tras reponer la lorza con un típico dulce de manzana, sacamos ticket de bajada y nos ponemos en contacto con Joaquín, que es el que conduce y nos tiene que recoger. Bajamos disfrutando del paseo aéreo del telecabina, eufóricos y con la risa de la faena bien hecha, hoy entre unas cosas y otras, ya hemos andado demasiado.

Cuando llegamos, Joaquín está esperándonos, vamos a tomar otra cerveza con él y a ponerle los dientes largos. La verdad es que hemos disfrutado mucho con esta escalada, y sobre todo, hemos aprovechado un día que parecía perdido. Joaquín nos dice que no tengamos prisa, porque el resto del grupo se ha quedado durmiendo en el hotel.

Mientras charlamos, vemos llegar a la cordada del italiano y el belga que nos encontramos cuando hemos llegado a pie de vía hoy y que han sido amables, y con los que hemos compartido algunos comentarios sobre el proceder del guía y sobre escaladas por aquí, y a los que hemos hablado y recomendado que visiten Alicante, para disfrutar de roca caliente. Nos han hecho unas cuantas buenas fotos desde su vía y se las pasan a Elías, y él, les pasa el enlace a mi blog (Si por casualidad acaban leyendo esta entrada, gratos saludos y gracias por las fotos). Se despiden y nosotros nos vamos al hotel.

Después salimos a dar una vuelta y cenar en Ciavazes, disfrutando de su bonita arquitectura y del imponente ambiente que nos rodea a últimas horas de la tarde.

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