21 junio de 2024
Sass Ciampac
Vía: la Gran curva, 5º, 530m.
No madrugamos mucho, aunque yo a las 06:00 ya estoy levantado. Poco a poco va habiendo movimiento de tropa. A las 07:30 aproximadamente bajamos con el coche hasta Colsfosco, donde aparcamos el día anterior para ir al sector de deportiva. Elías comenta que quiere hacer, aunque sea andando, la ruta senderista de la vuelta al Ciampac, lo veo venir, y se confirma cuando coge arnés y casco y empieza a preparar material, me apunto y Joaquín también, parece que ya lo tenían hablado.
Nos despedimos y subimos a los remontes del puerto hacia el Oeste, donde aparcamos, entre un gran grupo de moteros. Volvemos un centenar de metros atrás mientras deportivos de alta gama van pasando por la carretera como si fueran los P. amos, cuanta pijería hay por aquí. Tomamos el sendero junto a los paneles informativos, en dirección ENE, de la subida normal a la cima del Ciampac, recorriendo este por su vertiente sur, y tras hacer cumbre, vuelve por los collados de la vertiente oeste pasando por el refugio/restaurante Edelweiss.
Está claro que nos vamos a meter en una de las clásicas de la pared sur del Ciampac, ahora falta decidir cual de las 2 escogemos, llevamos el tiempo apretado y vamos muy rápidos caminando. Disfrutamos de un paisaje espectacular y grandioso. Por el camino bromeando, vamos concretando vía, creo que todos tenemos claro que nos vamos a mojar, así que decidimos subir por la que aparenta más fácil, aunque es bastante más larga, para garantizarnos la salida por arriba aun lloviendo. Llegamos a una bifurcación del sendero, donde un ramal a derecha vuelve a bajar al valle. Seguimos un poco más por donde íbamos, hasta llegar a un prado que se escampa hacia la izquierda, en dirección a las paredes donde tenemos nuestra vía. Comenzamos a subir, sin prisa, pero sin pausa, hasta llegar a un nevero a pie de vía, embutido en un amplio canalón/barranco, donde, en el fondo, una tremenda chimenea inclinada hacia la derecha y formando un gigantesco arco, desde la base hasta el final del muro, define el inmenso espolón de nuestra vía. Pasamos entre la pared y el nevero, por el interior de la rimaya, hasta situarnos en un estrecho hueco en el inicio de la vía, por la pared de la derecha de la gran chimenea. Localizamos un viejo cordino a unos 10 metros, y otro más arriba, a la izquierda, casi en la chimenea, debajo de un grueso bloque empotrado, que forma un desplome.
Iniciamos la escalada rondando las 10:00.
1er largo, 4+, 30m. Empieza Elías, por placa de relieve romo y cantos pulidos por el hielo, llega al clavo con cordino y sigue en diagonal hacia la izquierda hasta el otro cordino. Después sigue recto y pasa por la derecha del desplome aprovechando la fisura que forma con la pared de la derecha, poco más arriba, está la reunión, donde hay muchos cordinos lazados con maillón de aparentes retiradas.
2º largo, 4º, 45m. Sigue Elías, hacia la derecha, en travesía muy fácil por repisa, hasta llegar a un sistema de grandes fisuras, poco antes de un amplio diedro. Sigue recto por el lado izquierdo y más evidente hasta salir sobre un primer espolón en este inmenso contrafuerte.
Ensamble, 2º y 3+,150m. Sigo yo, hacia la izquierda, por terreno muy fácil en gradas con pequeños resaltes y escalones. Cuando se empina, sigo con ligera tendencia a derecha, paralelo a la arista que se intuye a la derecha. Apuro cuerdas y continúo tras una breve pausa para que mis compañeros se preparen y puedan empezar a subir. Continúo escalando por lo más evidente, tramos de resaltes con placas tumbadas y diedros fáciles, hasta salír sobre la arista, por la que continúo hasta el siguiente muro. Sigo tirando como un tractor unos 20 metros más, y paro en una reunión con un cordino en puente de roca, bajo un plantado muro con un diedro a la derecha.
4º largo, 4º, 65m. Sigo yo, Cuando llegan mis compañeros, casi sin resuello, tras reubicar la reunión, salgo recto por el diedro y paso inmediatamente a la placa de la izquierda, haciendo una corta travesía y después continuando en diagonal evidente hasta el siguiente tramo de muro vertical, localizo varios clavos, uno a izquierda que cruza a la otra pared y otros 2, encima de mí en una zona de grandes desplomes, pero con posibilidad de escapes a la placa del muro de la izquierda, por donde continúa nuestra vía.
El tiempo se está amontonando, cada vez está más negro.
5º largo, 4+, 30m. Continúa Joaquín, recto por la hendidura seudo diedro de debajo del desplome. Antes de llegar a la zona naranja, pasa por encima de unos salientes en un tramo espectacular y aéreo a la parte de la izquierda, fuera de los desplomes más grandes y encuentra una reunión muy aérea pero cómoda.
6º largo, 4+, 35m. Continúa Joaquín, Al principio tira por la fisura desploma de encima, pero se ve muy duro, le indicamos que pruebe por la placa de la derecha. Efectivamente, por la placa es mucho más fácil y se progresa muy bien sobre buena roca. Continúa apurando el espolón hasta una zona aterrazada bajo un desplomado muro de placa.
7º largo, 6a, 30m. Sigo yo, recto a un cordino sobre un atlético desplome, sigo hacia arriba, pero pronto me doy cuenta que por aquí no es. Elías y Joaquín, neme indican que tengo que hacer travesía a la izquierda. Destrepo un poco y paso en travesía hasta situarme en un romo filo donde poco más arriba se ve una fisura. Continúo recto a la fisura, desploma un poco y la exposición es tremenda, consigo poner un buen friend en el paso más duro de la salida de la fisura. La vía, va por debajo alargando la travesía hasta casi la chimenea, yo he salido muy pronto recto para arriba, menudo paso. Sigo por placa y llego a una buena repisa donde hay un clavo, me quedo con la duda de que sea la reunión, pero miro hacia la chimenea y veo posibilidades de apurar más cuerda para ganar tiempo. Salgo a una plataforma inclinada y me encaramo al muro junto a la chimenea, entrando a un hueco sobre una plataforma bajo un vertical y amplio diedro. Están cayendo gotas acompañadas de rachas de viento, de momento no arranca a llover de verdad, pero nos están saltando todas las alarmas, el temporal se ha adelantado más de 2 horas.
8 y 9 largo, 5+, 50m. Sigo yo, por el vertical diedro, con algún paso ligeramente desplomado y muy atlético, salgo a una zona que se ensancha, encima de mí tengo un muro de placa que desploma cada vez más de forma progresiva, a mi izquierda continúan una serie de fisuras diedro romos que se adentran en la obscuridad tenebrosa de la profunda chimenea, sigue lloviendo, aunque sin intensidad, por momentos parece que va a apretar. Muy tímidamente, pregunto a mis compañeros por donde seguir, (aunque ya se por donde de antemano, pero es tan repelente que busco otra posibilidad), por la chimenea, me contestan. Aprieto el culo y paso en diagonal por un sistema de romas fisuras y placa hasta llegar a una repisa inclina dentro de la obscura, lóbrega, mojada y apabullante chimenea, donde allá a lo alto, se ve la luz cuando la lluvia no me deja caer un gotón en los ojos.
Paro, respiro, me tiro un pedo, y me encaramo a una fregada y roma fisura en el muro derecho del interior de este averno. El agua resbala por la roca, verde y negra de musgo, de colorido espectacular aquí, en la penumbra de los murciélagos. Voy apoyando el culo y el torso mientras puedo en la pared opuesta, pero la chimenea se va ensanchando y pronto tengo que subir en oposición, después en equis y poco más arriba me obliga a pasar directamente al muro. Por suerte se protege bien aunque solo me entran 2 friends de los que me quedan y el 2º me lo voy subiendo conmigo unos metros, para evitar con el chicleo de tanta cuerda y roce, en el peor de los casos, caer en la repisa, entra a cañón y esto anima, aunque llevo mucho roce de cuerdas y tengo que bufar en casa paso. Tremenda chimenea que aparece en el croquis como 4+. Llego a un empotrador abandonado y paso al muro sin más contemplaciones, me salto un clavo que veo al mirar para abajo, junto a mi pie derecho, ya no importa, aquí ya hay mucho canto. Sigo por placa muy fisurada, y poco a poco, esta se va inclinando formando una rampa de nuevo hacia el interior de la chimenea. Arriba, veo la salida colapsada por un gigantesco bloque a modo de visera, por donde a la izquierda veo un clavito junto a una desplomada fisura. Desconecto y sigo en modo búsqueda de reunión, hasta que localizo está a la derecha, muy volada e incómoda. Ha parado de llover, el tiempo nos da tregua.
10 largo, 4º y 2º 60m. Continúo, por la desplomada fisura de la izquierda, cuando estoy dando los primeros pasos de esta brutal salida, y quejándome de que esto no es 4+, me dice Joaquín que mire por dentro del agujero de debajo del bloque, que el mientras subía ha visto luz y parece que puede haber un túnel. No necesito más, me bajo con intención de ensanchar el túnel si hace falta.
Me meto en el agujero y resulta un paso angosto pero fácil, que me saca fuera del antro por el otro lado del enorme bloque empotrado, y me sitúa en una aérea plataforma sobre la enorme chimenea, me asomo al vacío y saludo a mis compañeros. Aquí un clavo, asegura un paso final de diedro sobre el bloque empotrado, para salir a un barranco con un gran canchal de piedra suelta sobre la amplia cúspide de la chimenea, y pronta a deslizarse con poco que corra el agua con caudal o que lo provoquemos al pasar. Subo con mucho cuidado, pisando lo más solido y firme, retirando los pedruscos más inestables, hasta que llego a un resalte rocoso grande y compacto, como una isla en un caudaloso río de grava y tierra, donde lazo una firme punta y monto una reunión cómoda y sólida.
Cumbre del Ciampac.
Mientras suben mis compañeros, ha empezado a llover otra vez. Recogemos rápido y salimos casi corriendo hacia la cumbre, aún nos hace ilusión hacer alguna de estas impresionantes cumbres y está la tenemos a un minuto. Subimos bajo la lluvia, con viento fuerte, apenas estamos lo justo para una selfie.
Después, descendemos por el mismo sitio, y tomamos el sendero de bajada hacia el oeste, que se pierde a tramos entre amplios neveros, donde nos hundimos a veces hasta la cintura. Es bastante penoso el paso de estos tramos, pero estamos tan contentos que cuando caemos lo atribuimos a lo gordos que estamos. Pronto deja de llover y el viento amaina. El sendero cada vez está más limpio y tras pasar el primer collado, vemos varios grupos de gente que descienden hacia el valle por el recorrido que pensábamos hacer nosotros, y van en dirección hacia el siguiente collado. El ambiente es espectacular.
Encontramos a dos chicas en el 2º collado, las saludamos y Joaquín entabla conversación con ellas, mientras esperamos a que aparezca Elías sobre el collado. Cuando aparece, continuamos, Parece que tiene mucho éxito con la rubia, muy atractiva, por cierto. Un detalle, me llama a la atención, ambas llevan en los dedos, los mismos anillos, esto me hace sospechar que Joaquín está perdiendo el tiempo, efectivamente, tras oír un comentario entre las chicas, y darse cuenta de la mirada de soslayo que le ha dirigido, muy seria, la que va delante, cae en la cuenta de que son pareja, y además, es celosa. Las adelantamos sin perder ni cambiar la actitud, y nos despedimos cortésmente.
Llegamos al refugio Edelweiss, Mientras bajamos casi corriendo, hemos estado recibiendo llamadas, cuando la he podido atender, resulta que era para preguntarnos que nos quedaba para bajar, ha sido muy desilusionante, hemos subido corriendo y aun con prisas, entendemos que ellos llevan bastante tiempo esperando, desde que ha empezó a llover, pero ya han comido tranquilamente y ahora nos esperan en el bar del hotel donde los hemos dejado. No perdonamos la cerveza al pasar por el refugio, tenemos sed y sobre todo por las vistas y por que está lleno de tumbonas de madera y hay muchas chicas bonitas, y por qué nos lo hemos ganado. Nos tomamos una cerveza relativamente rápida y bajamos. Ya no ha llovido desde que empezamos a bajar de la cumbre, ni parece que lo vaya a hacer de forma inminente, aunque aún se ve todo muy negro y amenazante.
Recogemos a nuestros compañeros y volvemos al apartamento.
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