22 abril, 2023

Fisura Neolítica, Puig Campana

 22 de abril de 2023

Vía: Fisura Neolítica, 6b, 260m.

Entre semana, mientras tomamos un café, Elías me comenta  de salir este próximo fin de semana. al final de la misma, pasa por el grupo la foto del croquis de la vía Miguel Llorca, de la que le comento, que ya la hicimos hace unos años con Santi, aunque debe hacer mucho por que él no lo recuerda. Por otra parte, yo quería contar con José Manuel, y cómo también viene Joaquín ( el austríaco) pensamos en hacer 2 cordadas. El viernes por la tarde, me llama José y me dice que viene Peter con una amiga, Raquel, y que en este caso lo mejor es hacer 2 cordadas de 3, pero tanta gente en la misma vía no es viable, le propongo hacer una cordada en La M. Llorca y otra en la Fisura Neólitica. Ellos no conocen estas vías.

Le comento a grandes rasgos las generalidades y diferencias de ambas, lo que recuerdo. O sea, una es una fisura chimenea muy lógica, con cierto caracter gótico - vintage, para los apasionados del arte rupestre umbroso, de gran ambiente y patio, y de dificultad moderada y escaso equipamiento. La otra, predominantemente de placa, bastante estética y grado amable, mucho más equipada, recorre el muro gris hasta la campa sobre la aguja encantada, y después, con una fácil travesia de 2º,  empalma con los últimos largos de la Neolítica.

José, ve factible la idea, así que vamos 2 cordadas de 3, Elías, Joaquín y Peter a la Miguel Llorca, Raquel, José Manuel y yo, a la Neolítica.





Subimos todos juntos y nos agrupamos a pie de nuestros respectivos objetivos. Bajo la base del morboso diedro chimenea, tenemos un popurrí de equipamiento, a la izquierda un puente roca, original de la Neolítica, un metro a la derecha, en medio de una placa sin sentido, 2 parabolts que van a parar 8 metros más arriba a la Neolítica, y 3 metros más a la derecha, en la placa gris, un alto expansivo que no se si es un espit, y que creo que es de la variante Mecha-Pomares, a continuación 5 metros más a la derecha, la Vía Miguel Llorca, fácil de identificar por la ristra de cordinos lazados en puentes de roca. Esta vía se reparte en 3 largos por las placas grises hasta la campa y un largo de transición en fácil trepada en diagonal para enlazar con la parte final de la Neolítica, sumándolo todo serán 170m. en el croquis la M. Llorca, aparece cómo que tiene 450m., pero esto es sumando los 80 metros finales de la Neolítica y los 200 de la Pepsi.
Hacemos reparto de largos y a mi me toca empezar, Elías en su grupo, empieza también el primer largo de la Miguel Llorca.
Esta es la tercera vez que hago esta vía, la primera en los años 80 con Leandro, la segunda en los 90 con 2 compañeros que dejaron de escalar. Recuerdo poco material fijo, puentes de roca, y algún clavito y buril repartidos en los largos y las reuniones, que me suena que estaban equipadas a la antigua y que eran relativamente cómodas, que sorpresa nos aguarda.



Elías en el 1er largo de la M. Ll.


1er largo, 6a, 50m. Inicio la trepada hacia el puente roca, tengo cierta duda del estado de este cordino, pero no estoy cómodo para cambiarlo y sigo hasta cogerme a un buen agujero con el que intento salir de la plantada placa a la zona rojiza del desplome, pero apenas unas ñapas me dejan cogerme y con la certeza de que si resbalo, llegaré al suelo, destrepo un poco, y meto un friend gordo en el agujero, que ahora me impide cogerme a él, pero esto me da más tranquilidad, aunque me cuesta despegar y voy muy tenso hasta que llego frio y tembloroso al inicio del gran diedro chimenea,  después de tanto tiempo sin escalar en tapia, cuesta ponerse en ambiente.
Sigo por la fisura a tramos donde ofrece mejor apoyo y consistencia, alternando el canto del fisurón, con la placa de la derecha, hasta un lajoso puente roca lazado con cordinos y de los que parece que han rapelado, pues hay un maillón, daba la impresión desde abajo de que era la 1ª reunión, pero es volada, incómoda y da muy mala impresión, se ve todo muy precario, de hecho, al llegar Raquel después aquí, nos llevaríamos tod@s un buen susto.
Sigo por el fisurón, y salgo ligeramente a la izquierda de este, donde me encuentro con un bolt y después otro, que parecen que son de un duro trazado que se va a la izquierda por los desplomes naranjas,  a continuación llego al famoso bloque empotrado, donde supuestamente está la 1ª reunión, lazando el bloque con un cordino con llamativa flor incluida. Paso el bloque y a continuación viene una sección de chimenea estrecha con varios pasos bastante finos que consigo proteger más arriba con friend. Después se amplia el fisurón y da paso a una amplia oquedad donde desde abajo veía una argolla y creia que era la reunión. Cuando llego, veo que es un roñoso espit medio reventado que enseña las entrañas, me pongo a buscar cómo reforzar esto, hay unos grandes bloques temblorosos empotrados, que lazo para reforzar, luego en el interior a mi espalda veo un cascarilloso y mugriento buril, todo me parece muy precario, con los cordinos que llevo y la reunión voy equalizando en ristra todo y aun no tranquilo, desciendo un poco hacia la placa gris y encuentro un buen emplazamiento para el camalot Z lila. He perdido casi una hora en improvisar esta reunión, pero ahora me inspira más confianza, aunque sigue resultando bastante incómoda.
Mientras tanto los compañeros de la Miguel Llorca, todos ya en la 1ª reunión, ya han comenzado el 2º largo, Nos hacen algunas fotos y nos animan con lo que nos viene por arriba, que desde su perspectiva impone como un desplomado arquitrabe gótico con gárgolas incluidas.
Comienza de 2ª Raquel, que sube fluida hasta el puente roca, detrás a unos cuantos metros, le sigue José Manuel, en este punto, a Raquel se le van unas cuantas piedras acompañadas de sus papás, grita  piedra ,y por suerte, José está en ese momento en la parte baja del fisurón donde desploma, las piedras pasan rebotando a su derecha y por encima, mientras Raquel añade gritando que está aguantando un bloque con las piernas. José se esconde dentro de la parte desplomada de la fisura y cuando avisa de que está protegido, Raquel deja caer el bloque que retumba en el suelo y nos pone los pelos de punta. Tras verificar que todos estamos bien, empiezan las bromas y las risitas nerviosas. 



Joaquín en el 2º largo de la M. Ll.
En la1ª reunión de la Neolítica


2º largo, 5+, 30m. Sigue José Manuel, que mira para arriba, flexionando el cuello cómo 195º, hacia la lóbrega chimenea que se derrama incierta en el borde al vacío del primer y gran techo. En apariencia se ve llena de concreciones y estalatemas, pero no inspira confianza viendo el gruyere descompuesto que hay nada más empezar.

José, se asegura los primeros pasos con los roñosos seguros de la parte superior de la reunión y tanteando cual médico con estetoscopio, va subiendo cómo un hombre, al que le han dado la tarea de darle el jarabe para los nervios al toro.

Va subiendo rebuscando agujeritos para asegurarse, y se introduce en las fauces cariadas de Pyornkrachzark (o Comerrocas). Cuando llega a la zona profunda y tras unos seguros buenos puestos por debajo, los comentarios dan paso a brometas. Después me pregunta si tiene que seguir por dentro de la chimenea o por la placa de la derecha, yo no se si lo habré soñado, recuerdo haberme metido entre las paredes hasta salir ariiba del enorme espolón de la Neolítica, y le digo que siga por dentro de la cueva.

Tras un buen rato haciendo espeología, tras subir hasta el mismo techo de una carvernosa cueva que forma la chimenea del espolón, no encuentra salida, o por lo menos sin frontal, y me lo dice, yo, tras mediar unas disculpas escusadas en problemas de memoria relacionada con la edad, lo animo a probar con la placa de la derecha, y le toca destrepar para salir de la caverna. Al tomar la placa ve un buril bajo un gran techo, y más abajo un buen puente de roca, donde decide montar la reunión.

Al final, del puente de roca, reforzado con varios micro-friends, monta una volada e incomodísima reunión en medio de la placa, envueltos en grotescas moles de morbosa amplitud, con un imponente patio en la lucerna que tenemos a los pies de la mellada boca de la chimenea de la que casi hemos salido. 

Subimos Raquel y yo, con las mochilas, para no tener que quitarnos estas, vamos por el filo de la chimenea, unas veces con la espalda al vacío y otras al revés, según vamos encontrando cantos y pies para ascender en X. Pasamos por un gran nicho en el interior de la chimenea, donde hay un gran nido antiguo que albergaría en su momento algúna rapaz muy grande. A partir de aquí, la fisura es amplia y se adentra a la izquierda, obscura como una sima, con multitud de bloques empotrados y tramos de empinado suelo de tierra y piedras que se adentran y ascienden en completa obscuridad, me imagino a José Manuel, buscando la luz de la salida, trepando por su lóbrego y terroso interior,  ha tenido suerte de que no se han despertado los murciélagos, por que el suelo se ve lleno de guano, se habría llevado un susto añadido.

En la reunión, Raquel se queda debajo, aguantando el equilibrio en la única repisa disponible, yo y José, colgados 2 metros más arriba. Poco más arriba de la reunión, se ve otro buril podrido y en seguida la chimenea se cierra con un apabullante capitel que, literalmente, nos escupe con el gesto de una oquedad en medio del techo, cual boquita de piñon. Hacemos camibio de cuerdas y me preparo con cierto complejo de hueso de aceituna.

NOTA: Este largo es mucho mejor, continuarlo 15 metros, hasta la repisa que separa la aguja de la pared, ya fuera de la chimenea, las posibilidades de meter seguros y la comodidad del sitio lo hacen mucho más aconsejable.


Peter en el 3er largo de la M. Ll.

3er largo, 6a, 60m. Continúo, restrepando cómo puedo para pasar encima del puente de roca, alcanzo el buril y sigo por la placa hasta meterme debajo del techo, donde empiezo a hacer extrañas torsiones para reubicarme de nuevo en la placa, logro poner un seguro y con más confianza salgo por la derecha del techo, con mucho tiento con el crocanti de rocas de la salida, hasta que me posiciono fuera del techo tras pasar por el medio de una mata de ruda en plena floración, que trasplanto para evitar quemaduras a mis compeñer@s y sigo con pasos de amplia chimenea abierta y herbosa, unos 10 metros hasta llegar al punto donde el espolón se separa de la pared y forma una cómoda repisa, donde habría sido ideal montar la reunión anterior. Aquí supuestamente estaba la reunión, aunque de pasada, yo no veo nada,  les comunico que voy a continuar por la placa final, para apurar cuerda y ganar tiempo.

Sigo zizageando por la placa, buscando puntos donde meter seguros y evitando las zonas más delicadas y rotas. Este tramo es fácil, pero hay mucha piedra suelta que procuro no tocar, por arriba, ya se intuye la campa, a la que llego a una vira inferior con pinos, donde uno de estos lazado con múltiples cordinos y maillón de rápel, me ofrecen un buen y cómodo punto de reunión. Por fin me puedo quitar los pies de gato. 

No recordaba este tramo de vía tan exigente y tan escasamente equipado, sin reuniones, y con los pocos seguros fijos que hemos encontrado inservibles.



Peter empalmando los largos finales
Peter, Joaquín y Elías, últimos largos de la Neolítica

Nuestros compañeros de la Miguel Llorca, ya han iniciado los últimos largos de la Fisura Neolítica, ya que su vía confluye en esta. Está Peter dándole al 6b y le grito para darle ánimo y preguntarle que tal le va, él se vuelve tranquilo y me dice que bien, añadiendo un gesto con la mano de Ok, disfrutando.

Mientras llegan mis compañeros de cordada, Veo a Peter que se hace el largo y muy motivado, empalma con el siguiente, después suben de 2º Joaquín y Elías, y los oigo resoplar y exclamar cosas poco motivantes sobre sus antebrazos y gemelos.


4º largo, 3º, 35m. Continúan Raquel y José Manuel, de primeros, por este largo de transición de cortos paños de roca entre bloques y repisas, hasta llegar a la parte más llana de la campa, bajo la evidente fisura de continuación de la vía.

Nuestros compañeros de la Miguel Llorca, ya han desaparecido de nuestra vista, aunque aun los oímos por arriba, posiblemente preparándose para la cresta de la Pepsi.

5º largo, 6b/, 60m. Continúo yo, iniciando una trepada en una corta placa para seguir por un resalte vertical con un puente de roca, después una placa hasta los visibles bolts con que fué reequipado este tramo tras integrarlo a la Miguel Llorca. Recuerdo estos largos con uno o dos buriles y el resto limpio hasta arriba, y recuerdo haber pasado la primera vez sin friends, sólo con fisureros y algún tricamp.

Al llegar a los bolts, se inicia una fina travesía a la derecha, para tomar la evidente y roma fisura. Después seguimos por la placa de la derecha, sobre buenas pero distantes gotas de agua, apoyándonos puntalmente en la fisura para reforzar con algún seguro y en mi caso para encajar la cadera contra ella y darme algún aire de descanso en la mantenida y exigente placa.

Llego a una reunión, de la que se ve que han rapelado, es una reunión bastante incómoda y siguiendo el ejemplo de Peter, continúo para arriba. Este tramo es bastante menos exigente y es más fácil, apuro cuerdas y me quedo a pocos metros de la brecha. Salgo de la canal-diedro final hacia la derecha, donde localizo una reunión volada de 2 bolts, bastante incómoda habiendo aquí ya buenas repisas, no acabo de entender por qué está montada donde está.

Subén Raquel y José, los oigo rebufar en el tramo inferior, con algún efusivo comentario entre pasos exigentes.

Los compañeros de la M. Llorca, hace rato que no les oye.

6º largo, 5º, 25m. Continúa José Manuel, tras un rápido intercambio de cuerda, se introduce en la canal final que acaba en un desplomado y gran bloque, del que nos dice que se ve muy precario y que llevemos cuidado, pasa tras encomendarse a San Cabezabolo, intentando no tirar mucho del bloque y monta reunión en una cabecera de rápel ubicado en la misma brecha de la arista.

Sigue Raquel y detrás yo. Ella pasa bien el tramo y llega al bloque, que lo pasa aparentemente bien, no sin comentar que tiene que cogerse al bloque si o si, yo donde estoy no tengo donde esconderme, así que confío en que no pese mucho y que el bloque aguante.

Cuando llego yo, no se como situarme para acometer el paso final del bloque, intento evitarlo saliéndome al exterior, donde más desploma, tras un forcejeo inutil, acabo cogido de mala manera a la fisura del bloque, cómo no me veo los pies, me toca izarme a pulso restregándome entero sobre el bloque, tirando de la fisura y al final subiendome como una foca sobre el bloque, palmoteando y haciendo la croqueta. Mientras, mis compañeros se parten de risa, y yo confirmo que el bloque aguanta bien.

Montamos este rápel, hacia el barranco del Infern, el rápel acaba en un barranco previo separado por una arista del barraco principal, al  llegar abajo hay que descender un poco por el primer barranco para localizar un paso a la izquierda junto a un arbolillo, que rodea la arista y de aquí, bajar fácilmente al barranco principal, por donde se baja al sendero de la SO.

Nuestros compañeros han pasado por debajo de nosotros hace un rato, nos apresuramos a recoger cuerdas y descender a por unas merecidas cervezas.

Una hora más tarde, desde el bar, vemos como la meteo va cambiando por minutos, poco después empieza a tronar y a continuación se deja caer un chaparrón que oculta por completo la mole del Puig Campana. Cuando veniamos por la autovía, les comentaba a mis compañeros, que al Campana siempre hay que traer  chubasquero y frontal, y este cambio de la meteo en tan escaso tiempo, lo certifica.

La vía, pese a tener fama de sucia y rotica, es un viote, para los que gusten de paleo-aventura tectónica power metal gótico morcónico,  pocas chimeneas tan aéreas y largas tenemos por aquí. 

Al final, para Raquel ha sido una experiencia poco común, debutar en el Puig Campana con esta vía. Y todos contentos brindamos por estas experiencias.

Croquis de época

El Puig Campana a las 9 de la mañana