22 junio, 2024

Cinque Torii, Cortina de Amprezzo, Dolomitas

  22 de junto de 2024

Cortina de Amprezzo. Cinque Torri.





No madrugamos, Desayunamos lo que va quedando de las compras y a las 07;30 – 08:00 salimos dirección a Cortina de Amprezzo, por el camino disfrutamos de más y más roca, torres y murallas, valles cerrados y exuberantes de vegetación. Aparcamos en la explanada del remonte del telesilla de les Cinque Torri. Están de obras, y es un continuo de retroexcavadora para arriba y para abajo. Mucha gente y mucho escándalo, entre las obras y la multitud, cualquiera diría que estamos a la entrada de un centro comercial.



Pero miramos en dirección contraria, y tenemos la enorme y majestuosa mole de la Tofana di Rozes, delante de nosotros, espectacular y gigantesca, a la izquierda aún asoman algunas torres de Falzarego, hemos pasado por debajo de ellas, pero no las he podido ver, para variar, iba en el asiento del medio en la parte de atrás. El paisaje, es más que impresionante, todo está jaspeado de blanco, además de la nieve que había, con la tormenta de ayer, se ha quedado todo moteado de grandes rodales y líneas, de blanco y grueso granizo, que, junto con la vegetación versicolor de los prados, rodeado de todos los matices de verde, con el profundo del bosque acabando en casi negro, y las diversas gamas de tonos de la roca, crea un colorido contraste y una luz que realza la belleza de todo el conjunto, en el ya, de por si, espectacular paisaje, me seco la baba con un cigarro, y esperamos.


El telesilla aún está cerrado, la multitud se agrupa en espera de que abran el remonte, y el bar, para alargar la cola hasta el aseo. Tras 1 hora de espera, y una densa cola, llegamos a la taquilla, donde no aceptan nuestras tarjetas de guías de montaña, ni la de Joaquín, de guía en Austria, ni la mía de la AEGM, ya lo esperábamos, no les ha sentado bien que Italia perdiera contra España y se veía venir. Tomamos el telesilla, y subimos con este hasta arriba, como vulgares turistas domingeros, pero ya estamos cansados, algunos no hemos parado desde que llegamos, y personalmente, aún no he dormido bien ningún día.




Arriba hay un espectacular restaurante, está lleno de gente deambulando por todos los sitios, parte de esta gente, recorriendo una circular alrededor de les Cinque Torri, pasando a pie de vía sin ser conscientes de lo que tienen por arriba, donde vemos muchas cordadas, y de vez en cuando, oímos gritar algo, que significa casi siempre “piedra”.


Vía Marian, 6a, 175m.


Llegamos a pie de vía, hay una cordada por delante, pero ya están muy arriba y apenas nos afecta.


Inicia la escalada Elías, en su cordada con Joaquín. Nosotros esperamos que lleguen ambos a la primera reunión.

1er largo, 6ª, 40m. Empiezo yo, subiendo un primer resalte hasta un amplio diedro con un desplome al inicio. Los cantos están más que pulidos, además son planos, los pies de gato resbalan como si pisáramos jabón. La sensación es muy fea. Paso el primer desplome y sigo por la placa y por el diedro según me interese, llego a otro pequeño resalte y paso por la izquierda, para seguir por encima hacia la derecha y a continuación subir a una repisa a la derecha donde hay una reunión, veo a Elías unos 10 metros más arriba en otra reunión, me dice que monte aquí, pero le digo que aquí para tres es muy incómodo y sigo hasta donde está él y monto reunión sin entorpecer su aseguramiento a Joaquín que en ese momento grita reunión. Yo también aviso a mi cordada.


Elías en el 2º largo

Joaquín en la 3ª reunión

2º largo, 4+, 30m. Con paso expo al principio. Sigue, saliendo por la izquierda de la reunión, no se puede meter nada y desploma bastante, pero hay muy buen canto, pasa este primer tramo y lo perdemos de vista, continúa ligeramente hacia la derecha, por una placa fácil que lo lleva a una zona de pequeñas repisas herbosas, por la que sube hasta una zona de cuarteada roca naranja bastante rota y con mucha piedra suelta. Inicia una travesía horizontal, muy fácil hasta la reunión.

En el 3er largo


3er largo, 5º, 30m. Continúa José Manuel, saliendo a la izquierda por un sistema de fisuras. Se mete dentro de la fisura y batalla mucho para poner diversos seguros, le cuesta mucho pasar el tramo de fisura que desploma ligeramente. Al fin pasa y llega a una reunión de clavos de otra vía. Continúa por debajo del techo en una espectacular y aérea travesía horizontal hasta la reunión, al borde de un muro gris hendido entre los desplomes rojizos. Mientras tanto, nuestros compañeros que van por delante ya han acabado la vía, y no los vemos ni oímos.


4º largo, 5+, 45m. Continúo hacia la izquierda, para subir por el centro del muro gris, con pasos de placa con buen canto, hasta que llego a un abombe en la parte central, con un filo lateral muy pulido donde me quedo muy precario al intentar subir en bavaresa, el filo es romo y con lo pulido que está no es muy buen canto. Al final encuentro un pequeño hueco para los dedos y me desplazo ligeramente a izquierda, desde este ángulo le puedo hacer fuerza al filo y subo sin más problema. Continúo por placa más fácil hasta llegar casi al final de la placa gris, debajo de un sistema de anchas fisuras por zona rojiza. Paso en travesía diagonal a izquierda y me coloco sobre un seudo espolón/arista, por el que llego por terreno muy fácil a una gran repisa donde está la reunión.

5º largo, 4+, 30m. Continúa José Manuel, saliendo recto al pequeño abombe sobre la reunión, donde hay un parabolt, que pasa por la derecha. Continúa fuera de nuestra vista, por terreno muy fácil de 3º hasta un pequeño muro final antes de salir sobre la torre, y llegar a la última reunión.


Cuando llegamos arriba, nos ponemos a buscar José Manuel y yo, los posibles rápeles, hay varios hitos y localizamos 2 rápeles, los estudiamos y vemos el más lógico a simple vista. 



Bajo un primer rápel de 30 metros, montado en un escalón, justo debajo de nosotros mirando a la Tofana, hacia el lado norte, sobre el barranco central entre las torres, hasta una terraza de tierra y piedras suspendida sobre enormes bloques empotrados entre las torres. Busco y localizo otros 2 rápeles. Me acerco al más próximo, el de la derecha, bajando un poco y cruzando sobre un gran bloque suspendido en medio de este foso. Me asomo y veo que desciende por una cerrada chimenea, cubierta por otro gigantesco bloque empotrado entre las paredes de las torres que la forman. Este rápel es de 60 metros hasta otra terraza en la canal al pie de la chimenea. Montamos este rápel, y desciende Cosme primero, apurando cuerda en el suelo de la canal, hasta una zona de grava en rampa. Localiza un 3er rápel al final de la rampa de grava de la canal, sobre un volado balcón, después baja José Manuel y por último yo.



Montamos el último rápel hasta el suelo. Recogemos y salimos entre los riscos para tomar el sendero de acceso del refugio/restaurante.

Llegamos al restaurante vemos un público sentado en filas de sillas mirando hacia nosotros, cuando estamos a su altura, empieza a sonar una orquesta de violines, no podemos evitarlo y levantamos los brazos y saludamos en entrada triunfal. Algunos espectadores llegan a aplaudirnos, la mayoría se parten de risa, hemos llegado justo en el momento en el que se celebra una boda, y menudo paripé han montado. Lo más curioso de todo esto es que, a primera instancia, parece surrealista, los espectadores están sentados en muchas filas de sillas, separadas en dos grupos por un pasillo central, a un lado del pasillo, casi todos son negros, y al otro, todos blancos. El misterio se resuelve cuando una vez entrando al restaurante, vemos pasar a los novios acompañados de la orquesta y un séquito nupcial, ella es una guapa y atractiva chica negra y él un poco hecho, rubiales y de piel muy clara. Creo que estaremos en muchas fotos en este momento, fuimos la nota cómica de la boda, si lo hubieran contratado no les habría salido mejor. 



Nos tomamos una cerveza rápida desaborida y nos bajamos. Por motivos relacionados con el grupo, estoy muy desilusionado, que desencanto de mañana, no creo que vuelva aquí nunca más (sin descartar la Tofana). Yo esperaba escalar vías más emblemáticas, pero la meteorología y las condiciones no nos han dado mucho margen, pero miro al frente, la Tofana se alza monumental, estoy contentísimo de haber estado aquí y de que estas impresionantes montañas, me hayan dejado merodear por sus faldas sin magullarme, me voy mucho más rico y persona que cuando llegué. Pero ya estoy deseando irme, y eso no es nada agradable.

La web cam de Lavaredo a falta de una semana para iniciar el viaje

La cima Oeste y parte de la grande, la nieve se ha fundido mucho, pero ya lo habíamos descartado, qè pena no haber tenid los últimos 3 días de buen tiempo. volveremos...

Pasamos por Cortina di Amprezzo, la meca del Dolomiti-rock, y del turismo masivo en la zona. Pasamos de largo, aún no es temporada y ya está masificado. 20 km. después, de camino a Klangerfurt, nos encontramos un mirador desde donde podemos ver parcialmente las Cimas de Lavaredo, no podemos evitar parar y quedarnos con la mirada extraviada, que lástima no poder habernos acercado, pero había y aún sigue habiendo mucha nieve para una escalada ligera.

21 junio, 2024

Sass Ciampac, La gran curva, Badia, Colfosco, Corvara, Dolomitas

 21 junio de 2024

Sass Ciampac

Vía: la Gran curva, 5º, 530m.




No madrugamos mucho, aunque yo a las 06:00 ya estoy levantado. Poco a poco va habiendo movimiento de tropa. A las 07:30 aproximadamente bajamos con el coche hasta Colsfosco, donde aparcamos el día anterior para ir al sector de deportiva. Elías comenta que quiere hacer, aunque sea andando, la ruta senderista de la vuelta al Ciampac, lo veo venir, y se confirma cuando coge arnés y casco y empieza a preparar material, me apunto y Joaquín también, parece que ya lo tenían hablado, Cosme y José Manuel, se van al sector de la Cara oculta de la Luna.







Nos despedimos y subimos a los remontes del puerto hacia el Oeste, donde aparcamos, entre un gran grupo de moteros. Volvemos un centenar de metros atrás mientras deportivos de alta gama van pasando por la carretera como si fueran los P. amos, cuanta pijería hay por aquí. Tomamos el sendero junto a los paneles informativos, en dirección ENE, de la subida normal a la cima del Ciampac, recorriendo este por su vertiente sur, y tras hacer cumbre, vuelve por los collados de la vertiente oeste pasando por el refugio/restaurante Edelweiss.
Está claro que nos vamos a meter en una de las clásicas de la pared sur del Ciampac, ahora falta decidir cual de las 2 escogemos, llevamos el tiempo apretado y vamos muy rápidos caminando. Disfrutamos de un paisaje espectacular y grandioso. Por el camino bromeando, vamos concretando vía, creo que todos tenemos claro que nos vamos a mojar, así que decidimos subir por la que aparenta más fácil, aunque es bastante más larga, para garantizarnos la salida por arriba aun lloviendo. Llegamos a una bifurcación del sendero, donde un ramal a derecha vuelve a bajar al valle. Seguimos un poco más por donde íbamos, hasta llegar a un prado que se escampa hacia la izquierda, en dirección a las paredes donde tenemos nuestra vía. Comenzamos a subir, sin prisa, pero sin pausa, hasta llegar a un nevero a pie de vía, embutido en un amplio canalón/barranco, donde, en el fondo, una tremenda chimenea inclinada hacia la derecha y formando un gigantesco arco, desde la base hasta el final del muro, define el inmenso espolón de nuestra vía. Pasamos entre la pared y el nevero, por el interior de la rimaya, hasta situarnos en un estrecho hueco en el inicio de la vía, por la pared de la derecha de la gran chimenea. Localizamos un viejo cordino a unos 10 metros, y otro más arriba, a la izquierda, casi en la chimenea, debajo de un grueso bloque empotrado, que forma un desplome.

Iniciamos la escalada rondando las 10:00.

1er largo, 4+, 30m. Empieza Elías, por placa de relieve romo y cantos pulidos por el hielo, llega al clavo con cordino y sigue en diagonal hacia la izquierda hasta el otro cordino. Después sigue recto y pasa por la derecha del desplome aprovechando la fisura que forma con la pared de la derecha, poco más arriba, está la reunión, donde hay muchos cordinos lazados con maillón de aparentes retiradas.

2º largo, 4º, 45m. Sigue Elías, hacia la derecha, en travesía muy fácil por repisa, hasta llegar a un sistema de grandes fisuras, poco antes de un amplio diedro. Sigue recto por el lado izquierdo y más evidente hasta salir sobre un primer espolón en este inmenso contrafuerte.


Ensamble, 2º y 3+,150m. Sigo yo, hacia la izquierda, por terreno muy fácil en gradas con pequeños resaltes y escalones. Cuando se empina, sigo con ligera tendencia a derecha, paralelo a la arista que se intuye a la derecha. Apuro cuerdas y continúo tras una breve pausa para que mis compañeros se preparen y puedan empezar a subir. Continúo escalando por lo más evidente, tramos de resaltes con placas tumbadas y diedros fáciles, hasta salír sobre la arista, por la que continúo hasta el siguiente muro. Sigo tirando como un tractor unos 20 metros más, y paro en una reunión con un cordino en puente de roca, bajo un plantado muro con un diedro a la derecha.

4º largo, 4º, 65m. Sigo yo, Cuando llegan mis compañeros, casi sin resuello, tras reubicar la reunión, salgo recto por el diedro y paso inmediatamente a la placa de la izquierda, haciendo una corta travesía y después continuando en diagonal evidente hasta el siguiente tramo de muro vertical, localizo varios clavos, uno a izquierda que cruza a la otra pared y otros 2, encima de mí en una zona de grandes desplomes, pero con posibilidad de escapes a la placa del muro de la izquierda, por donde continúa nuestra vía.

El tiempo se está amontonando, cada vez está más negro.



5º largo, 4+, 30m. Continúa Joaquín, recto por la hendidura seudo diedro de debajo del desplome. Antes de llegar a la zona naranja, pasa por encima de unos salientes en un tramo espectacular y aéreo a la parte de la izquierda, fuera de los desplomes más grandes y encuentra una reunión muy aérea pero cómoda.

6º largo, 4+, 35m. Continúa Joaquín, Al principio tira por la fisura desploma de encima, pero se ve muy duro, le indicamos que pruebe por la placa de la derecha. Efectivamente, por la placa es mucho más fácil y se progresa muy bien sobre buena roca. Continúa apurando el espolón hasta una zona aterrazada bajo un desplomado muro de placa.


7º largo, 6a, 30m. Sigo yo, recto a un cordino sobre un atlético desplome, sigo hacia arriba, pero pronto me doy cuenta que por aquí no es. Elías y Joaquín, neme indican que tengo que hacer travesía a la izquierda. Destrepo un poco y paso en travesía hasta situarme en un romo filo donde poco más arriba se ve una fisura. Continúo recto a la fisura, desploma un poco y la exposición es tremenda, consigo poner un buen friend en el paso más duro de la salida de la fisura. La vía, va por debajo alargando la travesía hasta casi la chimenea, yo he salido muy pronto recto para arriba, menudo paso. Sigo por placa y llego a una buena repisa donde hay un clavo, me quedo con la duda de que sea la reunión, pero miro hacia la chimenea y veo posibilidades de apurar más cuerda para ganar tiempo. Salgo a una plataforma inclinada y me encaramo al muro junto a la chimenea, entrando a un hueco sobre una plataforma bajo un vertical y amplio diedro. Están cayendo gotas acompañadas de rachas de viento, de momento no arranca a llover de verdad, pero nos están saltando todas las alarmas, el temporal se ha adelantado más de 2 horas.

8 y 9 largo, 5+, 50m. Sigo yo, por el vertical diedro, con algún paso ligeramente desplomado y muy atlético, salgo a una zona que se ensancha, encima de mí tengo un muro de placa que desploma cada vez más de forma progresiva, a mi izquierda continúan una serie de fisuras diedro romos que se adentran en la obscuridad tenebrosa de la profunda chimenea, sigue lloviendo, aunque sin intensidad, por momentos parece que va a apretar. Muy tímidamente, pregunto a mis compañeros por donde seguir, (aunque ya se por donde de antemano, pero es tan repelente que busco otra posibilidad), por la chimenea, me contestan. Aprieto el culo y paso en diagonal por un sistema de romas fisuras y placa hasta llegar a una repisa inclina dentro de la obscura, lóbrega, mojada y apabullante chimenea, donde allá a lo alto, se ve la luz cuando la lluvia no me deja caer un gotón en los ojos.

Paro, respiro, me tiro un pedo, y me encaramo a una fregada y roma fisura en el muro derecho del interior de este averno. El agua resbala por la roca, verde y negra de musgo, de colorido espectacular aquí, en la penumbra de los murciélagos. Voy apoyando el culo y el torso mientras puedo en la pared opuesta, pero la chimenea se va ensanchando y pronto tengo que subir en oposición, después en equis y poco más arriba me obliga a pasar directamente al muro. Por suerte se protege bien aunque solo me entran 2 friends de los que me quedan y el 2º me lo voy subiendo conmigo unos metros, para evitar con el chicleo de tanta cuerda y roce, en el peor de los casos, caer en la repisa, entra a cañón y esto anima, aunque llevo mucho roce de cuerdas y tengo que bufar en casa paso. Tremenda chimenea que aparece en el croquis como 4+. Llego a un empotrador abandonado y paso al muro sin más contemplaciones, me salto un clavo que veo al mirar para abajo, junto a mi pie derecho, ya no importa, aquí ya hay mucho canto. Sigo por placa muy fisurada, y poco a poco, esta se va inclinando formando una rampa de nuevo hacia el interior de la chimenea. Arriba, veo la salida colapsada por un gigantesco bloque a modo de visera, por donde a la izquierda veo un clavito junto a una desplomada fisura. Desconecto y sigo en modo búsqueda de reunión, hasta que localizo está a la derecha, muy volada e incómoda. Ha parado de llover, el tiempo nos da tregua.

10 largo, 4º y 2º 60m. Continúo, por la desplomada fisura de la izquierda, cuando estoy dando los primeros pasos de esta brutal salida, y quejándome de que esto no es 4+, me dice Joaquín que mire por dentro del agujero de debajo del bloque, que el mientras subía ha visto luz y parece que puede haber un túnel. No necesito más, me bajo con intención de ensanchar el túnel si hace falta.

Me meto en el agujero y resulta un paso angosto pero fácil, que me saca fuera del antro por el otro lado del enorme bloque empotrado, y me sitúa en una aérea plataforma sobre la enorme chimenea, me asomo al vacío y saludo a mis compañeros. Aquí un clavo, asegura un paso final de diedro sobre el bloque empotrado, para salir a un barranco con un gran canchal de piedra suelta sobre la amplia cúspide de la chimenea, y pronta a deslizarse con poco que corra el agua con caudal o que lo provoquemos al pasar. Subo con mucho cuidado, pisando lo más solido y firme, retirando los pedruscos más inestables, hasta que llego a un resalte rocoso grande y compacto, como una isla en un caudaloso río de grava y tierra, donde lazo una firme punta y monto una reunión cómoda y sólida.


Cumbre del Ciampac.
Mientras suben mis compañeros, ha empezado a llover otra vez. Recogemos rápido y salimos casi corriendo hacia la cumbre, aún nos hace ilusión hacer alguna de estas impresionantes cumbres y está la tenemos a un minuto. Subimos bajo la lluvia, con viento fuerte, apenas estamos lo justo para una selfie.



Después, descendemos por el mismo sitio, y tomamos el sendero de bajada hacia el oeste, que se pierde a tramos entre amplios neveros, donde nos hundimos a veces hasta la cintura. Es bastante penoso el paso de estos tramos, pero estamos tan contentos que cuando caemos lo atribuimos a lo gordos que estamos. Pronto deja de llover y el viento amaina. El sendero cada vez está más limpio y tras pasar el primer collado, vemos varios grupos de gente que descienden hacia el valle por el recorrido que pensábamos hacer nosotros, y van en dirección hacia el siguiente collado. El ambiente es espectacular.



Encontramos a dos chicas en el 2º collado, las saludamos y Joaquín entabla conversación con ellas, mientras esperamos a que aparezca Elías sobre el collado. Cuando aparece, continuamos, Parece que tiene mucho éxito con la rubia, muy atractiva, por cierto. Un detalle, me llama a la atención, ambas llevan en los dedos, los mismos anillos, esto me hace sospechar que Joaquín está perdiendo el tiempo, efectivamente, tras oír un comentario entre las chicas, y darse cuenta de la mirada de soslayo que le ha dirigido, muy seria la que va delante, cae en la cuenta de que son pareja, y además, es celosa. Las adelantamos sin perder ni cambiar la actitud, y nos despedimos cortésmente.


Llegamos al refugio Edelweiss, poco antes me llama Cosme, preguntando que nos quedaba para bajar, ha sido muy desilusionante, hemos subido corriendo y aun nos mete prisa, entendemos que ellos llevan bastante tiempo esperando, desde que ha empezado a llover, pero ya han comido tranquilamente y ahora nos esperan en el bar del hotel donde los hemos dejado, nosotros vamos casi corriendo desde que empezamos la actividad con la aproximación a la pared. No perdonamos la cerveza al pasar por el refugio, tenemos sed y sobre todo por las vistas y por que está lleno de tumbonas de madera y hay muchas chicas bonitas, y por qué nos lo hemos ganado. Nos tomamos una cerveza relativamente rápida y bajamos. Ya no ha llovido desde que empezamos a bajar de la cumbre, ni parece que lo vaya a hacer de forma inminente, aunque aún se ve todo muy negro y amenazante.

Recogemos a nuestros compañeros y volvemos al apartamento. Bajamos al spa, donde Cosme me pone las orejas colorás de tanto repetirme que somos unos imprudentes, y que como se nos ha ocurrido meternos en esa vía, … ellos han estado haciendo la vía en la que se metió la pareja de italianos del día anterior, han hecho los 3 primeros largos y han bajado en ràpel, yo no he venido aquí para hacer deportiva, y si hay oportunidad de escalar en tapia, quiero aprovecharla.


Yo no considero que aquí, hoy, hayamos hecho ninguna imprudencia, sabíamos que el tiempo se complicaba, pero estaba calculado para hacer la vía y salir de esta antes de que llegara el temporal, e incluso salir de la vía, aunque estuviera diluviando, después, es bajar por un cómodo sendero. A Elías, también le pone el gorro con tanto comentario, y al final se sale del spa y se sube al apartamento.

Nos vamos a cenar a un restaurante cercano en el mismo puerto, para no tener que coger el coche, Cosme y José Manuel, no quieren venir, ya han comido dicen. Cuando volvemos están cenando de lo que queda de las compras. Hay cierta tensión en el grupo, se ha ido cargando el ambiente día a día y parece inminente una explosión, pero hoy ya no, por que nos vamos a dormir uno tras otro, en mi caso y al estar en el salón, no sin aguantar aún un buen rato chistes y chorradas que aún siguen viendo en el móvil mis compañeros que no han querido venir a cenar y se han quedado cenando solos, por suerte cortan pronto cuando les pido que bajen el volumen, y se van a dormir a su habitación, dejando todo tal cual sobre la mesa, ya brincando la medianoche, me duermo cansado entre el olor de la comida y los restos de esta. No importa, sólo me queda una noche más.

Mañana, el parte de meteo es también malo, en teoría, peor que el de hoy. Planificamos la subida a les Cinque Torri, para hacer una vía de las más largas si es posible, y pasar el día, antes de volver a Klagenfurt, donde pasaremos la última noche en sus cercanías.

A la hora de estar acostado, medio durmiendo, oigo truenos y percibo a través de los parpados, los reflejos de un festival de relámpagos, pronto llega acompañado de una fuerte tormenta de agua y granizo. Me levanto y corro a recoger la ropa del balcón que teníamos tendida, pero ya está Joaquín recogiéndolo todo. La tormenta es muy violenta, el viento brutal, tenemos que hacer mucha fuerza para cerrar ventanas y puertas, parece un huracán, los rayos son continuos y espectaculares. Me imagino la aventura pasando la noche allá arriba, en un vivac en altura, una situación que he tenido ocasión de vivir involuntariamente, en varias ocasiones, entonces no había teléfonos móviles, algo casi catártico, que no se puede describir, rondando la glorificación y el tránsito espiritual, además del intestinal, que bueno que estemos todos aquí, tras una gruesa ventana, viéndola rugir…