28 octubre, 2023

Murcia, Sierra Espuña, Leiva, Carnaval, Muriel, Picapinos

 28 octubre de 2023

Reunión de escaladores CMM - 2023

Otro año más, desde que se dejó de hacer el rally de Leiva, el Club Montañero de Murcia, gestiona el encuentro de escaladores en Leiva, organizado y dirigido por Pepe Seiquer y compañeros, y gran cantidad de colaboradores del club, que hacen de este encuentro, un evento singular y casi familiar, con la asistencia de grandes figuras de la escalada levantina, especialmente de Murcia. Gran ambiente y muchísima motivación.

Esta es la primera vez que José Manuel y yo participamos, no somos de quedadas o masificación, más bien lo contrario, pero Elías, nos lo había planteado tal cual lo he descrito en el primer párrafo y con su entusiasmo personal de otras experiencias, que decidimos aceptar inscribirnos con idea de pasar todo el día sin parar de escalar en este espectacular lugar.

Nuestro grupo formamos 2 cordadas, Elías y Santi, y José Manuel y yo, también asisten María José y Carlos, pero ellos, por motivo de recuperación de Carlos,  van a quedarse en las zonas de deportiva de la Pecera y próximas.

Llegamos el viernes por la noche, y nos inscribimos para pernoctar en el cmping de El Berro. Cuando bajamos a cenar al restaurante que hay al salir del camping, nos encontramos con Pepe Seiquer y grupo de la organización, que nos reciben afables, y entre bromas y risas nos apuntan y nos regalan una camiseta tácnica conmemorativa del encuentro. Elías me había apuntado como XL, y si no me doy cuenta, ahora tendría una camiseta pimaja comnmemorativo. Por suerte, Pepe Seiquer, me la cambíó por otra sin ningún inconveniente.

En el bar, también nos encontramos con Pepe López y Paco Bernal, de Molina de Segura, con los que he tenido el placer de disfrutar de numerosas escaladas y buenos ratos, hace tanto que no los veía, que a Paco, de primeras lo saludo cómo Manolo, pero enseguida me doy cuenta del error y se lo digo, disculpa Paco, la memoria necesita actualización como el Windows. También tenemos el honor de compartir mesa con Mariano Lozano, otro gran y prolífico escalador legendario, con un impresionante currículo de aperturas por todo el globo. Pasamos estas últimas horas del viernes, en el plácido ambiente del bar, conpartiendo experiencias y recuerdos, pura levadura, hasta que nos vamos henchidos y risueños a dormir.

Todos mis compis duermen en furgo, yo no quiero compartir cama y tampoco que me despierten a media noche por estar roncando, así que monto el tarp y pernocto en vivac, junto al coche, con cierto complejo cánido marginal, más que nada por que hace bastante fresco y al coger el saco de dormir, sin pensarlo bien, me he traído un saco sábana y todo apunta a que pasaré un nochecita toledana.

Pese a lo espartano de mi situación, duermo bien a ratos, y cuando noto el frio, me doy la vuelta y caliento el lado helado mientras sigo durmiento. Por la mañana, Carlos, menciona un descarado zorro que ha estado toda la noche merodeando, yo ni me he dado cuenta, o sea, que si que he dormido. Bajamos a las 7:45 al aparcamiento fuera del camping, donde espera un mini-autocar, que pronto se llena. Veo muchas caras conocidas, algunas no recuerdo el nombre, pero saludo a todo el mundo, en los asisentos de al lado, está Sonia Tierraseca, un poco más atrás, Raquel, el Rubio, Miguel, ..., y muchos que recuerdo haber visto en tapia o sectores de depor. El ambiente es muy cordial y con mucha motivación.





El minibus, nos sube hasta el aparcamiento más cercano de la pared, donde la organización ha montado unas mesas y nos esperan y acogen con un cálido y bien surtido desayuno. No hay prisa pues no hay rally, no se compite, y según acabn de desayunar, las cordadas van saliendo, cada una a la vía que ha elegido para empezar la jornada.

Jose Manuel y yo, vamos a la Carnaval, Elías y Santi a la Historia Interminable, si hay gente en la Carnaval, tenemos otras alternativas, pero llegamos los primeros a esta famosísima vía de Leiva. A ambos lados, en la Yosemite, El grito, Historia interminable, Carrillo -Vera, Almirante, Pilar primavera, Chochos voladores, ..., ya hay cordadas escalando, algunas a más de media pared. Los inicios de las vías, han sido señalados con una etiqueta indicadora, por lo que es díficil equivocarse para empezar, aunque en la pared, hay muchas viás que se cruzan y más de una cordada, que llegamos a oir rezongar, acaban embarcados en largos que se salen del grado previsto.

Vía: Carnaval, 6b, 140m.


1er largo, 6a, 40m. Empieza José Manuel,  tomando un sistema de fisura/diedro diagonal hacia la izquierda, con pasos muy finos en algún punto donde la fisura se ciega y/o hay algún pequeño abombe, que con el tacto sobado de los cantos y el grado nada amable del sector, nos hacen apretar y andar fino, cuesta un poco hacerse a la escalada en estas vías.
2º y 3er largo, 6b y 6a, 58m. Sigo yo, saliendo a la derecha por una plantada placa, tomando una línea de pequeños agujeritos, con varios monodedos y escasos puntos de pies, y me salto el mejor canto y clave para pasar este tramo que concentra el paso crítico de este largo,  al final tengo que reucular y colgarme con los dedos fritos, y José me dice que me he dejado el canto a la izquierda. Pruebo por ahí y en seguida paso la placa para introducirme en un plantado diedro. Sigo por este, con algún paso raro que me hace tirar de empoyramiento de hombro y rodilla, llego a una primera repisa a izquierda y veo una reunión a mi izquierda, ponho una cinta larga y sigo recto por el siguiente diedro, más fácil pero aun exigente y con pasos muy atléticos hasta llegar al final sobre una repisa que forma este pilar junto a la tremenda placa de la vía Rolsdam y su destacada ceja desplomada.
Cuando sube José Manuel, me dice que he empalmado 2 largos, que soy un bruto, yo había creído que la reunión anterior era de otra vía.
4º largo, 5+, 40m. Sigue José Manuel, por otro amplio diero/canal, con pasos muy verticales  aunque con más canto, y que casi arriba bajo un desplome, se bifurca en dos posibles pasos a ambos lados, y nuesra vía  se deriva a la derecha, donde pierdo de vista a mi compañero, después una corta placa y  fácil trepada, para llegar fuera de la pared.

Recogemos cuerdas y trastos y descendemos sin tener claro la siguiente vía, esta nos ha costado esfuerzo y nos ha parecido bastante dura, y supuestamente es de las fáciles.

Llegamos a la carpa de avituallamiento que han montado en el entorno de la base de la pared. Tomamos un poco de fruta y bebida de refresco y nos tomamos un largo descanso, mientras nos planteamos la siguiente, en principio queríamos hacer la Chochos voladores, pero imaginamos lo sobada que estará por su fama, y no estamos muy convencidos de estar en forma para ello. 

Mientras vemos numerosas vías transitadas en ese momento, algunas extratosféricas, como el Pilar del Macho, oímos a Pepe López, inconfundible su exaltación en algún paso de una vía que de momento no sabemos cual es. Luego nos comentaría él y Paco, que han estado recuperando y restaurando una clásica medio olvidada pero muy buena, ahora no estoy seguro pero creo que me dijo la Alberto Rabadá. Muy buena labor están haciendo estos amigos, recuperando estas roqueras joyas, asesorados por Mariano Lozano, que conoce y es autor de muchos de estos olvidados trazados, gracias a ellos, se están recuperando muy buenas vías.

Salimos caminando dirección hacia la vía, planteando otras posibles opciones, también por si la vía está siendo escalada, y de camino vemos la vía Muriel. Me habían comentado que era también muy buena y poco frecuentada, por lo que deducimos que no estrará tan sobada, y decidimos meternos en esta.


Vía Muriel, 6b, 145m.


1er largo, 6a, 45m. Empieza José Manuel, por el lateral derecho del contrafuerte gris, pasando entre bloques y arbustos para acceder al paño de pared más limpio de este saliente que divide la pared. Toma una placa y sobre esta otra que pasa por la fisura derecha de un pequeño desplome, después continúa ligeramente hacia la izquierda, por tramo de placa no muy limpia, y acaba en una zona tumbada llena de piedras sueltas atrapadas en los matorrales, alguna cae y tengo que estar vigilante de su trayectoria para moverme en el momento preciso y no ir a toparme con ella. Tras unos momentos de búsqueda, José Manuel localiza una reunión a pie del siguiente e imponente muro.
2º largo, 6b, 58m. Continúo saliendo hacia la izquierda, por tramos de placa limpia y compacta, para situarme bajo una destacada fisura/diedro muy vertical y con algunos abombes intermedios. Tomo la fisura y sigo por esta, con un baile de movimientos para aprovechar cantos a uno y otro lado de la fisura que se hace muy roma a tramos y con muy poco canto, llegando al final del diedro, bajo un destacado techo que se pasa ligeramente por la izquierda, aprovechando la rotura de la fisura. Paso muy atlético con abundante canto al principio pero muy exigente para salir al tramo superior. Después continúo unos metros por fisura y placa hasta una buena repisa bajo la fisura que se vuelve a ampliar y forma una canal.
3er largo, 5+, 40m. Sigue José Manuel, por la amplia canal/diedro, abundante en bloques empotrados y encajados entre ellos que no inspiran mucha confianza, aunque en general no aparentan que puedan caer, si hay alguno que suena muy mal, y José Manuel sube con mucha precaución hasta llegar a un resalte final muy vertical, donde la roca mejora y la escalada se vuelve un poco más exigente. Despúes vuelve a tumbarse ligeramente y da paso a tramo fácil hasta salir de la pared.

Recogemos y volvemos a bajar al puesto de avituallamiento. Vamos muy tranquilos y aun nos da tiempo a hacer una vía más. Nos quedamos descansando un buen rato en la carpa, bromeando y hablando con el grupo de la organización y con Pepe Seiquer. Las vías de la proximidad, más interesantes, o más bien, más asequibles para nuestro ánimo, están ocupadas, algunas con varias cordadas simultaneas. Pepe Seiquer nos recomienda la vía Picapinos, que no está ocupada, de reciente equipamiento y que acaba de hacer y le ha gustado mucho.


1er y 2º largo, 6b, 75m. Empiezo yo, tomando una placa que combina movimentos con una fisura alta para salir, con pasos muy finos a partir del 2º seguro. Después continúa por paños muy estéticos de compacta placa y va a buscar una amplia fisura/diedro a la derecha, de la que pasamos con una fina travesía por debajo de un desplome a la derecha, para ubicarnos en otro diedro bajo el desplome donde hay una reunión. Como veo que aun me queda mucha cuerda y me da la impresión de que la salida está muy cerca, continúo saliendo del desplome por la izquierda con un paso muy largo para llegar a una despegada y enorme laja sentada sobre una repisa, la toco estirándome mucho y consigo hacer fuerza de hombro para poder traer pies y pasar la otra mano para coger el filo de la laja, después subo sobre esta y continúo por la placa con pasos puntuales que requieren de centrarse y mirar movimientos. La cuerda lleva mucho roce, y no me quedan cintas, así que voy saltándome chapas y colocando sólo las que concentran un paso más exigente o delicado. Se acaba la cuerda y hago una pausa para que José Manuel se prepare y empiece a subir en ensamble, y continúo tirando de la cuerda como si arrastarra un carro, hasta que salgo a una amplia canal y tomo la placa de la derecha que acaba en un resalte muy vertical con un pasete gracioso final, y de este, salgo de la pared.
Recogemos cuerdas y volvemos a bajar al puesto de avituallamiento, donde nos quedamos un buen rato. Aun hay bastante gente por arriba, aunque casi todos terminando vía.




Nos prestamos a ayudar para bajar cosas y nos vamos a por las mochilas que habíamos dejado en un pino en la aproximación a la vía Carnaval.
Bajo, en el aparcamiento, nos esperan con un agape de merienda triunfal, ricas empanadas murcianas y otras delicias, con cerveza o refrescos al gusto, aunque poco podemos disfrutar el rato de la euforia colectiva, el chofer del mini-bus nos conmina a gritos marciales y con prisas a subir al mismo y arrear para El Berro.
Llegamos y tras una reconfortante ducha, bajamos a cenar al restaurante. Donde la organización ha preparado un sorteo de regalos y recuerdos del evento y tenemos una cena fría de despedida.


Volvemos a subir y no tenemos claro si quedarnos otra noche o marchar a casa, nuestros compañeros se quedan, y como ellos muchos participantes, mañan también piensan hacer algo por aquí aunque la mayoría no subirán al Leiva, ya no hay mini-bus y el camino está de nuevo cerrado con cadena y el cansancio de hoy no ánima a darse el pateo. Tras un laaaargo rato de cháchara, José Manuel y yo decidimos volver a casa y cuando bajamos con el coche para salir del camping nos encontramos la barrera bajada y con una cadena, no nos hemos dado cuenta de la hora que era, las 23:40, aunque no sabíamos que la barrera se cerraba con cadena y candado. Intentamos pasar la cadena pensando que esta estaba libre, pero está bien pasada y no podemos salir, mientras tanto, con el coche parado en la barrera y nuestro forcejeo con la cadena, ha salida la encargada. Está enfadada y nos acusa de forzar la cadena, nos escusamos y pedimos mil disculpas, y le hacemos ver que no hemos forzado nada, y que ya estabamos pensando de volver para quedarnos a dormir. Se le pasa un poco el enfado y nos abre, y sin dejar de disculparnos nos despedimos y tomamos la carretera de regreso.

Intensa y a la vez tranquila jornada de escalada, hemos disfrutado mucho, y pese a haber más de 25 cordadas escalando, no ha habido tumulto ni escándalo, incluso mucho menos que en cualquier sector de deportiva. Ha sido un placer  haber disfrutado de este encuentro. Enhorabuena y agradecimientos al Club Montañero de Murcia, a todos los participantes en la organización que se lo han currado mucho para tenernos atendidos y motivados, y especialmente a Pepe Seiquer, coordinador del evento y gran persona siempre insuflando motivación. Muchas gracias equipo!!




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