11 abril, 2021

Diedro Mediterráneo - Puig Campana - cara Oeste

 Vía: Ros Gregori (2 largos inicio) + Diedro Mediterráneo

1er ascenso por: Ramón P. y M. Pomares en junio del 2000



En principio, quedamos Elías y yo, para el sábado ir al peñón, pero el parte es de lluvia y me comenta la posibilidad de ir por la tarde a meternos a la aventura en una de las clásicas por recuperar del Rincón de Bonanza. Por aquí llueve todo el día, reviso el parte antes de llamarlo y veo que para el domingo se mantiene la situación, aunque la lluvia, se prevé a partir del mediodía.
Mientras tanto recibo un WhatsApp, con lugar y hora para el domingo, le comento lo de la lluvia y que convendría ir a un sector de deportiva, no me contesta.

El domingo nos encontramos a las 8:30, Elías, Joaquín y yo.  Elías comenta de ir al Puig Campana para hacer el Diedro Mediterráneo, por un momento se me pone cara de no haber entendido bien... pero viendo su convicción...intuyo la aventura y el fastuoso ambiente de la Oeste del Campana envuelto entre jirones de nubes y con las prisas de un inminente chaparrón... se gesta una aventura de las buenas.

Aparcamos en el puente del canal sobre la Font del Molí. El cielo está bastante cubierto de nubes, de momento altas y sin riesgo de tormenta inminente. Subimos por el PR que está totalmente embarrado y lleno de charcos. La humedad en el ambiente se respira, y se suda, los colores resaltan limpios e intensos tras la reciente lluvia, como dando el último retoque de limpieza a este imponente  dosel de roca, entre retazos de un quimérico velillo de niebla que pasa con tenue suavidad entre las paredes y agujas, prendiendo estas de banderolas ondulantes por una ligera brisa.
Pasamos bajo la aguja de Finestrat o de la Encantada, y seguimos, pasando también bajo la Fisura Neolítica, a continuación, una pequeña canal entre arbustos que asciende hacia la izquierda bajo el muro derecho de las paredes finales de este tramo SO. Trepamos por esta canal hasta situarnos en su filo izquierdo, y desde este, sobre una vira que continuamos hacia la izquierda hasta llegar junto a un pequeño contrafuerte-espolón donde en su lado derecho hay una flecha picada.


1er largo, 5º (delicado para empezar) y 2º largo 6a, en total 55m. Comienza Elías, trepando por la canal entre el muro y el contrafuerte, sobre este, se pasa una reunión y continúa por tramos de placa fisurada, hacia la mitad de largo, con una pequeña travesía en diagonal hacia derecha para pasar un ligero abombe donde se ubica el paso o uno de los pasos más finos de este largo,  para después continuar por placas fisuradas hasta la siguiente reunión un poco volandera e incómoda. En general buena y compacta roca, que nos hace entrar en ambiente. 




2º largo, 5º, 55m. hasta la campa (2 parabolts). Sigo yo por fisura y roca de buena calidad, con ligera tendencia hacia la izquierda al final de las placas, y después entre los resaltes finales y bloques antes de la campa, buscando la roca más limpia, dejo a uno y otro lado tentadores pinos para reunión, con la idea de apurar cuerda y ganar tiempo saliendo a terreno fácil. 
Estos largos creo que pertenecen a la vía Ros Gregori, de E. Gregori “Emo” y J. Ros abierta en diciembre de 1987. Aunque en algún otro croquis, podemos ver que estos largos se los atribuyen a la Dúo dinámico, pero consultando la guía de Carlos Tudela, verificamos que antes de esta última, estaba la Ros Gregori.

Ya en la campa, recogemos y nos ponemos las zapatillas, y entre bromas y anecdóticas historias del grupo y sobre todo de Joaquín y Elías en sus correrías por otros ambientes de sobrecogedora similitud con el momento, ya que empieza a oscurecerse el cielo, vamos ascendiendo sin parar de hablar pero con rapidez hasta llegar a la brecha del barranc del Infern, situada entre el final de la arista Pepsi y el muro Suroeste, justo bajo el comienzo del siguiente tramo.










3er largo, 6a (precario por bloques), 50m. hasta la base del gran diedro. Sigue Elías, desde el mismo collado de la brecha, sobre el compacto muro, con ligera tendencia a derecha, por un sistema de elegantes fisuras y buena roca en general hasta llegar a un diedro ciego, con algunos pianos que ya desde abajo se intuían desafinados, y que con mucho aplomo Elías va resolviendo en la ecuación de la gravedad, haciendo pasos de levitación por uno y otro lado, y añadiendo grado al largo, entre algún farfullo y letanía al respecto de los sonoros y volanderos bloques y lo gracioso que quedan los mosquetones de las cintas  trabados en palanca entre el esparrago del bolt y la inquietante anilla de ferretería que iremos encontrando de tanto en tanto, y va ascendiendo sin pausa hasta que llega al final, pasa una primera reunión y continúa hasta la base del gran diedro. Mientras tanto, el ambiente de agrisa y sopla un brisita que nos hace ponernos los impermeables. Buen largaco.




4º largo, 6a, 20m. (si se monta la incómoda y volandera reunión) y 6b+, 35m. hasta la siguiente reunión junto a una carrasca (incómoda y peligrosa para los de abajo) + 10m. ensamble (65m.). Continuo yo, por un sistema de fisuras que conducen directamente al diedro, sobre roca muy compacta, tras pasar algunos pasos más técnicos, ya en pleno diedro, llego a una reunión volada que está a la derecha del diedro, apenas a 20 metros de altura, el paso duro está por venir y esta reunión no tiene mucho sentido aquí, decido continuar con el ánimo y aprobación de mis compañeros, y continuo fisureando y disfrutando hasta llegar a un abombe donde la cosa se pone seria de verdad, veo fisuras a la derecha de la parte superior del abombe, y le tiro sin pensar, tras mucho esfuerzo y juego de pies y cadera consigo llegar a las fisuras de la derecha, pero son ciegas y romas y empiezo a avecinar la caída de un meteoro sobre un friend que dista mucho para mi gusto, al final gusaneo y empotro la cadera de tal forma que casi me puedo quedar sin manos para poder chapar un bolt  y coger unos cantos salvadores sobre el abombe, después de esto continuamos por sistema de diedros y fisuras con algunos pasetes atléticos y se sale del diedro de la parte superior por el lado derecho a una amplia canal, donde con 2 bolts en el muro de la derecha de la canal junto a una carrasca, está la incómoda reunión sobre una pedrera, donde sólo el acercarse a la misma implica la caída de piedras (y no pequeñas) sobre los compañeros de abajo, veo el asunto y decido pasármela y continuar hasta un punto más cómodo y sobre todo más seguro para mis compañeros, esto implica que de tanto tirar, Elías y Joaquín les toque salir en ensamble unos cuantos metros, pero conforme llego al siguiente bolt coloco la reunión y refuerzo la misma con un friend.

5º largo,  4+, 15m de transición desde donde yo me he quedado hasta una pequeña campa, donde a izquierda forma un pequeño anfiteatro contra una arista balo un muro y a la derecha está el tramo final de la arista de la vía Normal. Elías ve una reunión bajo la arista, a 20m en la izquierda  de la campa,  y otra reunión un poco a nuestra derecha. Monta en esta última, en la escala que nos proporciona el equívoco croquis que llevamos, la cosa no está clara, ya no nos salen las cuentas.



6º largo, 5+, 45m. Tras un breve debate y tras mirar todos el croquis, Joaquín dice que hay que ir a la otra reunión de la izquierda (tenía razón), yo no lo veo claro y Elías tampoco, la cosa apremia por que la lluvia es inminente, sin más y sin cambios de cuerda salgo por la supuesta original de imperativa lógica, recto por un diedro compacto sobre la reunión y después, con ligera tendencia a izquierda seguir por otro profundo y amplio diedro hasta acabar en el filo de la arista, pasando entre empotrados bloques, ya en la Normal, hasta llegar a una reunión de bolts, previa a la clásica montada sobre un puente de roca.

6º largo, 4+, 40m.  Continúa Joaquín, ya por el último contrafuerte del final de esta arista de la Normal, últimos pasos donde empiezan a caer gruesas gotas, de momento bastante dispersas. Un ruido sordo resuena lejano, Joaquín dice que es una moto, Elías que es un helicóptero, pero  para mi que son truenos. Ya en zona fácil, Joaquín monta reunión y cuando llegamos ya está lloviendo, nos ponemos los chubasqueros que guardamos mientras escalamos y empezamos a recoger material con cierta prisa.

Descendemos ya bajo la lluvia, aunque de momento no es intensa pero nos va calando y la roca pronto esta brillante y resbalosa, sobre todo en los pasos más sobados de los tramos de cables y cortos destrepes del descenso hacia el Carreró. Extremamos  precaución ante un posible resbalón y con tranquilidad y sin parar de hablar descendemos a la pedrera, la lluvia nos va dando alguna tregua con ligera llovizna, hasta llegar al aparcamiento.
Inmediatamente después de meter el material en el coche, empieza a llover de verdad. Llegamos al bar a tiempo de limpiar los restos de las últimas vituallas que el hostelero empezaba a retirar de las vitrinas.
Desde la terraza del bar, mientras no paramos de repetir... - Que día! , - Que buena escalada!, - Que pasote!,... entre estruendosos y frecuentes truenos, tragos de victoriosa cerveza y picoteo de hambre limpia-manteles, contemplamos el aguacero que por momentos arrecia y nos hace sentir cómplices de habernos zafado del mismísimo Zeus dios del rayo y la tormenta.
En definitiva...que día más bien aprovechado !!!
Gracias a Joaquín, por portear el agua y por las excelentes fotos que realizó con el móvil.
¡Atención a los bloques del 1er largo del Diedro Mediterráneo! (el que se inicia en la brecha del final de la arista Pepsi.
Comentar como observación, que en las anillas (ring de ferretería, con bolt), en muchos casos el espárrago sobresale mucho y esto hace que el mosquetón quede trabado y haciendo palanca, recomiendo reforzar con flotantes estos pasos asegurados con anillas de "estás".

Vía en general muy recomendable, y rápida de hacer para esta pared. Enhorabuena a los aperturistas.

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