20 agosto, 2022

Puig Campana, cara oeste, Vía: Matar o morir

 20 de agosto del 2022

Vía: Matar o Morir, 7a (6b+/A2) 450m.

1er ascenso por: Miguel Ángel Benito, y colaboradores: Estebán, M. Martínez, Roque Bordallo, Toni Ruano y C. francés, en mayo de 2014.



José Manuel y yo habíamos quedado para ver de hacer alguna salidita este sábado, no sabíamos si podríamos ir a tapia o algún sector de deportiva cercano. El viernes por la tarde me dice de ir al Puig Campana a su cara oeste, para hacer la Pandemónium u otra de parecida talla, viene otro compañero, Beto (de Elda), que no ha hecho tapia nunca ni escalada de autoprotección, aunque tiene 8b en deportiva y le hace ilusión estrenarse en el Puig Campana. Yo la Pandemónium la veo un poco grande, es dura y muy larga, y requiere de mucho cacharreo y temple para pasar por sitios donde en algunos tramos, lo que hay es muy cutre, o está muy podrido y apenas permite añadir algún flotante para restar pánico, y cómo ya he hecho la Pandemónium le propongo otras supuestamente más asequibles y rápidas para hacer en cordada de 3. Entre las propuestas está esta vía, la Matar o morir, que parece muy equipada y rapidita y tiene muy buena pinta, y con esta nos quedamos como objetivo.

Llegamos un poco tarde al aparcamiento del helipuerto del Puig Campana, no hay nadie, parece que somos los únicos que se les ha ocurrido venir hoy a escalar. Arreglamos material y sobre las 8:45 iniciamos la aproximación hasta la pared. La temperatura es relativamente agradable pero la humedad la hace un tanto bochornosa y en la subida final a la pared vamos empapados y chorreando sudor.

Vamos bromeando como siempre, explicándo y dando premisas de atención y observación de las diferencias entre la escalada clasica y la deportiva, para ir metiendo en ambiente a Beto, de momento le hemos endosado las 2 cuerdas.

Pasamos por debajo del estético y majestuoso espolón de Finestrat y muro contiguo que forma la mole oeste de la impresionante arista de la Aristóteles - Pepsi, toda la pared está solitaria.  Pasamos por debajo de la fisura Neolítica y a continuación comenzamos la trepada de acceso al primer contrafuerte. Para ganar tiempo, continuamos por las herbosas canales y cortos tramos de trepada por donde discurre el tramo inicial de la Montesinos, hasta que llegamos a la gran campa de la oeste, que ascendemos a buen ritmo atravesándola en diagonal hasta llegar a pie de vía bajo la gran canal que forma un angosto y vertical barranco entre las inmensas moles de las torres de la vertiente oeste del Puig Campana. De aquí parten varias vías, como la Pandemónium, la Cholita y la Niño bravo. La Matar o morir, se introduce por la canal, buscando la roca más franca en el lado derecho de la canal, para llegar a la torre del fondo, por donde inicialmente traza un atípico recorrido aparentemente poco lógico, pero que se justifica con los sistemas de fisuras superiores, que ofrecen la escalada más tapiera, técnica y de calidad, de todo el trazado.

Todo este vasto y vertical entorno de afiladas agujas, torres y crestas, de formas y volúmenes caprichosos y desgarrados, apenas separados en su base por verticales barrancos, me hace contrastar una cierta similitud con la reciente experiencia en el Galayar en la sierra de Gredos, aunque aquí me resulta el ambiente más salvaje y variado, combinando espesas y angostas apreturas, con jardines colgantes, vistas al mar, y una roca muy variable y de complicada navegación, asediada por una agobiante presión demográfica y urbanística. 

Aprovechando la presencia de Beto, hacemos reparto de largos José Manuel y yo, y con la escusa de que tiene 8b y de que aquí la dificultad máxima es en la que él calienta para escalar en deportiva le asignamos los más duros. Beto no objeta y se muestra confiado, aparentemente esto le parece una excursión y poco más.



1er largo: 6a, 45m. Comienza José Manuel, pasando por la derecha de una característica cueva junto a la base de la pared izquierda. Vemos un bolt, y más abajo un mimetizado clavo. La roca tiene una pátina de polvo y broza, y una textura muy pulida, aunque hay muchos resaltes y agujeritos para pies, resulta resbalosa y genera mucha inquietud por la sensación de un resbalón inminente. José va ascendiendo con mucha precaución, protegiéndose los pasos  con los seguros que la roca le permite instalar. Poco antes de la reunión, el trazado obliga a ascender con algunos pasos de chimenea, en equis, sobre verticales concreciones estalacmíticas. La reunión está en medio de la chimenea.


2º largo: 5º+, 45m. Continúo yo, tomando la placa de la derecha, que va derivando conforme me alejo de la canal, en  un mosaico de fisurados  volúmenes  de cantos planos, en roca gris, que acaba en bloques más perfilados que delimitan el borde de un aéreo y herboso ensanche de la canal  que forma una selvática repisa, bajo una caída de 50m desde la impracticable canal "Vietnam". Cruzo la repisa en diagonal hacia la izquierda hasta llegar a la reunión sobre un bloque con un pequeño durillo en su borde.


3er largo: 6a+, 45m. Sigue Beto, pasando sobre la reunión hacia la izquierda, tomando una serie de finas placas con pasos puntuales  de 6a, con tramos de fisura y diedro a la derecha, aprovechando estas para autoprotección, siempre con tendencia hacia la izquierda en dirección a una destacada carrasca a la izquierda de un visible diedro oblicuo. En estos primeros largos, aunque apenas se nota una brisa, estamos en zona muy sombreada y la temperatura es muy agradable. Aquí Beto siguiendo pautas de colocación de seguros flotantes según le hemos ido explicando y ha podido observar en los largos anteriores, va colocando sus seguros en los tramos limpios y en general lo protege bien. Monta la reunión directamente en la carrasca.



4º largo: 6a+/, 30m. Continúa José Manuel, saliendo en una corta y terrosa travesía horizontal a izquierda, para tomar un vertical sistema de ancha fisura-diedro, que acaban formando un plantado diedro con ligero abombe antes de llegar a un visible desplome en una concavidad del marcado diedro superior, donde se ubica la reunión. Este largo nos parece ligeramente más fino que el anterior y bastante más físico.




5º largo: 6a/+, 40m. Sigo yo, saliendo de la reunión recto por una placa que forma el lado izquierdo del  gran diedro que asciende oblicuo, cuando llego a una zona más plantada donde se agrupan varios bloques de fea catadura, los evito en lo posible con varios cruces y continúo por un ligero desplome de roca muy meteorizada con muy buenos cantos y después por placa menos vertical, poco más arriba, José Manuel me comenta que el croquis marca una ligera travesía a la izquierda, pero desde donde estoy no tiene lógica, mirando más detenidamente visualizo unos bolts a 10 metros a mi izquierda en una placa que forma un diedro ciego  con el muro donde me encuentro. Me toca destrepar 8 - 10 metros hasta coger una serie de fáciles repisas que conducen al diedro del trazado de la vía. De haber seguido nos habriamos quedado separados del resto del muro en la torre de la derecha, ya que más arriba hay otra canal hacia la derecha que separa esta del muro del fondo. Tras el destrepe y la travesía, subo por el diedro ciego que forma la placa con pasos obligados de laterales planos y poca fisura, hasta llegar al borde de otra canal que se asciende hacia la derecha formando un barranco oculto. Me salto la reunión para ganar un poco de tiempo en cambios de cuerda y sigo por la espesa vegetación con tendencia a la derecha, siguiendo una cuerda fija, derrapando sobre la empinada pedrera, hasta que no queda cuerda y monto reunión en una carrasca que surge de la pared izquierda. Cuando llegan mis compañeros, ascienden unos metros más hasta llegar bajo los primeros seguros del siguiente largo. A todos nos parece este último largo más fácil que el anterior, dándole al anterior 6a+/ y a este, 6a/, y no 6b como indica el croquis.

Hasta aquí, la escalada ha sido bastante anodina, sin nada que destacar aparte de la sensación de estar ascendiendo un impresionante barranco con mucha vegetación y roca mediocre. Aunque aún así, el ambiente impresiona y la sensación de aventura es total. Vamos muy tranquilos, se han hecho las 16:00 y aún nos queda todo el tomate, lo anterior era sólo la lechuga de esta brutal ensalada de roca y finas hierbas donde abunda y destaca la ruda, que por suerte ya está bastante mustia.

Desde donde estamos nos llama la atención varios bolts muy distanciados entre ellos, que vemos entre la espesura de la canal, en la pared del otro lado de la misma, aparentemente no tienen continuidad hacia arriba, es como si fueran por la pared bordeando la canal y además se ven muy nuevas las chapas. Luego veriamos desde la 8ª reunión, otro bolt solitario en esa pared, justo enfrente, colocado en una placa naranja inverosímil, ya que las fisuras próximas son ciegas y  para acceder por debajo o por cualquier lado o seguir alguna dirección desde ese punto la autoprotección es practicamente imposible. Tampoco se ven señales de picadas de clavos u otros, nos resultan muy curiosos esos bolts dispersos en medio de la nada. 




6º largo: 6c/, 35m. Sigue Beto, tras estudiar la pared y hacerse una idea desde abajo de los pasos según ve los cantos. Beto sube con pasos estéticos y movimientos elegantes de deportiva, parando a darse aire mientras espolsa antebrazos y moja magnesio, mientras José y yo lo miramos con la boca abierta de admiración, nos va dando indicaciones de los cantos y movimientos, y con esta dinámica resuelve el largo hasta la primera cueva. El último paso le cuesta más, tanteando y probando posibles cantos y movimientos, hasta que lo resuelve no sin esfuerzo, con un canto un poco a la derecha en la placa, tras pasar el desplome inicial. Después, asciende José Manuel, metiendo la reductora con pasos en libre combinados con fuerza bruta sobre las cintas. Cómo quiero intentar encadenar, dejo bastante espacio entre nosotros antes de empezar a subir, por si tengo que pasar corriendo alguna sección. He intentado memorizar los pasos que ha hecho Beto pero lo mio dista de la elegancia y los movimientos estéticos,  es más frenético y espasmódico, con sucesivas apneas, jadeos y exclamaciones involuntarias que se me escapan conforme voy resolviendo pasos y voy tomando aire en los reposos activos donde hay buen canto y no desploma. Al final después de la primera cueva, está con diferencia, el paso más duro y más desplomado, ineludible, con canto pequeño que da la impresión de que vaya a petar,  y la salida "in extremis" y llena de broza que va cayendo de un antiguo y abandonado nido de rapaz grande, ubicado en la segunda cueva donde está la reunión. Me ensaño con los bordes romos y la broza,  hasta que consigo ver y coger el canto de la derecha en la placa  gracias la las indicaciones de mis animadores compañeros desde la reunión, y puedo pasar y llegar ya consumido a la reunión.




7º largo: 7a, 50m. Según lo estipulado en el reparto, este largo lo ha asumido Beto, por ser el chiquillo del grupo y además octavogradista consumado. Así que le pasamos todo el arsenal por lo que pueda encontrarse cuando se acaben los seguros fijos y le damos alguna instrucción para cuando monte la reunión, de cómo debe asegurarnos de tensos cuando subamos nosotros de segundos. Le  comentamos si quiere llevarse los ganchos, aunque los rechaza, nunca los ha usado y en teoría es un sólo paso de 7a con cierto aleje entre bolts pero para él eso no debería ser obstáculo. Por consideración, no lo cargamos con los friends más gordos.

Comienza saliendo por el lado derecho del cómodo nicho donde estamos, tomando distantes pero buenos cantos de buena roca que ha mejorado en calidad y adherencia notablemente respecto a los largos anteriores. Lo perdemos de vista de inmediato, pero lo oímos hacer algún comentario sobre cantos tipo laja, uno de los cuales se le rompe pero logra mantenerse con el pulgar en el resto del borde que ha quedado y todo queda en un susto. Conforme asciende, los comentarios van adquiriendo un tono más serio y empiezan a predominar las interjecciones y alguna declamación con mucha vehemencia y poca retórica, tales cómo: - ¡ostras!, esto es fino de cojones... o algo parecido a: - ¡joder...! la siguiente chapa está a cá dios!. En esta tesitura, José y yo lo vamos animando, diciéndole que cómo no encadene le toca pagar el aperitivo con bocadillo incluido. Beto va perdiendo velocidad conforme llega al paso clave, en este punto lo oímos de forma confusa, cómo si hablara para si. Parece que le resulta difícil de resolver y tras varios intentos acaba frito descansando de la cinta. Hace varios intentos infructuosos y mientras tanto la tarde se va llendo, tras un breve cambio de impresiones a voces, José lo descuelga hasta la reunión y yo me equipo tras un arreglo de cuerdas.

Salgo con la carica de ratón sin mirar a mis compañeros y no darles pena, pero cómo voy con la cuerda por arriba pasada por el último seguro al que ha llegado Beto, eso me inspira cierto ánimo, cuando empiezo a subir por el filo de la cueva y empiezo a coger distantes pero buenos cantos me voy animando más, es duro pero de tanto en tanto un buen canto y buenos apoyos para pies me dejan respirar, no obstante no puedo evitar exclamar repetidas veces que me recuperen y que me tensen la cuerda. Cuando llego al último seguro, hecho un vistazo y sin pensarlo me cuelgo de la cinta para estudiar el tema y darme un buen reposo. Aquí hay un paso de lectura difícil que confunde un poco y está más liso que el mármol hasta llegar a un tenue diedro ciego de romos tacos y escaso borde lateral. A gritos, Beto me indica unos cantos a la derecha que él ha tocado, lo intento por ahí pero me quedo cruzado en una postura imposible que me hace recular a la cinta. Busco y veo una primera gota de agua donde inserto un gancho, acero del mismo y me levanto para tocar algunos rebordes malos y una pequeña pestañita en el inicio del diedro ciego, parece útil pero falta algo para elevarse y hacer este canto escasamente bueno, mirando descubro por debajo un hueco romo muy a mi izquierda que me permite meter la punta del pie izquierdo y estabilizarme lo suficiente cómo para tirar acerando de la uña y cogiendo la pequeña pestaña para poder soltar la úña y llegar a una buena regleta de gotas de agua donde junto manos y retrepo patinando hasta coger el borde lateral del diedro y subir el pie izquierdo a mi mano izquierda que aún tengo en la regleta, reboto esta mano a otra regleta muy buena un poco más arriba a la izquierda y consigo enderezarme y subir también el pie derecho junto al izquierdo y plantarme debajo del siguiente bolt. Aquí un resquicio de fisura invertida me permite colocar un estimulante totem amarillo que me hace expirar en profundidad y vaciar la carbonilla que ya me estaba axfisiando. Me subo a la otra regleta usando los bordes del exiguo diedro y consigo llegar al bolt, del que me vuelvo a colgar para tranquilizarme y bajar las bombonas inflamadas que tengo cómo antebrazos. Tras unos cortos minutos salgo en libre con pasos aún muy duros, pero con mejores pies que abajo, con largas remadas voy subiendo adaptando los abdominales a los relieves de la roca tal culebrilla trepadora y cuando me quiero dar cuenta ya estoy fuera del placón, exultante y parlanchín cómo un periquito. Sigo por terreno fácil, pasando una insinuante encina que se presta a reunión, pero continúo un poco más por una serie de fisurados bloques hasta que veo la cómoda reunión sobre ellos.

Cuando suben mis compañeros les indico un poco los pasos y Beto resuelve sin problema pero no sin esfuerzo el paso, le había faltado descubrir el pie izquierdo en el romo agujero salvador para poder llegar a las regletas de gotas y se había fundido probando por la derecha. José se emplea a fondo gancheando y con un estribo y tras un buen rato de interjecciones y bufidos llegan a la reunión.




8º largo: 6c, 45m. Tras jocosos y exultantes comentarios cargados de adrenalina, sacamos croquis para verificar el susto que nos queda. Miro las caras de mis compañeros y la lectura me hace agachar la cabeza y equiparme con resignación, no se ven para tirarle al impresionante sistema de fisuras y diedros que tenemos encima, y se está haciendo muy tarde. José Manuel me promete que se hace él el ultimo largo, pero que ahora necesita reposo.

Salgo recto de la reunión, por una fisura seudo-diedro que desploma ligeramente, tras forcejear y pasar este atlético tramo continúo la perfecta fisura  que sigue hacia la izquierda, en seguida esta se planta y queda entre lisas placas con ligero abombe, al final voy resolviendo con empotramiento de puño, hombro y una salvaje bavaresa en adherencia hasta situarme bajo la desplomada, oblicua y ancha fisura  siguiente, aquí grapo en un bolt y veo que cómo no pueda meter nada en el fisurón tengo un sartenazo del 15 sobre los bloques en lo que me he subido. Me preparo artillería y salgo con arrojo de pirata con el cuchillo en la boca, no me queda otra, "Matar o morir", ahora veo el nombre. Aprovecho lo más fino de la fisura para colocar artillería menor y no gastar los gordos, previendo un brutal fisureo con un gran cañonazo. Llego al fisurón de canto semi-invertido plano y algo romo, torsionando el cuerpo y el alma, voy dando patadas en la lisa placa de la derecha cómo pretendiendo clavar el pié para obtener la preciada adherencia, a mitad del fisurón, me quedo en brutal oposición y meto el friend del 3,5 que llevo, de primeras se queda ladeado y con dos levas abiertas, la fisura es bastante ancha para este friend, lo ideal hubiera sido un 4, al final moviéndolo consigo ver las levas más o menos con cierta simetría aunque para mi gusto demasiado abiertas, pero es lo que hay y aquí no aguanto un segundo más, sigo en bestial bavaresa desplomada hasta subir los pies sobre una exigua bandeja de adherencia y enderezarme para tomar aire. Aún me queda un corto paso para llegar al siguiente seguro fijo, no me lo pienso y sigo en bavaresa con pies en adherencia, pero ya fuera de la zona desplomada, llego al bolt y me cuelgo con los brazos entumecidos. Tras espolsar brazos y recuperar el aliento y la circulación, sigo por la fisura, aún queda algún pasete tonto antes de llegar al final de este sistema de adosadas lajas que forma este impresionante espolón fisurado, sobre el cual está la cómoda reunión.

Llegan mis compañeros, con caras de cansancio y colorados del esfuerzo obligado de estos últimos largos.




9º largo: 6b+, 50m.  José Manuel, ateniéndose a su palabra, tras estudiar el tramo de pared visible, se equipa para hacer el siguiente largo, aunque con poca convicción. Empieza por una lisa placa de adherencia con un bolt, cogiendo unas ridículas ñapas para levantarse hasta unos cantos laterales y desde estos, aún en adherencia, llegar a otro bolt en la gran ceja desplomada. Aquí no hay que pensar mucho, la salida es bastante más de 6b y muy aleatoria la adherencia, y caes a repisa, ni las horas ni los ánimos están para tontadas de una lesión con lo bien que llevamos el día. José acera del primer bolt y forcejea desde un micro-friend para llegar al siguiente. Después cruza por debajo de la ceja hasta su extremo derecho, donde hay otro bolt, todo este tramo nos parece bastante más de 6b y aunque hay 3 bolts, la potencial caída desde cualquier punto, es muy fea.  Desde el extremo derecho de la ceja, José Manuel  sale recto por un sistema de fisuras ya más fáciles, progresando ya por fracturadas placas que se van aglomerando en bloques encajados conforme llega al filo de la arista.



Trepada final: 3+, 50m. Llegamos a la última reunión Beto y yo, y sin perder tiempo continuamos por la arista con fáciles trepadas sobre encajados bloques de abundante lapiaz, hasta que llegamos a una zona ya sin riesgo de caída al vacío, entre carrascas, en el filo de la cresta que continnúa ascendiendo con menos pendiente hasta llegar al Portell. Cuando llega José, nos ponemos las zapatillas y recogemos cuerda rápidamente, está obscureciendo y apenas nos quedan 30 minutos de luz. Sólo yo llevo frontal, así que vamos rapidito en busca del intrincado tramo de descenso entre resaltes de bloques para alcanzar a su vez la ruta de descenso normal para bajar al Carreró.

José Manuel conoce otra ruta de descenso más directa al Carreró, aunque con un rápel. Decidimos ir por esta ruta, para llegar lo antes posible a terreno seguro, aunque sea en la parte superior de la penosa pedrera del Carreró. Me consta que hay un sistema de rápel que desciende desde el Portell hacia la cara oeste y por unas zetas entre las campas de los contrafuertes se alcanza el sendero de acceso al Coll de Pouet, pero lo descartamos por que no son horas de ponerse a buscar ni investigar.

Pasamos el Portell y seguimos una serie de hitos que nos van conduciendo para evitar los resaltes rocosos por algunos cortos destrepes, con varias zetas, vamos descendiendo hasta que en un punto con vista al Carreró, distinguimos en la penumbra un arbolito de porte singular, una acacia, que José Manuel tenía cómo referencia de la ubicación del rápel. Descendemos entre los resaltes hasta que llegamos al rápel, que está debajo y a un lado de la acacia. Después del rápel continuamos por terreno muy pisado entre un bosquete de carrascas hasta que salimos al Carreró. Aquí comienza el tedioso descenso sobre piedra suelta y fija a la vez con empinados tramos de tierra, estamos en lo más alto de este gran corredor, un poco más abajo del collado del Bancal del Moro. Se hace eterno y al final voy buscando las zonas de roca suelta donde poder deslizarme y bajar más rápido. Tras algunos traspiés y alguna culada llego al final del Carreró, empapado en sudor como cuando subimos la aproximación a la pared oeste. Busco un sitio cómodo y me siento a esperar a mis compañeros que bajan con mucha precaución muy leentameeeente. Despues todos juntos descendemos por el sendero del kilómetro vertical hasta el puente junto a la Font del Moli. De aquí, José decide ir él sólo a por el coche que está en la curva del helipuerto de emergencia, mientras nosotros lo esperamos.

Bajamos al pueblo, la calle principal está abarrotada de gente, aunque la mayoría de bares están cerrando y no nos quieren servir, al final conseguimos sentarnos en una terraza, donde por lo menos, si nos ponen una frescas jarras de cerveza, y Beto se va a un puesto de feriantes y nos trae patatas y gusanitos. Al final han sido unas 16 horas de actividad NON STOP,  parece inaúdito tanto tiempo, pero apenas hemos parado.



La vía Matar o morir es diferente a los trazados más concurridos de la oeste del Puig Campana, la parte inicial desde la canal hasta la siguiente canal, tiene el corte clásico y vetusto de los trazados históricos de los primeros ascensos, con mucho ambiente entre los angostos estrechos y barrancos entre las inmensas torres y muros, y tupidos de agresiva vegetación en defensa de su territorio natural. La segunda parte desde la canal superior hasta el final en la cresta, es de corte mucho más deportivo combinando con  escalada clásica muy tapiera y con tramos de cierto compromiso.

Beto no puede comparar por que es su estreno en pared y en cacharreo, vaya estreno, no se esperaba esta actividad ni por asomo, pero fué él quien propuso el Puig Campana. Es una vía peculiar que da la impresión de haber sido diseñada y trazada para alcanzar exclusivamente el sistema de fisuras del penúltimo largo. No obstante nos ha parecido un viote con mucho más tute de lo que aparenta en sus poco más de 450 metros de recorrido, ojito, hay que llegar y después hacerla, y su caracter va "in crescendo" a medida que subimos.

Muy Recomendable para los que gustan de ambientazo salvaje y escalada de dificultad en terreno de aventura. 


15 agosto, 2022

Sierra de Gredos - El Torozo - Vía Gollum

 15 de agosto de 2022
Croquis de https://txastimendiak

Vía: Gollum, 6a+, 225m.
1ª ascención por G. Marínez y S. Hernández en 1984

Pasamos la noche junto al bar del Puerto del Pico. No resulta una noche muy placentera, aunque no hay escándalo y es una noche muy tranquila, cansados nos quedamos torrados pero José Manuel no me deja roncar al nivel de la actividad y me despierta varias veces para decírme que apague la orquesta, el también ronca, pero lo mio por lo visto es mucho más heavy, rallando en el thrash metal, creo que me faltó líquido en la cena. Como fuera hace bastante fresco y no son horas de ponerse a buscar un hueco, voy cambiando de postura y acabo desvelado viendo amanecer muy lentamente.
Desayunamos en el bar que acaban de abrirlo y sobre las 8:30 empezamos a prepararnos para subir al Torozo.
Tras una suave subida pasamos por el refugio de la majada del tio Manteca, la fuente está seca, el refugio está bien y bastante limpio, aunque tiene la puerta rota y el suelo es ideal para faquires de goma.
Pasamos por debajo de la Albujea alucinando con los trazados de lisa placa de adherencia que distinguimos por algunos bolts que vemos muy distanciados.
Tras pasar la canal de bajada del Torozo, no sin dar alguna vueltecita para arriba y para abajo en una base ambigua de empinados lanchones, tomamos otra canal oblicua y muy empinada que conduce a la parte media de la base de la pared del pico del Torozo.
Tras subir a pie de pared y rodear por la derecha un gran cancho, bajamos a una terracita. Localizamos la vía y los primeros largos, parece que esto va a ser una combinación de Galayos con Pedriza con cantos y fisuras bastante romas. El granito aquí parece que tiene un grano más gordo y los bordes de los cantos y fisuras están mucho más redondeados. 
Esto está super tranquilo, apenas nos hemos cruzado con algún senderista en el primer tramo del sendero y aquí no hay nadie.
Hacemos reparto de largos y empieza José Manuel.




1er largo, 5+, 55m. Empieza José cogiendo una ancha fisura de un bloque a la izquierda,  hacia un herboso sistema de fisuras irregulares entre lisas placas, tomando estas y ascendiendo ligeramente hacia la derecha, hasta llegar bajo un enorme desplome formado por un gran bloque. Aquí sigue por debajo del techo hacia la izquierda, para llegar a un pasillo entre este gran desplome y otro aun más grande que queda un poco más arriba a la izquierda. Para acceder al paso entre los desplomes hay que hacer un tramo de placa de adherencia donde al final del mismo y con mucho aire por debajo, hay un clavo. Después sigue por un evidente, fácil y gran diedro, hasta la reunión en una buena repisa bajo un pequeño contrafuerte debajo de una característica laja/pilar  rectangular con fisura en ambos lados, que nos ha facilitado ubicar el trazado de la vía.


2º largo, 6a, 30m. Salgo por la derecha para subir después hacia la izquierda a la repisa del contrafuerte y colocarme bajo la laja/pilar. Empiezo a hacer pasos de bavaresa sobre la fisura de la derecha, al poco de empezar me obliga a sacar pies a la placa y continuar con adherencia y algún empotramiento. Se acaba la laja y quedo en una inclinada repisa donde puedo descansar y tomar bastante aire para lo que me viene ahora. Sigo por una intermitente y fina fisura que voy protegiendo con pequeños friends que tengo que colocar dejando algún hueco para poder cogerme, con los pies por la placa casi siempre en adherencia o en algún pequeño resalte o grueso grano de granito, al final la fisura se va perdiendo y la placa de adherencia se hace un poco más vertical hasta llegar a una ceja donde hay un clavo. De la ceja hay que salir con romos laterales e invertidos y pies en adherencia a la vira de la izquierda donde está la reunión. Este largo ya me ha puesto las pilas.





3er largo, 5º, 35m. Sigue José Manuel, en diagonal a la derecha, navegando un poco para evitar marrones, ya que cada croquis marca un trazado. Va manteniendo una intermitente vira entre placas con tramos de placa fisurada o lajados cantos romos, hasta llegar a un evidente diedro que pasa por debajo y deja a su izquierda. Después continua ascendiendo por sistema de fisuras en suave diagonal a derecha, hasta una buena repisa donde está la reunión con bolts y argollas.





4º largo, 6a+, 40m. Miro el diedro y la verdad que hay tramos que se plantan más de lo que parecía, los veo muy verticales e incluso con algún desplome intermedio. En esta tesitura de roca y con la impresión de que aquí el grado apreta más que en Galayos, salgo no muy convencido pasando unos primeros tramos sobre bloques para situarme en la base del diedro. Empiezo el baile y voy resolviendo los pasos entre tramos de diedro donde puedo hacer una activa parada para ventilar y descargar, la euforia va en aumento y empiezo a parlotear mientras voy subiendo. Este largo está bastante equipado con clavos, en total 7 y un spit al final, pero hay que escalar e ir protegiendo porque los clavos en general están muy distantes. Al final del diedro, la fisura se hace mucho más fina y el muro bastante más vertical y aquí se me cambia el tomo de voz y dejo de parlotear. Desde el último reposo en una oblicua repisa, salgo en oposición con algún empotramiento de dedos pero se me hace muy duro y voy con la sicosis de que me voy a estampar en la repisa, cuando llego al spit, la fisura se acaba y me quedo bloqueado en el último resquicio de fisura, encima de mí un desplome y a mi izquierda sobre la placa se intuye un borde, pero aun está fuera de mi alcance, como voy torrado y no quiero darme el hostiazo, al final cojo la cinta y espanto a los demonios. Miro el tema y la verdad es que hay que leer muy bien estos pasos para poder salirse a la izquierda, tras la lectura hago el paso final no sin mucho esfuerzo. Casi me parece más duro y técnico que el 6b del diedro de la Ayuso - Espias.



5º largo, 5+, 30m. Sigue José. para empezar hay que coger una laja y para llegar hay que hacerlo en adherencia, despúes un corto tramo muy vertical donde hay un clavo, para salir bajo un gran bloque que desploma con una ancha fisura en romo diedro en su lado izquierdo, donde hay una piedra empotrada lazada con un cordino. La placa de la izquierda está lisa y el borde de la fisura es redondo como un balón, Al final José forcejeando y con ayuda de un friend logra subir pies y pasar arriba. continúa recto a lo que parece otro desplome con una fisura entre la ceja de la derecha y la placa de la izquierda. hay un clavo poco antes de llegar, el deplome lo pasa bien y me dice que el paso era el tramo de abajo, después continúa entre resaltes de bloques y placa hasta una buena repisa donde está la reunión.
Cuando subo yo, intento pasar empotrando brazo y hombro en el paso clave del primer desplome, pero me obliga a pegarme tanto a la placa de la izquierda y esta está tan lisa que patino cada vez que intento levantarme, si cojo la piedra empotrada aún es peor. al final no queda otra que sacar el culo para afuera, y subir en oposición cogiendo el basto y romo canto de la fisura, me parece bastante más de 5+, o es que la escalada de ayer nos ha dejado vacíos y flojetes.

Salida de la pared. 3º, 100m. Continúo yo con tendencia hacia la derecha, supuestamente para subir una trepada fácil de 45m. Salgo y antes de perderme comentamos procedimiento en caso de que no nos oigamos, cuando desaparezco me parece escuchar algo de ensamble. Voy subiendo por esta cuesta interminable con pequeños repechos de trepada y cuando se me acaba la cuerda me acuerdo del comentario de José del ensamble. espero un par de minutos y efectivamente, José se está moviendo. Continúo intentando mantener la cuerda tensa y poniendo algún seguro en los pasos más plantados hasta que llego a la cumbre.
Cuando llega José, me comenta que normalmente se baja destrepando hacia la canal por el lado oeste, pero que mejor hoy bajamos en rápel. Yo estoy de acuerdo, no vamos muy finos y ya hace mella el cansancio. Nos vamos en ligero descenso hacia el oeste de la cumbre rodeando grandes bloques hasta llegar al rapel de 30m. que nos deja en la canal.
Recogemos y bajamos rapiditos, en sol empieza a molestar, sobre todo cuando cesa el viento. Llegamos al coche y tras un lavado de cara rápido nos vamos a comer al bar del Puerto del Pico, donde comemos mejor, que no más, que ningún día.

He podido comprobar y me lo confirma José que es la 2ª o 3ª vez que viene, que el Torozo y sectores de aquí, es otra escalada difente de Galayos, casi que hay que escalar mucho en Galayos y en la Pedriza para moverte con cierta soltura por aquí, por que además y aunque parezca más tumbado, el grado apreta bastante más.

la vía nos ha gustado mcho, nos ha parecido muy buena y recomendable.




14 agosto, 2022

Sierra de Gredos - Galayos - Punta María Luisa (Oeste) - Vía: Diedro A.Ayuso - A.Espias

 14 de agosto de 2022

Diedro A. Ayuso y A. Espias, 1er ascenso en 1960.  6b, 140m.



Tras comentar la posibilidad de una posible salida exprés el sábado anterior, pasamos una semana de incertidumbre por saber al final donde tendremos buen tiempo para hacer una escalada exprés al fresquito, vamos descartando objetivos iniciales como la cresta de Salenques -Tempestades al Aneto, la norte del Veleta,... y nos vamos mentalizando de una sesión de granito en Gredos. Yo aquí he hecho sólo algunas escaladas en roca y en invernal en el Circo de Gredos y hace muchísimo tiempo estube en Galayos donde insistiendo mucho al final me acompañaron para hacer la Berroquera SE, la verdad es que hacía mucho calor aquella vez.

No vamos entrenados, pues acabamos de retomar el asunto agreste y nos sobran kilos y nos falta fuerza y fondo, pero por lo menos aun nos queda un poco de temple para asumir la dura aproximación y el susto en los pasos que nos tocará solventar, y que sin comentarios, asumimos.

José Manuel y yo, salimos para Gredos, el sábado por la tarde sobre las 16:30 aproximadamente. LLegamos a Arenas de San Pedro sobre las 21:30 y tras un buen rato para poder aparcar, vamos recorriendo las concurridas calles del pueblo en fiestas, las terrazas se desbordan de gente, invadiendo la calzada en un equilibrio entre máquinas y gentío en constante circulación. Al final encontramos donde poner el huevo y nos damos un castellano homenaje de bienvenida con viandas típicas y contemplación  de mocerío autóctono.

Salimos para Guisando bastante tarde y llegamos al aparcamiento de acceso a Galayos sobre la 01:00. Está muy concurrido, y acabamos aparcando cuesta abajo en una pendiente que nos hará pasar la noche con los pies para arriba y cierta sensación de agobio. A las tantas y pico siguen llegando más coches que descargan una vociferante y desagradable horda de borrachos sin modales, y así, entre sonoros ronquidos y y mundanales ruidos pasamos una nada romántica y corta noche de luna llena en este bonito y masificado lugar.

No madrugamos mucho, nos levantamos pasadas las 07:30, aun haciendo la digestión de la cena, desayunamos sobre todo líquido, seleccionamos material y nos equipamos, y poco antes de las 09:00 arreamos para arriba a buen ritmo y sin parar de hablar y bromear. A medio camino, nos cruzamos con una moza cual gacela montaráz, en camiseta "free-bra " y ceñido y mínimo culote, nos quedamos pasmados admirando lo bien hecha que está, y esto, nos termina de ajustar  la arritmia cardíaca al ritmo del jadeo del duro ascenso de aproximación.


Dejando a la izquierda el sendero de ascenso al refugio Victori, continuamos por la Apretura hasta pie de vía. Desde lejos vemos una cordada suspendida al final del gran diedro de la Ayuso-Espias, se ve impresionante y acojonante, más vertical de lo que creía. conforme nos acercamos, distinguimos otra cordada al inicio del gran diedro. Al llegar a pie de vía vemos que hay "cola" y tenemos otra cordada más por delante, otro grupo a pie de vía espera su turno desde hace una hora y media. - Ves? le digo a José, - si hubieramos madrugado estariamos aquí helados desde hace 2 horas, tras lo cual, empapados de sudor comienza a ocurrir.



Mientras las cabras montesas pasan parsimoniosas a nuestro lado ramoneando con disimulo, charlamos con ellos y vemos que son cosmopolitas de la península y hasta tenemos amigos comunes, entre ellos, un maño de Ainsa, nos pregunta si conocemos a Javi Palomares, y nos comenta que trabaja con su hermano Carlos en Pirineos, conocidos y vecinos de nuestro entorno con los que compartimos cuerda alguna vez.

Tras un buen rato de casi una hora, estudiando alternativas y temblando de frio, y ya, casi a punto de irnos a la Rivas - Acuña, el grupo de 3 que tenemos delante decide irse precisamente a esta vía. Nos arreglan el día y minutos después, sobre las 11:30, comenzamos a escalar tras hacer el sorteo de largos de siempre.

1er largo, 5, 30m. Empiezo yo, deseando calentarme pero con mucho recelo ante tanto liquen pegado a la roca que me hace dudar de mi adherencia, tras unos cortos resaltes sobre bloques me meto en una ancha fisura-canal que se amplía poco más arriba y continúo por la destacada y ancha fisura de la izquierda, donde al poco localizo un clavo. Voy entrando poco a poco en ambiente, fisureando en terreno cada vez más vertical. Buscando la reunión me salto una primera y cómoda repisa, después otra más pequeña y volandera y cuando llego a la tercera, que casi es un nicho y ya no tan cómoda, decido montar reunión con 3 friends, descartando una posible reunión montada (venimos mal acostumbrados de Levante). Mientras estoy montando reunión, pasa un grupo por la base y nos dicen que normalmente estos 2 largos iniciales se empalman, cosa que nos confirman que han hecho los de la cordada que tenemos por arriba, pero ya hemos hecho reparto de largos y yo tengo la reunión casi montada, así que lo dejamos cómo está y hacemos los 2 largos iniciales antes del gran diedro. Mientras tanto descubro que se me ha agujereado la suela del pie de gato y casi tengo que cantear con el dedo gordo tal cual, ya que tampoco parece que halla palmilla.



2º largo, 5+, 25m. Continúa José Manuel por la evidente y despejada fisura que ya perfila a ambos lados el gran diedro, y que asciende pasando poco antes de la reunión un pequeño resalte ligeramente desplomado. Unos metros más arriba sobre una pequeña y oblicua repisa con un clavo fijo y varios friends José monta la reunión. Cuando me pongo la mochila que se ha subido José Manuel, me sorprende su peso y volumen, y aunque de segundo, me tengo que esforzar para subir con una cadencia sin llegar a la insuficiencia respiratoria. Llego a la reunión y sobre nosotros se planta un enorme y perfecto diedro que me hace dar acelerones vocales con pequeños saltitos,  cómo si estuviera en la parrilla de salida del GP.






3er largo, 6b, 40m. Salgo parloteando para no oir mi pánico y llegar bien a los achiques, esto me ayuda a ir respirando y no subir en apnea, cómo acostumbro en estas visicitudes. Poco a poco el pánico va dando paso a una sensación de "granite pro", haciendo poses y movimientos de revista mientras la fisura del diedro se deja proteger muy bien y va animando a seguir encadenando. Al llegar al achique final, un tramo desplomado con fisura de yemas y/o roma con salida a la placa de la izquierda, a 300ppm y con los brazos y las gomas quemadas, rebufo y empiezo a echar humo por la junta de la culata, pero chapo en un un clavo y las palabras animadoras de mi compañero que me encienden recordandome a la apretada gacela del camino, y sigo apurando hasta que consigo pasar el último apretón y llegar eufórico a la reunión, en una plataforma inclinada a la izquierda del final del diedro, con los palieres esculados y echando espuma por la boca, pero que contento... ¡¡Olé, que buen estreno!!.



4º largo, 6a/, 25m. Sigue José Manuel, con un paso inicial a la izquierda para tomar un diedro inclinado que acaba en una una fisura vertical, para continuar por esta que a su vez acaba en un desplome a la derecha, formado por un enorme bloque empotrado en los flancos, que se evita por la izquierda, encuentra algún clavo que anima poco, pero se protege bien y va con la reductora superando los pasos clave de este largo hasta pasar el gran bloque y tras un corto tramo más de fisura por encima del bloque, se pasa en travesía a una repisa a la derecha, donde monta la reunión.


5º largo, 6a (muy raro), 20m. Continúo yo, ya saboreando la cima. Miro para arriba y veo unas moles que sobresalen y entre ellas forman un angosto embudo que te escupe al vacío, salgo escopetado, pensando que cómo es 5+ esto esta superado y estamos ya arriba. Tras pasar una serie de resaltes sobre bloques me meto debajo de esta rajada visera, un roñoso clavo invertido y un pequeño friend poco antes de llegar a la angosta raja es lo que hay. De primers me meto de lleno en la raja y tras unos movimientos de contorsionismo consigo sacar la cabeza y asomar a la parte superior, pero me quedo volado, sin manos y no se que tengo en los pies por que no me veo de hombros para abajo, reculo y se me empotra el casco, otra sesión de contorsionismo sobre el patio y con la sensación de que bajo tengo un cocodrilo esperando. Al final consigo recular hasta encajarme para recobrar aliento bajo la curiosa y puñetera visera. Busco la forma de convertir esto en 5+ y empiezo a dar vueltas bajo el desplome hasta que al final meto el hombro derecho cogiendo una seta de granito y dejándome caer hacia afuera de la raja, subo los pies en adherencia por la placa inclinada que no veo, hasta tener el cuerpo a una altura que me permite sacar el pie izquierda en adherencia a la parte izquierda de la visera y con ello alcanzar una gran pero roma teta a la que le pongo toda la fe de ratas que se pone en estos casos y me elevo con ese pie, esa roma mano y palmeando a mi espalda hasta poder enderezarme y coger un canto lateral un poco más arriba. Brutal el 5+. 
Para agilizar y tras haber cogido el canto bueno después de la visera, a José le he dejado una larga cinta lazada en un filo para poder quitarse la mochila y recogerla después. Continúo un corto tramo plantado que en seguida pasa a ser un tramo de cortos resaltes sobre bloques hasta la cima de la punta Maria Luisa.



Aqui tomamos un refrigerio y vemos la hora que tenemos, se ha hecho tardísimo, son las 16:00. Valoramos el continuar por la cresta hasta el Torréon para subir a este por la cara sur, donde hay gran concurrencia y están subiendo sin parar una cordada tras otra, amontonándose la gente en la aérea plataforma de la cumbre. Contamos que nos harían falta unas 4 horas más, más rapelar y después el descenso hasta el coche y vemos que llegariamos con suerte a este, entrando la noche. Al final, para poder escalar al día siguiente en el Torozo y no quedar hoy hechos unas piltrafillas, decidimos descender por el rápel de la canal hasta la Apretura y bajarnos al coche.

Tras rapelar en un único rápel de 60m, recoger las cuerdas que acaban enganchándose en los numerosos bloques que se prestan a ello en la profunda canal y tener que trepar y destrepar para soltarlas, recogemos material y a buen ritmo y con los pies ardiendo llegamos al coche sobre las 18:00, vemos que efectivamente podríamos haber seguido hasta el Torreón pero a costa de llegar de noche y refritos al coche, al día siguiente dudo que hubieramos podido escalar.


Acabamos en Cuevas del Valle, donde paramos a cenar tras darnos un chapuzón en la pileta de una fuente, el rio está muy seco y el agua corre entre los bloques casi sin llegar a verse. Después nos subimos a dormir al Puerto del Pico.

La vía del Diedro de A. Ayuso y A. Espias, es excepcional, muy recomendable. Grandes  estos pioneros aperturistas que han tenido el lujo y el valor con los escasos recursos de la época, de realizar innumerables primeras ascenciones en este fastuoso escenario de roca.