31 julio, 2023

Macizo de Aneto, Gran Diedro Russell

 31-07-2023

Gran Diedro al pico Russell

30-07-2023

Tras la actividad de la cresta Salenques - Margalida, del día anterior, no hemos sufrido agujetas y no nos vemos muy cansados, además, hoy nos tomamos el día de descanso, y preparación logística en el refugio Cap de Llauset. 

Preparamos la proxima actividad, para escalar al día siguiente el Gran Diedro Russell, y subir al pico Russell, y desde aquí,  terminar la cresta hacia el NW de este pico, pasando por el Margalida y llegando hasta el pico Tempestades, por lo de no dejarnos la faena a medias. La idea es intentarlo, sin cansarnos mucho.




Aproximación: la haremos desde el refugio Cap de Llauset, por el GR11, hasta el collado de Vallibierna, y después, desde aquí, rodearemos la tuca Cap de llauset por la pedrera de la vertiente Oeste, para subir a la collada de los Bucardos (o Isards) y pasar, a continuación, rodeando por el Este, la tuca de la izquierda del mismo cordal, para acceder a la cresta y paso de Bouquetins, todo el conjunto de puntos y cotas descrito, es la prolongación de la punta Sur de Russell y su arista, hacia la collada de Vallibierna. De la última cresta (por el coll de Bouquetins), pasaremos a la vertiente Oeste tras una trepada fácil de acceso al collado, y un descenso por canal fácil (Hay que localizar los pasos naturales más obvios y fáciles, si hay exposición, es que no son los correctos). Desde esta cresta, se puede ver de frente mirando al pico Russel, el imponente muro donde se aprecia el Gran Diedro. Para llegar a pié de vía, tras descender por la canal desde la última cresta por el paso del coll de Bouquetins, habrá que cruzar un extenso y caótico campo de bloques, intentando no perder cota, subiendo suavemente y sin sobrepasar el pie de vía, para acceder a este por la derecha, donde una pequeña vira nos sitúa bajo el inicio del primer largo.

Regreso: Volveremos, desde donde lleguemos, por terreno conocido por las extensas campas de caos de bloques de la vertiente Sur del Tempestades - Margalida  - Russell, que se desparraman hacia Llosas, vadeando por la ladera, dirección SE, hacia los ibones de Vallibierna, a los que descenderemos por un difuminado SL que tomamos en la brecha o coll de Soler i Coll. Después por la parte izquierda del valle, dejando los ibones a la derecha, ascenderemos dirección E, paralelos al GR11, hasta enlazar con este en la parte superior  y subir al collado de Vallibierna, y tras pasar por este, descenderemos de nuevo al refugio Cap de Llauset.

Tras empacar las mochilas, con todo el equipo y material necesario para la actividad. Hablamos con el guarda del refugio, que ahora es otro, ya que se van turnando cada 15 días. Le comentamos lo que queremos hacer y la hora de salida, y le pedimos información sobre posibles rutas de acceso y descenso  y pormenores a tener en cuenta, nos informa muy bien, pero nos advierte varias veces que tendremos que ir "rapidito", y nos dice, que con lo que haya, cuando estemos por la cresta del Russell - Tempestades, le llamemos al Refugio para estar tranquilos todos.

Le comentamos al guarda, la movida del des-desayuno del día anterior, ya que tenemos lo justo para aguantar la jornada  y lo queremos reservar para recobrar fuerzas cuando haga falta durante la actividad. Nos dice que no hay problema y excusa levemente a su compañero.

Ese día, la muchedumbre que ha ido pasando por el refugio, ha cambiado, yéndo unos y viendo otros, por lo que en nuestra habitación ahora estamos José Manuel y yo, y 2 nuevos inquilinos a los que he tenido ocasión de ver, en un rato que he subido después de comer a pegar una cabezadita, ya que me caía de sueño. La impresión no fue nada buena. Cuando subí, uno de ellos ya estaba allí, durmiendo acostado con saco y todo, y mientras yo dormitaba, se estableció el otro, en una litera superior, al despertar, un hedor inundaba la habitación, saludé con un gesto y salí de allí sin respirar. Comentando de pasada el asunto a José y sin darle más importancia.

Tras cenar, nos vamos a la habitación, para intentar dormir lo que podamos y que no nos pase cómo la noche previa a Salenques. Cuando entramos a la habitación, un espeso y profundo hedor a muerto nos satura las fosas nasales, Sin poder hablar por no abrir la boca y vomitar, aguanto la respiración dando arcadas y sin respirar me desvisto para ponerme boca abajo con la cara inmersa en la almuada intentando filtrar el pútrido aire. José Manuel hace lo mismo, y a su vez, abre la ventana que ahora queda junto donde duerme, ya que esta mañana José ha cambiado nuestros lugares para quedarnos en las literas de abajo, menos mal. Otra noche de relojes blandos, pero esta vez, la pesadilla, no es el calor, es el pútrido hedor del animal que duerme en la litera superior, que además, se ha pasado las 6 horas que hemos estado en la habitación, tirándose sonoros pedos, si existe un infierno, esto debe algo parecido a la sala del escafismo.

31-07-2023

Suena el despertador a las 04:15. Pese a la noche de los muertos musicales, yo ni me entero, con la cabeza envuelta con la almohada, y el cansancio de antes de ayer, ha podido conmigo. José se despierta a la segunda vez que suena el despertador, y a su vez me despierta a mi. El haber abierto la ventana, nos ha dejado dormir un poco, sin tanto calor, y pese al asqueroso hedor del inquilino de la litera superior y a los tremendos y altisonantes ronquidos del de abajo, hemos dormido de puro cansancio. 

Salimos de la habitación raudos y en apnea, terminando de vestirme en el pasillo. Bajamos para desayunar y nos encontramos que hoy tenemos agua caliente, pan y unas rodajas de embutido, por lo demás, lo mismo que el otro día, una P. MIERDA, agua con café solubre, sin leche ni un triste zumo para remojar el pan semi tostado y más seco que la paja. José se prepara algo, yo tomo una de las 4 mini-madalenas que nos han dejado, me bebo el brebaje y tiro de tarrina monodosis de miel y mantequilla.

Al fondo el Vallibierna, en sombra, la aproximación desde el collado de Vallibierna por la ladera Oeste del Cap de Llauset

Salimos caminando a las 05:18, tomando el GR 11 y subiendo hasta la pared Sur del Russell según lo planificado y descrito al principio en la aproximación, sin más contratiempo, que, tras subir al coll de Bouquetins, el tener que descender y subir por el lado Oeste de la cresta,  varias veces, intentando localizar el paso seguro de bajada, a la campa del inmenso caos de bloques de la vertiente Oeste de esta cresta, donde hemos hecho una parada previa y aprovechado para dar una breve cabezadita de 15 minutos.

Vista desde el coll de Bouquetins, de la pared SE de la punta Sur del pico Russel, se puede intuir el diedro en la parte central, a la izquierda del triángulo. A la izquierda, al fondo se ve el Tempestades.


Gran Diedro al pico Russell, 5+, 210m.

Primera ascensión: Dani Vega y Luis Alfonso. en Julio de 2011

Localizamos la canal de bajada, mientras descendemos, oímos voces frente a nosotros, miramos y vemos a una pareja que acaba de llegar a la base de la pared y se sitúa bajo el Gran Diedro Russell.


Cuando llegamos a pie de vía, aun se están equipando, la chica se llama Olga, es de Lorca, el chico es extranjero y no recuerdo cómo se llama. José Manuel y yo, esperamos que suban, y mientras Olga empieza y va subiendo, estamos atentos a estos primeros pasos, intentando darle ánimos e indicaciones, ya que parece muy insegura. Cuando pasa la tensión del tramo de incertidumbre y canta reunión, hablando con su acompañante, nos comenta que ella hace 7c en deportiva, pero en pared aun no tiene mucha experiencia para navegar y poner seguros. Cosa que confirma José Manuel, cuando sube y localiza el bolt del trazado correcto por el 5+ que Olga se ha pasado sin darse cuenta, alargando la travesía de este primer largo, y pasando por la derecha del trazado original de la vía. Mientras tanto, perdemos más de una hora, esperando que salgan de la 1ª reunión.




1er largo, 50m. 5+. Empieza José Manuel. Sube por una seudo canal, hasta llegar a un gran bloque empotrado, lazado con un cordino. Pasa por la derecha en diagonal para tomar una estrecha vira-repisa, que sigue en travesía a derecha, hasta situarse bajo un corto diedro ligeramente desplomado en la salida. Mirando, localiza el Bolt, justo antes del diedro a la derecha, sube por placa fácil hasta el diedro y sigue un corto tramo por este, metiendo algunos friends pequeños, en el desplome, se sale a la placa de la derecha, donde rugosidades (setas), le permiten agarrarse y poner pies, aunque la salida se complica por que los cantos se hacen muy romos. Tras pasar monta la reunión un par de metro más arriba.

El granito, está muy limpio, tiene buen tacto y buena adherencia.




2º largo, 50m, 5º. Continúo yo, saliendo a la derecha para tomar la ancha fisura-canal del diedro, con un ligero desplome a pocos metros y después un tramo variado, hasta volverse a plantar con otro ligero abombe que da paso a un tramo de amplio diedro muy compacto, pero con buenos apoyos para manos y pies en ambos lados.

Vamos disfrutando cómo chiquillos en los columpios, de momento esta escalada , con este monumental ambiente, nos parece un regalo.


3er largo, 50m. 5º/+. Continúa José Manuel, por el amplio diedro, donde la fisura se convierte en una canal y ofrece pasos de chimenea, a medio largo unos bloques salientes configuran un tramo desplomado a la izquierda y ligeros abombes por la derecha. José, llega y mete abundantes seguros para pasar por la derecha con varios pasos bastante finos de pies. Continúa el diedro en la tónica general de seudo canal, hasta una repisa a izquierda donde monta reunión.


4º y 5º largo, (el croquis marca 30 y 40 m.) 60m, 4+/5º. Sigo yo, retomando la gran fisura y ascendiendo sonriente y gastando bromas, lo estamos pasando genial. Algún tramo se pone serio, con algún paso más fino de pies. Después llego a un enorme bloque empotrado que bloquea la fisura. Paso en travesía a la izquierda y sigo por placa tumbada de buenos cantos en regletas. Me salto la reunión que hay a mi izquierda en las primeras repisas y sigo en diagonal a la derecha, por los tramos de roca más limpios. ya que sobre el bloque empotrado hay un canchal de tierra y piedras sueltas y procuro ir quitando todo lo que veo que se pueda caer al toque de la cuerda y no pisar nada que pueda rodar hacia el diedro. La verdad, es que este último tramo, empalmando largos es muy peligroso para los que estén bajo en la reunión asegurando. Con mucho cuidado, subo en diagonal a la derecha, hasta la última reunión ya casi fuera de la pared, sin tirar nada.



Sube José Manuel, y cuando llega a la reunión, sigue sin parar por los últimos bloques más grandes para evitar ir pisando el canchal, fuera de la zona de exposición, monta una reunión, cuando llego yo, recogemos cuerdas y continuamos hasta el pico Russell, a 3.207 m.

Las reuniones están equipadas para rapelar, pero en caso de hacerlo, es importante hacer los 2 rapeles iniciales (30 + 30), para evitar que al recoger las cuerdas, estas nos causen un derrumbe, del que no podríamos escapar de ser apedreados una vez estemos en el diedro, ya que este actúa cómo una canal. Aún así, es importante tenerlo en cuenta, ya que por la gran fisura del diedro también hay alguna piedra suelta.


Cumbre del Russell, al fondo, tras José Manuel, la cresta de los Russell, Margalida a derecha y al fondo el Tempestades, detrás de este, el Aneto.
Nuestra idea, es seguir por la ancha cresta inicial de los Russell, hasta enlazar con la arista del Margalida al Tempestades, y subir a este. Tras comer y beber y descansar un rato en la cumbre, salimos caminando por el caos de bloques, pasamos la canal de ascenso/descenso al Russell, dejándola a nuestra izquierda, en la pared de la vertiente Sur.

Llegamos a un tramo de bajada, donde se estrecha la cresta, y descendemos pasando entre los bloques, sorteando pequeños resaltes y de momento sin exposición y sin tener que encordanos, en esa disposición y con pequeñas trepadas, llegamos a la gran brecha de la arista Russell. Aquí, un muro nos corta el paso, hay que rapelar, en un rápel con mucho roce en un saliente intermedio, o en 2 que es lo que nos parece más seguro. No vemos instalación ni cordino, pero hay varios bloques que se prestan cómo candidatos para cabecera.

Evaluamos el horario, son las 14:00 casi, en los rápeles, se nos van a ir 45 minutos, y después, tenemos un muro donde se ve un largo, aunque no parece difícil, se ve algún cordino, después, hay un tramo de cresta algo más afilada y otra brecha más pequeña, que no sabemos si la podremos destrepar desde este lado o tendremos que montar otro rápel. Tras la segunda brecha, hay un tramo de cresta fácil hasta el margalida, que ya conocemos, pues bajamos por ahí, cuando descendimos del Margalida a la campa de bloques de la base de la pared. Del Margalida al tempestades, es una aérea cresta fácil, y el muro del Tempestades es una trepada fácil con un larguito con algún paso de 4º.

Tal cual la descripción anterior, escalamos todo eso con la vista y la imaginación, y sin mucha duda, nos despedimos del Tempestades. Decidimos darnos la vuelta, desandando el tramo de cresta realizado, para ir a buscar la canal del ascenso/descenso normal al Russell, para conocer el paso.
Vista del Pico Russell, desde la campa al SW, a la derecha, podemos apreciar la Aguja Sur
La canal de ascenso normal o descenso, es la de la izquierda, un poco más al Oeste.


Ascenso / Descenso por la vira de la canal de la pared Sur del pico Russell

No tenemos intención ni ganas de pasar otra noche en el refugio Cap de Llauset, y queremos bajar hasta el coche, para llegar a una hora prudente y buscar alojamiento en el valle. Sin más, damos la vuelta y desandamos hasta localizar la canal correcta de descenso, está marcada con algunos mojones, OJO, hay otra canal muy cerca (unos 50m. más al Este), que es expuesta y requiere de pasos de escalada para poder enlazar con la vira de descenso, por debajo es pared, por lo que una caída o resbalón puede acabar en el precipicio.

Localizamos los mojones y descendemos por la pedrera de la canal, intentando no tirar nada, ligeros y fáciles destrepes nos sitúan en una repisa de la que parte una vira horizontal hacia el Oeste, sesgando toda la pared sin apenas ganar o perder altura, hasta llegar al final, donde con un corto y fácil destrepe bajamos a la campa de bloques.

Hace un sol inclemente, he olvidado traer una gorra y tengo la cabeza ardiendo, después tendría molestias de dolor de cabeza y malestar, aunque una vez en el coche con un analgésico antiinflamatorio común, se me pasaría. Pero ha sido un fallo, no contar con la importante insolación que hay en estas alturas, en un despejado día cómo hemos tenido hoy.

Descendemos por la campa, siguiendo los mojones que indican el camino hacia el valle de Llosas. Ya en el valle, tomamos una serie de pequeñas viras herbosas, en las que se ve algún mojón, para ir al collado por el que desciende un sendero marcado al inicio cómo SL, que desciende a los ibones de Vallibierna y conecta con el GR11. Después, por este, hasta el refugio y tras tomar una cerveza y recoger las cosas de la taquilla, nos despedimos del guarda y continuamos el descenso al valle de Arán.

Mapa con la ruta de aproximación (puntos lilas) y descenso (puntos verdes)


29 julio, 2023

Pirineos - Aneto, cresta Salenques - Margalida

 Cresta Salenques  - Margalida

29 - 07 - 2023

Ha pasado medio junio y todo julio sin nada de interés, apenas un par de salidas de escalada deportiva, con mucha desmotivación desde la ocasión perdida de escalar en la Dibona.

José manuel, mientras escalamos en deportiva en la Gachamiga el 16 de julio, me comenta que tiene unos días y quiere subir a Pirineos, El quiere hacer la cresta de Salenques - Tempestades, yo, más bien, quiero escalar, la cresta la veo cómo una tralla donde la aproximación y el regreso, es con diferencia, mucho más duro que la propia escalada, le propongo otras zonas. Pasa la siguiente semana sin poder salir a escalar por trabajo y compromisos, nos metemos en la seman del fin de julio y me llama para ver si vamos. Mientras tanto, he recopilado algo de información de la cresta, y de otros sitios, no lo tengo claro aún, pero lo de hacer un paréntesis y tomarme unos días me vendría bien, al final hablamos y concretamos para ir a Salenques... mientras me miro la pancha, que rebosa morbosa por encima del cinturón, ya es hora de ajustar talla.


Salimos de Elda, el 28 por la mañana,  y tras aparcar en el aparcamiento del embalse de Llauset, subimos al refugio guardado Cap de llauset. Por la tarde, hablamos con el guarda y le comentamos la idea que tenemos: Hacer la cresta del Salenques - Tempestades, subir la espalda de Aneto, el pico de Aneto y descender por el espolón NE y glaciar de Barrancs, hasta el coll de Salenques, para regresar al refugio por el GR11.5, por donde habríamos hecho la aproximación a la cresta. El guarda, no nos proporciona mucha información, al contrario, nos dice que es una brutalidad y que no tiene claro que se pueda hacer tal actividad en el día, que eso con nieve y esquies, quizás, pero en seco y saltando de bloque en bloque no lo ve, y en fin, aunque no nos quita el ánimo, tampoco nos da confianza y nos quedamos igual. Le comentamos de salir a las 05:00 y pedimos si nos pueden dejar por la noche el  desayuno preparado, ya que nos levantamos a las 04:15, a lo que aparentemente, no nos pone ninguna pega. El resto de la tarde, preparamos material y mochilas y nos vamos a dormir a las 10:30, o a intentarlo, ya que, a lo largo de la noche, van yendo y viniendo el resto de inquilinos y hace un calor insoportable,  paso las horas deseando que den las 04:15.
El refugio es muy moderno, está abarrotado de gente, con habitaciones de 6 plazas, con baño y ducha, pero hace un calor infernal si no se abren las ventanas. A nosotros nos tocan las literas altas y lejos de las ventanas, sin acceso a estas, no podemos abrir, y los de abajo, no perciben tanto calor, con lo que sufrimos una sauna nocturna, ambientada y orquestada con rica polifonía, en un pandemonium de ronquidos y clis palatales para marcar el ritmo, y las idas y venidas al baño con luces incluidas. Deseando que sea la hora, los minutos no pasan, se derriten lentos, quietos, cómo gurritones de cera que cuajan antes de llegar, resecando la garganta y sin dejarse contar. Doy una nueva interpretación a la obra "la persistencia de la memoria", de los relojes blandos de Salvador Dalí,  en lo que sería: "pastosa noche en duerme-vela".


29 de julio. Nos levantamos a las 4:15, con la sensación de no haber pegado ojo, aun me dice mi compañero que he estado roncando, cuando yo lo oía roncar a él,  en lo que ha sido, una de las noches refugieras más heavys que he onirizado en mi vida. Hacía tiempo que no vivía una tan estresante noche de refugio masificado.  Bajamos a desayunar. En el comedor, sólo estan las tarrinas de mermelada, mantequilla, galletas secas cómo cartón, no hay café, no hay leche, ni zumo, ni madalenas, ni pan, una grandísima MIERDA. A la luz de los frontales, nos comemos unos gofres que yo traía y un caldo de café soluble con agua fría. Salimos hechando pestes del refugio y del guarda, tomamos el GR.5 y arreamos para el coll de Salenques. Nos damos cuenta, de que este refugio, es para domingeros que no salen del mismo antes de las 9:00.

Al pasar por la zona de desague del ibón Cap de la Vall, ya clarea el día, vemos hacia el oeste, un importante muro de granito, donde me parece distinguir el Gran Diedro del Russell, aunque días después, me daría cuenta de que desde aquí no se puede ver, "el hambre, que sueña con bollos". Llegamos al Coll de Salenques tras 3 horas aproximadamente de pateo, con unos 600 metros de desnivel. Cansados, y con hambre, descansamos un buen rato, dando hasta una breve cabezadita.

Ibón de Barrancs


Tras la parte inicial de cresta, vira de aproximación a la Torre de Salenques - Pared Norte del Margalida

Tomamos la cresta desde el collado. Al subir, podemos ver todo el circo final del valle de Barrancs, la impresionante pared norte del Margalida, los no menos impresionantes contrafuertes de la espalda de Aneto y del Aneto, el espolón NE del  Aneto (por donde supuestamente bajaríamaos hacia el glaciar de Barrancs, en caso de llegar al pico del Aneto), unas vistas impresionantes. Localizamos la campa de aproximación a la cresta de Salenques por el lado norte, continuamos por esta discontínua vira y vamos subiendo en diagonal con pequeñas trepadas entre bloques, hasta llegar casi a la base de la Torre de Salenques.

Nos encordamos y comienzo yo, iniciando la escalada por el lado izquierdo del resalte inicial, para pasar al otro lado al pie de la Torre, empalmo largos y paso una travesía que me deja al otro lado de la torre en la parte norte, el roce es brutal, aunque he puesto apenas 3 seguros, subo tirando de las cuerdas cómo un buey, hasta que llego a la brecha y monto reunión, bajo el siguiente muro.


El siguiente tramo, es un largo clave de escalada por un plantado muro, con algún paso de 5+, donde hay algunos clavos, Sigue José Manuel, y pasa este resalte muy bien. 
Después continúo yo, con otro largo fácil, eludiendo los bloques de lo más afilado de la cresta, trepando por la vertiente norte. Después continuamos en ensamble y cuerda corta un largo trecho, con pequeños resaltes donde realizamos mini largos, hasta llegar a un tramo muy afilado de bloques, frente a la pared del Margalida.
Aquí, cometo el fallo de subirme mucho, trepando por una descompuesta canal de bloques en equilibrio, veo el terreno pisado pero al mismo tiempo no tengo claro que sea por aquí. Arriba, cuando sube José Manuel, me asomo a la cresta para seguir hasta la pared de enfrente y no lo veo claro, bloques cimeros en equilibrio y mucho patio, veo viras por la derecha pero ya están muy bajas y destrepar la canal descompuesta no lo veo viable. Al final tras discutir un momento y con prisas, pasamos a la vertiente sur de la cresta y vemos un cordino de un supuesto rápel a la izquierda en lo alto de un bloque. Recuerdo haber leído algo de un rápel cochambroso de 25 m. y tomo el lugar por el sitio del rápel, cometiendo el primer error por no consultar el croquis. Meto prisa a Jose, que tampoco lo ve claro, pero el tiempo se nos pasa. Lo descuelgo por un canchal suspendido, hasta la canal de enfrente, donde a la mitad, casi enfrente de nosotros, vemos una reunión con clavos y un cordino, esta reunión resulta ser el malentendido definitivo para el embarque. Después, bajo destrepando yo, asegurado por un cordino que ha puesto José lazando un gran bloque, la parte superior es un canchal de piedras y tierra, suspendido sobre la pared, y que se desmorona a cada paso y se hace muy precario el descenso, cuando llego al cordino, paso en travesía buscando la roca más sólida en la pared de la derecha, destrepando, asegurado con la cuerda pasada por un maillón en el cordino que abandonamos, hasta que llego donde está José. Aquí, continúo unos metros más, en travesía en descenso hasta que me coloco al pie de la vertical canal. Cuando estamos bajo, vemos asomar por el cordino del bloque superior (el supuesto rápel), a un guía con 2 clientes, nos avisa de que no vamos bien,  pero ya no hay remedio, subir por donde hemos bajado es inviable.
Embarque hasta el fondo con encallado incluido. Ahora, tenemos que hacer un largo de casi 50 metros, por una vertical canal de granito descompuesto, lleno de bloques sueltos y presas que se sueltan en las manos. Subo por la canal, eludiendo los bloques, con pasos finos de fisura y placa, y pasos atléticos en chimenea y ligeros deplomes, con algún pasito de precaria adherencia. Paso la reunión de clavos que veíamos, está con cordino y maillón, parece de un rápel de abandono o de alguna vía que viene de abajo al Margalida, me la paso y continúo la escalada. Cuando estoy casi arriba, bajo el filo de la cresta, ya en el lado de la pared del Margalida, pasa el guía, a un par de metros por encima de mi. Mientras yo monto la reunión para que suba José, me dice que nos hemos embarcado por lo peor y que buen largo me he pegado, por lo visto ya conoce el sitio, pero ya estamos de nuevo en la ruta, y que este tramo por donde ahora nos encontramos, se pasaba por el lado norte, por debajo a la derecha de los gendarmes de la afilada cresta. Me dá ánimo, comentando que lo que nos queda ya no tiene ninguna complicación y se despide, al poco, pasan, asegurados, su cliente y su clienta, que saludan sonrientes y dando ánimos, cómo si fueran de paseo dominical por el parque.
Tras subir a la reunión, sigue José Manuel, pasando un pequeño resalte vertical a derecha para colocarse sobre el filo de la pared del Margalida, y después, por terreno facíl entre bloques, hasta montar reunión unos 20 metros más arriba.
Ya en la pared Este del Margalida, localizo la ruta y continuamos en ensamble y cuerda corta. Hemos perdido de vista al grupo que nos precedía. Continuámos en diagonal por el lado izquierdo de la pared, siguiendo trazas de paso y, de tanto en tanto, vemos algún mojón, hasta llegar a la cima. 
Descendemos hacia el suroeste, donde, en un vivac entre rocas, han hecho una parada el guía y sus clientes. Cuando los alcanzamos, ellos se preparan para salir. Le preguntamos por la ruta restante hasta el Tempestades, y por la posibilidad de descenso hacia la pedrera sur de la cresta para tomar la ruta de regreso al refugio. Ellos se quedan a hacer vivac al pie de la cresta, bajo el Tempestades, a nosotros se nos ha ido el tiempo en el embarque, hemos perdido 2 horas, vemos el tramo de cresta y la subida al Tempestades desde donde estamos, supondría un mñinimo de 2 horas, el tiempo que hemos perdido, necesitamos parar y comer, se ha hecho muy tarde, yo estoy desmoralizado con el embarque. Estamos bastante cansados, y aun tenemos que volver al refugio de Llauset.
Tras un cambio de impresiones, y valorar nuestra situación, al final, a las 15:20 aproximadamente, decidimos retirarnos...
Destrepamos en dirección sureste, por la cresta de Russell, hasta llegar a la primera brecha. Aquí localizo en el lado sur, unas viras que descienden zizageando entre cortos resaltes y bloques, no se ve claro que descienda hasta la base de la pared, pero se ve muy pisado. Vamos descendiendo con cortos destrepes y sin dejar las trazas y en poco tiempo nos situamos en la campa final sobre la pedrera. Descendemos por esta y nos alejamos de la pared buscando un sitio donde parar y beber y comer, ya estamos estragados. Localizamos una plataforma donde se ubica un cómodo vivac, y paramos por fin a sentarnos y tomar algo.
Mientras tanto hemos visto pasar al guía y sus dos acompañantes el tramo de cresta fácil hasta el Tempestades, pero  aquí, han tomado una vira y se han bajado para buscar un sitio donde dormir, están apenas a 200 metros de nosotros. Le gritamos y le decimos que donde estamos, es un vivac cómodo, al poco viene el guía y tras verificarlo se trae a sus clientes. José Manuel y yo, terminamos de recoger el material, y nos despedimos del grupo, deseándoles buena escalada y buena noche de vivac, el tiempo está raro y para mañana dan rachas de viento que pueden ser bastante fuertes y molestas en la cresta y mucha nubosidad que puede complicar la visibilidad, pero el guía lo tiene claro.
descendemos por el caótico canchal que se derrama en toda esta vertiente hasta el valle de Vallibierna, saltando como cabras de bloque en bloque. 
Le comento a José, que debemos mantener la cota, para pasar por la cresta de Isard (prolongación de la cresta sur de Russell hasta una pequeña tuca. José no lo tiene claro y no hace más que repetirme de seguir los hitos que se van viendo en el descenso, le digo que estos conducen a Llosas, y nosotros debemos ir casi en dirección contraria para llegar a Llauset, el insiste. le enseño el mapa, le indico el sitio, al final, siguiendo los hitos descendemos demasiado, y acabo confundido con otro collado que el señala cómo el correcto, nos vamos para allá, tras hacer una corta subida pasamos a ora vertiente y nos enmarronamos de lleno en una escarpada laderasobre eçlos ibones de vallibierna, yo tardo en darme cuenta del error, retrocedemos y volvemos al pinto donde se ve la cresta por donde debiamos estar pasando en este momento, ahora hay que subir bastante, por bloques para localizar la canal que permite el paso al otro lado de la tuca. Discutimos. No nos queda agua, y sed nos queda mucha.
José Manuel, propone bajar a los ibines de Vallibierna y pernoctar en vivac, para mañana descender al refugio de Llauset. yo, ya no tengo ganas de nada, el embarque, el retraso, la bajada por los hitos, la ofuscación y de nuevo el error de no verificar la ruta, ya me han dejado que me da igual hacer vivac o seguir por el GR11 hasta que reventemos. Hemos vuelto a perder otra hora y media.
descendemos al collado de nuestra derecha, donod localizo un sendero en el mapa, para bajar al valle, lo localizamos, con marcas blanacay verde cómo un SL, que al poco de difumina en la hierba de la empinada ladera. Llegamos sobre el pequeño ibón superior. 
Se ven varios vivacs, uno de ellos desde la distancia, tiene muy buena pinta, pero no tengo ganas de que me despierten a media noche cuando apenas cierre los ojos y empiece a roncar, así que le digo a José que se vaya él al vivac y yo me quedo a dormir por el prado. Mientras tanto, localizamos un arroyo y bebemos y reponemos agua. Pasa el tiempo, mientras decidimos cansados y mirando al distante y empinado collado de Vallibierna, donde al otro lado está el refugio de Llauset. Estos lapsos de tiempo muerto, parece que nos vienen bien, pues recobramos ánimo y fuerza para retomar la actividad con renovado brío.


Al final, a las 20:30 pasadas, decidimos seguir, aunque llegemos a las tantas de la noche. Aun, perdemos un buen rato, mirando mapa y trayecto, comentando, que de haber seguido hasta el Tempestades, habría sido lo mismo en esfuerzo y tiempo, con los embarques realizados hasta el momento. Con el ánimo de androides en reserva, arreamos para el collado por las lomas que ascienden paralelas al GR11, con cierta sorpresa, la subida se hace rápida, cuando acaban estas lomas,señalizadas con algunos mojones, cruzamos a derecha por un caos de bloques en la vaguada y enlazamos con el GR11. El repecho final antes del collado de Vallibierna, sobre otro empinado caos de bloques, se hace duro, pero subimos, sin prisa pero sin pausa. Pasamos el collado y continuamos ya en descenso por el barranco, siguiendo con las últimas luces del crepúsculo las marcas del GR, pronto vemos el refugio, aunque se hace larguísimo el llegar por la multitud de zigzag del trazado final del sendero.
Acabamos la jornada con 19 horas de actividad, aunque con 2 embarques y 3 laaaaargas paradas en las que hemos perdido mucho tiempo dirimiendo y discutiendo sobre la ruta de regreso. Nos damos cuenta de que podiamos haber hecho el Tempestades y sin perder el tiempo que hemos perdido discutiendo y parando por puro desánimo, habríamos llegado al refugio antes de las 21:00. Hemos perdido una buena oportunidad.
Llegamos al refugio a las 22:00 aproximadamente, y nos llevamos la grata sorpresa de que nos preparan la cena, de momento con esto, no decimos nada del inexistente desayuno, agradecemos mucho la cena, aunque apenas nos dejan media hora antes de empezar a recoger y meternos prisa para salir, y pronto, nos vamos a la litera. Cuando llegamos a la habitación, han cambiado los inquilinos y lamentamos mucho el despertarlos, ya que nuestras literas están ocupadas de ropa y enseres que no son nuestros. Nos pregunatan algo, yo no oigo, y digo sin pensar, venimos del Aneto, acabamos de llegar, y me tumbo. El calor, de nuevo, es insoportable, esta vez me he subido una botella de agua, aunque apenas mitiga una terrible noche de angustia y asfixia, en la que los ruidos palatales, cuchicheos, ronquidos, idas y venidas al aseo, en una onírica algarabía saturnal, que más parece un aquelarre donde José y yo, nos freimos. En varias ocasiones, a lo largo de la noche, me incorporo y me quedo varios minutos, a punto de vestirme e irme a la calle a dormir, hasta que poco antes de amanecer, se levantan los inquilinos y José Manuel se baja y abre la ventana y podemos dormir un par de horas.

Al día siguiente, sin apenas agujetas, ni secuelas de la espantosa noche, pasamos una mañana de inactividad, mirando el ir y venir de la multitud y recabando información de zonas, vías y picos del entorno. Comentar, que aunque José Manuel, con esta, es la 3ª salida a tresmiles en 2 meses, ha pasado casi un més sin apenas continuidad, con alguna escalada en tapia por Alicante, y en mi caso, sin apenas actividad montañera ni escaladas de desgaste, desde acabar el curso de formación TD1 a primeros de abril. Mi entrenamiento es nulo, y me ha sorprendido seguir de una pieza tras la paliza del día anterior. Con estas consideraciones, valoramos la proxima actividad y nos decantamos por quedarnos otra noche y subir el Gran Diedro Russell, y al pico Russell, y desde aquí,  terminar la cresta de este pico, hasta el Tempestades, por lo de no dejarnos la faena a medias. Para volver después, por terreno conocido, hacia el GR11, y por este, de nuevo al refugio. Por la tarde, dejamos las mochilas y el material de escalada preparado para salir sin perder tiempo al día siguiente.