25 - 31 de marzo de 2024
Crónica del viaje
25 de marzo de 2024. Viaje a
Marruecos, escaladas en el Todra.
Repetimos encuentro en la Vega Baja, reiteramos la propuesta, afinamos con los posibles sitios, ¿Qué tal el Todra?, Cosme conoce el sitio y José Manuel también, yo lo tengo pendiente de un frustrado viaje en la década de los 80, por ser menor de edad. El tema, va tomando forma y se planifica una fecha posible en navidad de este año. La situación en el Magreb es tensa, la guerra y el genocidio en Palestina genera mucha incertidumbre, el 8 de septiembre de 2023 se produce un fuerte terremoto en Marruecos que nos deja en vilo, tras conocer los grandes destrozos y cantidad de zonas afectadas. Llegada la fecha de reservar vuelo, contemplando estas condiciones, decidimos aplazar el viaje, lo dejamos para Pascua del 2024.
A primeros de marzo del 2024, estudiamos la situación, oriente próximo sigue en candente estado. Cosme contacta en la zona del Todra y se informa de la situación local, parece que por allí todo está tranquilo y no hay tensión ni ha afectado mucho el terremoto localmente, ponemos en marcha las reservas para ir en Pascua.
Al final, vamos: Cosme, José Manuel, María (la chica sputnik) y yo.
Últimos días antes del viaje. Paso la semana en evaluación y formación de varios grupos del TD1, del 21 al 24 de marzo, empalmo unas con otra, y apenas me queda una noche y una mañana para ultimar equipaje, equipo y material y últimas gestiones antes de partir, el 25 de marzo a las 16:00 tengo que estar en el aeropuerto de Alicante.
Cosme y José Manuel, salen el sábado 23 de marzo, tienen que hacer algunas gestiones y quieren aprovechar para ver Casablanca. María y yo, saldremos el lunes 25 a las 15:45, para llegar a Marrakech a las 19:25 aproximadamente.
Día 25 de marzo.
Llegado el día, gracias a Isidro Mira, compañero y amigo de trabajo y del Club de montaña de Novelda, consigo transporte para ir al aeropuerto sin tener que dejar el vehículo allí, a la vuelta regresaré del mismo con Cosme y José Manuel, que los recogerá José, el hijo de José Manuel. María lo gestiona por su cuenta, ya que viene de Alicante.
A las 3:50, Isidro me deja en el acceso al aeropuerto con casi 19 kilos de material de escalada y equipaje y una mochila de mano que será después la de ataque para llevarla en pared. Muchas gracias Isidro.
María no ha llegado, yo voy mirando todos los letreros y luminosos, como un indio maravillado, hace más de 14 años que no vuelo y no recuerdo los trámites y procesos, aprovecho para agilizar y en cuanto abren la ventanilla de Ryanair me voy a facturar equipaje. Me toca vaciar mochila de equipaje por un par de mecheros, pero sin más inconveniente facturo mochila y petate.
Mientras llega María, yo, con la inercia de los turistas, acabo en el control de acceso a embarque, los guardas, me hacen volver un par de veces atrás, monedas, cinturón, y paso un momento ridículo por una botellita de agua que me invitan a beberme antes de pasar, la abro y bebo delante de ellos, pero me dicen que tiene que estar totalmente vacía para pasar, acabo tirándola en la papelera para no pasarme el viaje tirando de vejiga.
Al pasar este primer control, contacto con María, acaba de llegar y está facturando, la espero en el “duty free”, hasta que aparece recomponiendo la bolsa de mano tras pasar el control.
Al poco de estar deambulando por el área previa al paso de embarque, recibimos un WhatsApp de la avanzadilla en Marruecos, - que compremos sobrasada y vino, dicen…, pero estos viciosos, ¿sólo piensan en comer y beber?, vamos a dar una vuelta por el duty, compramos vino pero sobrasada no queda, menos mal, no quisiera encabronarme a nadie del control de aeropuerto en Marruecos por el simple hecho de introducir “jalufo” en pleno Ramadán, y que lo consideren una falta de consideración, precisamente a María y a mí no nos gusta la sobrasada, y dando gracias, que por lo menos no nos han pedido el tanga de la guardia que está en el escáner del control, donde a mi me retienen un buen rato, mi cara debe ser bastante común entre el hampa, María se ríe al otro lado, yo me declaro inocente, l@s guardas sonríen, pero aun tardan en descartarme y dejarme pasar.
Por fin embarcamos, tras esperar que pasara la fila de priority y esperar todos juntos revueltos y apiñados en la pasarela, y volver a amontonarnos prioritys y gente normal en la escalera y de nuevo en el pasillo del avión, esquivando maletas, codos y culadas de los prioritys con derecho previo pago a carga extra en taquilla común. Volamos a Marrakech, y llegamos, de noche, nublado, poco que ver durante el viaje en la ventanilla, de nuevo a pasar controles, aunque resulta un proceso bastante rápido, y en menos de una hora estamos fuera tras haber recogido equipaje, ir al aseo y cambiar dinero en una ventanilla donde el dependiente no habla ni da justificante alguno del cambio de divisa, pese a habérselo pedido María en castellano y en francés y yo por separado en franciano-espanglis.
A través de la cristalería de salida del aeropuerto vemos unas figuras que nos hacen señas desde el exterior, reconozco a José Manuel, pero lo acompaña un magrebí con una chilaba corta, al fijarme, reconozco a Cosme, porque no va con chanclas como el resto de locales.
Fuera está el tiempo lluvioso, aunque ahora ha parado. Cargamos equipaje en el Dacia sendero que han alquilado y salimos dirección a Ouarzazate, todo obscuro, mojado, tráfico caótico. Hasta coger la carretera fuera de Marrakech muchos nervios y tensión. Ya en las afueras, rellenamos depósito para tener margen y salimos de la gran urbe. Después tranquilidad, alterada cada cierta distancia por la presencia de controles policiales, que al ver que somos nos dan paso sin más. La carretera está plagada de radares y límites de velocidad reducida (40 – 60 – máximo 80 km/h), aunque no viene mal esta medida restrictiva tal como pinta la meteo y la carretera, que, aunque es buena, si hay charcos, y de tanto en tanto, algún desprendimiento de los taludes invade parte de la calzada, también es fácil que se nos cruce algún animal, o que nos topemos con algún viandante o ciclista sin luces, por el medio de la calzada.
No paramos a cenar, Cosme lleva idea de parar cerca del puerto de Tichka (2260m), cruzando el Atlas, ahora en Ramadán, por la noche está todo abierto hasta el amanecer. Empezamos la subida al puerto, llovizna, con mucha niebla espesa y sin apenas visibilidad a 20 metros, vamos a 40 – 60 km/h, yo hace rato que me fumo encima, adelantamos una caravana de vehículos en un desdoble de carril y poco más arriba un desprendimiento reciente invade media calzada con grandes pedruscos que vemos aparecer de la nada, Cosme da un volantazo y esquiva lo más gordo, pero una gran piedra separada del resto alcanza la rueda delantera y la revienta, paramos en el arcén, cuando salimos del coche, viento y aguanieve, mucho frío que suavizo encendiéndome por fin el cigarro que llevaba liado desde Marrakech. Le decimos a María que no salga del vehículo, mientras los 3 en 15 minutos cambiamos la rueda más coordinados que la escudería Ferrari, uno con gato, otro con rueda de repuesto y otro aflojando y apretando tornillos. Tras el susto, seguimos, aunque ahora en el salpicadero nos marca una luz de avería en el ABS de la rueda que acabamos de cambiar, que, por cierto, estaba peor que la que hemos reventado y dudamos de que lleguemos con ella a nuestro destino.
Pasamos por el puerto de Tichka, sin parar para cenar y pasando los puestos de largo, aun con la incertidumbre del camino restante, son las 12:00 de la noche, la alerta luminosa de avería sigue encendida, a Cosme se le han quitado las ganas de parar a cenar en el puerto. Seguimos y pasamos también Ouarzazate. Llegamos sobre las 3:30 a Tinghir, seguimos hacia el hotel Dar Tiwira, en Aït Baha, cerca de la garganta del Todra. Al llegar al caserío, nos metemos por una pista en una rambla seca de grava, Cosme y José Manuel conocen el lugar de un viaje anterior, aunque en la obscuridad dudan, mientras subimos por la rambla nos cruzamos con un local que está en medio de la gravera, hace mucho viento y frio, el local nos hace señas, Cosme pasa al lado y reconoce a Ibrahim, el dueño del hotel Dar Tiwira, que lleva horas esperándonos en el descampado. Llegamos al hotel cerca de las 4:00 de la madrugada. Metemos equipaje, cruzamos apenas dos palabras con Ibrahim y nos acostamos helados y cansados.
Día 26 de marzo.
Amanece semi cubierto y frio, hablamos con Ibrahim y le agradecemos su hospitalaria acogida y espera, desayunamos, yo aprovecho para dar una vuelta por el hotel, me recuerda mucho a la tetería de Crevillente del Carmen del Campilllo.
Cruzamos el riachuelo, saltando de piedra en piedra, para acceder a la pared del Pilier de Couchant. Hay una cordada empezando a escalar.
Nos acercamos y preguntamos por la vía que están haciendo, el de primero es un chico, está muy arriba, casi llegando a la primera reunión. La chica, en inglés, nos responde que están en la clásica, por un momento dudamos y nos quedamos pasmados mirando un desplomado y gótico diedro a la derecha, no nos salen las cuentas y volvemos a preguntar, esta vez le grito al de arriba en espanglish preguntando si están en el Pilier de Couchand, él se asoma y con el dedo nos hace un gesto de OK.
Nos equipamos y preparamos cuerda, dejando un margen de tiempo para que suba la chica y salga el primero del siguiente largo antes de empezar nosotros a escalar, mientras hacemos sorteos de largos, le toca a José Manuel empezar.
Comienza José Manuel, con una trepada fácil, hasta quedarse bajo un desplome que precede a un diedro, sube por placa hasta llegar al inicio del desplome, aquí hay algún atisbo de fisura, ciega y de bordes pulidos, muy difícil y que requiere de un cerrojo “in extremis”, apoyado con algún canto plano y pies bastante malos, para alcanzar algo ligeramente mejor poco más arriba, son 2 pasos muy exigentes hasta llegar a una primera bandeja donde hay un clavo y se puede respirar de nuevo. Después sube un poco más de muro y se introduce en un diedro diagonal a derecha, bastante liso, y que requiere de pasos en x y algún otro cerrojo en la pulida fisura. Sale a un murete más fácil y a una buena repisa donde está la reunión.
Pasos largos con potentes
remadas, hasta alcanzar un punto donde el filo del diedro se hace romo y la
fisura se ciega, pasos con pies en adherencia sobre la placa de la derecha y
abrazado al filo romo y a otra fisura bastante más a la izquierda. Cuando llego
donde la fisura se ensancha, salgo a la izquierda por placa fisurada
desplomada, dejando el diedro- chimenea ya, a la derecha, después unos resaltes
de bloques por una canal del final del diedro hasta llegar a una especie de
cómodo nicho con una buena repisa.
Poco antes de llegar veo a la
chica, nos saludamos con un ¡hello!, me invita a subir indicándome que hay
sitio. Subo y cuando estoy en el nicho me pongo a balbucear en todos los
idiomas, ella habla inglés y polaco, son de Polonia, me dice muchas cosas y yo
a todo que yes y que güi, hasta que se ríe y ya me pongo más serio y empiezo a
montar la reunión, no se lo que me habrá dicho, pero se ríe mucho y es muy
simpática además de preciosa, le deseo un Happy climbing y se vuelve a reír,
parece una muñequita de porcelana, cuando se me pasa la tontuna le grito a
José: -¡reunión!, mientras, ella ya está subiendo y pronto la pierdo de vista.
5º largo, 5+, 35m.
6º largo, 5º, 25m.
Sigo yo, con ligera tendencia
a izquierda, tomando una serie de placas fisuradas con abundante canto,
confluyen en una fisura más recta y sigue alternando esta y los cantos de la
placa hasta salir a un pequeño saliente con una repisita donde está la reunión.
Me quedo dudando si seguir y
empalmar largo, este me ha sabido a poco, arriba veo a la chica acabando el
siguiente largo, ellos llevan cuerda de deportiva de 80m, ante la duda del roce
y longitud de empalmar largos, monto reunión.
7º largo, 6a, 45m.
Tras pasar el desplome, a la
derecha, está la reunión. Cuando llega José Manuel, vuelve a coincidir con el
chico, que se está preparando para salir. Aquí, José le vuelve a hacer unas
fotos.
8º y 9º largo, 6a+, 5+, 30 y
45 m.
Al principio el muro es fácil,
con algún puente de roca, roca muy adherente y compacta, aunque hay que evitar
algún bloque sospechoso, voy con ligera tendencia a la izquierda de un desplome
que se ve arriba en la salida. Llegando a este desplome final, por la
izquierda, hay aun algún paso bastante fino sobre una fisura que se ciega y
cantos muy planos y lisos, el tramo del desplome se pasa por la izquierda de
estos y es fácil.
Acabo en una buena repisa con
una reunión con bolts, pero me quedo sin cuerda, delante de la reunión sin
poder llegar, espero un poco que se mueva José Manuel, y en seguida lazo
parabolt y meto las cuerdas en la cesta. Mientras sube José Manuel, oigo a la
pareja que nos precedía, más arriba, sobre una corta trepada de bloques que nos
queda para salir de la pared.
Cuando sube José Manuel, sigue
por la trepada de 2º y pasa al otro lado de los bloques, aquí me recoge cuerda
y paso yo también. Recogemos material y cuerdas y vamos hacia el Sur siguiendo
los hitos que señalan el camino de descenso en dirección al barranco que
tenemos más allá a nuestra derecha.
Llegando al barranco oímos
voces, al mirar al frente, por el sendero en la otra ribera del barranco, vemos
a María y a Cosme que descienden hacia la carretera, los saludamos, aunque parece que no nos reconocen hasta que nos
encontramos con ellos, antes de empezar la parte más agreste del sendero de
descenso del barranco. Despues bajamos todos juntos entre risas y comentarios de las
vías que hemos realizado ambas cordadas.
La vía “Qui l’eût crue”, les
ha gustado mucho, a María le ha parecido orgásmica, ahí queda eso. A nosotros
la Pilier du Couchant también nos ha encantado, es bastante más dura de lo que
esperábamos, pero está prácticamente equipada.
Pongo algúno de sus cromos y las de llegada a la carretera con un espontáneo:
Al llegar abajo y al coche, lo primero, nos vamos al Dar Ayour a tomar algún aperitivo, y sin perder tiempo, bajamos a Tinghir a por la rueda y a cambiar la que llevamos como de repuesto.
Tras reponer la nueva rueda, y sustituirla por la ruinosa de repuesto, que volvemos a poner en su sitio, bajamos a Tinghir centro,
y vamos dando vueltas buscando un sitio donde comprar cerveza. Resulta infructuoso, en Rámadán está restringida su venta, aunque encontramos alguna pista de posible sitio donde comprar, pero se agrega un local, persiguiendonós insistente para que le acompañemos, y que no nos deja de pisar la sombra y
genera mal ambiente. Al final nos volvemos al hotel de Ibrahim para cenar, ya
que aquí se sirve el Dinêr a las 19:00.
Día 28 de marzo
Cosme y María deciden hacer la
Pilier du Couchant, se la hemos descrito y la hemos pintado tan buena que la
ven imprescindible.
Vamos juntos a pie de vías,
cuando llegamos hay una pareja en cordada, en la Pilier, los conocimos el día
anterior, nos dijeron que eran de Madrid y acababan de llegar y habían estado
haciendo deportiva ese día. cuando nos preguntaron por la vía del Pilier, les
dimos algunas indicaciones, hasta que nos dijeron que de grado iban sobrados, y
la conversación se enfrió bastante.
Cosme y María, en el primer largo del Pilier de Couchant:
1er largo, 4º, 60m.
2º largo, 6a+, 45m.
Subo un pequeño resalte de
placa vertical y sigo por la misma algo más tumbada, dejando un filo desplomado
a mi izquierda, hasta llegar bajo un negro y desplomado diedro, que más arriba,
confluye con la enorme chimenea que asciende hasta el final de la pared. Subo
por la parte derecha y me meto en el diedro dando varios pasos en el mismo, al
final desploma y la fisura se ciega antes de salir a lo que parece una repisa
bajo la gran chimenea, miro y veo brillar algún canto a mi izquierda, salgo del
diedro a la placa de mi izquierda, finos pasos de placa ligeramente desplomada
y luego una delicada travesía que me sitúa ya fuera del diedro, sobre la placa
cuarteada por fisuras, sigo hasta tomar una serie de viras y fisuras ascendentes
que me sitúan por terreno más fácil en la reunión. Aun estamos muy por debajo
del gran diedro de la Chibania, pero ya se puede ver lo amplio y vertical que
es.
3er largo, 6a, 45m.
4º largo, 6b+/c, 35m.
5º Largo, 6b+, 50m.
Sigue José Manuel, el primer seguro dista mucho y no se ve nada factible donde se pueda proteger para evitar un factor 2, además empezar parece bastante duro. Por si las moscas, levamos una caña, y animado por mí, José se chapa la primera desde la reunión. Después sale escalando y nos damos cuenta de que no es tan difícil como nos parecía. Realmente lo más dificil de este largo, viene a partir del 2º bolt, y hasta el 4º, entre ellos puede que haya 15 o 20 metros, y solo entran cosas nuy grandes, llevamos el 3 y el 4 de camalot.
José Manuel va superando este
tramo, como puede y llega bajo una zona de bloques suspendidos, aquí la
dificultad es bastante menor, pero aun queda algún paso de 6a+. Supera los
bloques más desplomados y en tramos diedros entre bloques se coloca sobre ellos,
poco más arriba encuentra la reunión.
Yo apuro al límite, medio
gusaneando, en X o directamente por la placa, acabo encadenando el largo, los
bloques finales impresionan mucho, hay pequeños techos a ambos lados y hay que
ir subiendo leyendo muy bien los movimientos para pasar de un lado a otro.
6º largo, 5+, 50m.
7º largo, 5+, 45m.
Subo yo después y sigo por la
última trepada fácil para pasar por encima de los bloques finales a terreno sin
exposición. Llegando arriba, aparece por debajo en la reunión que acabamos de
dejar, el chico de Madrid, que va de primero en su cordada, un largo por debajo
está su compañera, y otro largo más abajo están Cosme y María. Recogemos cuerda
y empezamos el descenso por el mismo sitio que ayer.
Cuando llegamos a la
carretera, nos encontramos con Fabiana (la saludo llamándola la chica del multipich, por que aun no sabía su nombre), acompañada de 2 ingleses, cruzamos unas
bromas internacionales y la invitamos a que vengan a tomar algo con nosotros,
pero no acceden.
Llegamos al Dar Ayour, recogemos el material en la mochila de ataque y dejamos fuera lo mas grande, como cascos, pies de gato, arneses y cuerdas. Mientras estamos recogiendo, José Manuel ve a Fabiana asomada en el extremo del angosto callejón por el que hemos accedido a la puerta del hotel, saluda y José le hace un gesto para que vengan. Al final subimos a la terraza y al poco aparece fabiana con un simpático inglés del que no recuerdo el nombre, puede que se llamara “Sam”.
Mientras tanto, José Manuel se ofrece a ayudar
para bajar un baúl, desde la terraza (3 plantas) hasta la
calle. Desaparece y me quedo con los nuevos amigos, aunque estos se sientan
aparte mientras yo fumo e intento contactar con Cosme.
Cuando vuelve José Manuel, sin
cortarse, se sienta con ellos y acabamos todos juntos. Se me ocurre contar un
chiste en universal y acabo teniendo bastante éxito, entre franciano,
espanglish y mimos parece que lo pillan y acabamos riéndonos mucho, y se genera
una animada y divertida conversación en la que “Sam” también cuenta algo
divertido que yo no entiendo, mientras tanto, Cosme responde y me indica que ya
están bajando, cuando llegan aun les da tiempo para tomar algo antes de
irnos al hotel de Ibrahim. También, nos han servido olivas verdes
picantes y negras, además una salsa de harissa, que pica como un demonio pero
es golosa.
Muy buenas escaladas para
nuestros grupos, la Chibania ya casi fuera de presupuesto, tirando de crédito,
débito, rédito, decrépito y dédito, hasta hacerme sangre en entre piel y uña.
Inmejorable el día.
Día 29 de marzo
La salsa harissa de ayer, ha
hecho efecto, y me ha renovado la piel del ano y quizás parte de tripa, tras
más de 10 minutos de ardiente evacuación, casi en trance espiritual, como si yo
mismo fuera un cohete a reacción, y sintiendo las fumarolas hirvientes en el
inodoro. Creo que he matado todo indicio de vida en mi intestino. Pero al final
ha pasado, y me he podido levantar, con sensación de renovación y caminando con
precaución para ir a desayunar.
Desayunamos como siempre, con
variado surtido de productos, incluido el amelou de cacahuetes y argán y otros
ingredientes, tortas, pan árabe, mermeladas, miel, …, hoy la idea es hacer actividad cardio.
Cosme y María, van a la pared del sector Jardín de té, para hacer una vía de 4 largos que no sé cual de ellas.
Mientras subimos con el coche,
vemos un grupo de murcianos, los conocemos por el emblema de trepaeros que
lleva alguno de ellos, les preguntamos por Pepe Seiquer que está por aquí, nos
dicen que está en la Mansour, en la vía “Berbertraum”, y que ellos van a la
arista Norte. Continuamos y corremos para ponernos delante, ya que son un grupo
de 5 o 6 personas y queremos ir rápido, supuestamente hoy sólo queremos hacer
cardio, ya nos duelen los hombros y los dedos de estos días pasados.
Los murcianos llegan mientras nos estamos encordando a pie de vía. Pero con buen humor, también nos dicen que mejor que salgamos delante, que ellos no tienen prisa y van varias cordadas.
1er largo, 5º, 60m.
Subo escopetado, pasando este
primer muro con varios pasos muy buenos y en general sobre roca compacta, me
salto la reunión mal ubicada y un tanto incómoda y subo hasta el siguiente
contrafuerte, monto usando un bolt y un friend.
2º largo, 4º, 60m.
Sigue José Manuel, en la misma
tónica que el anterior largo, los pasos de escalada sobre muro vertical son escasos,
casi todo es caminar entre o sobre bloques, subimos muy deprisa.
3er largo, 4º, 60m.
4º largo, 5º, 60m.
Mientras tanto, ya no vemos ni
oímos a los murcianos.
5º largo, 4+, 60m.
Cuando paro y monto la
siguiente reunión, al asomarme, como hemos empezado a girar siguiendo el filo
de la arista, vemos muy muy por debajo a la primera cordada que nos seguía,
están muy lejos.
6º largo, 4º, 65m.
Nos hacen una foto desde el sector del jardín de té:
7º largo, 4º, 60m.
Sigo yo, por la cresta ya,
tomando los últimos resaltes verticales que forman pequeñas agujas y crestas
entre ellas, apuro cuerdas y llego a una zona donde parece que tras un corto
resalte, acaba la escalada.
8º largo y ensamble final, 3º,
120m.
Hemos terminado en poco más de
2 horas. Nos hemos saltado casi todas las reuniones, apurando cuerda en todos
los largos, y en algunos de estos, con cortos ensambles, el final de la cresta
hemos ido en ensamble corto hasta el final de la pared. Llegamos al collado,
hacia arriba, continúa la ladera, a derecha una amplia y escarpada vaguada.
En este collado, hay que fijarse bien, hay hitos que indican el sendero y traza de descenso por esta amplia canal orientada casi al Norte. Desciende zigzagueando evitando los resaltes verticales, tomando viras con tendencia casi siempre hacia la izquierda mirando al valle. Mientras bajamos, vamos poniendo algún nuevo mojón y arreglando otros.
Vemos a las 2 cordadas murcianas en la arista Norte, los
más altos están por la mitad de la vía, les gritamos para llamar su atención
con un ¡atcho!, para indicarles el descenso al valle por donde estamos bajando
nosotros. En este descenso, también hay varios pequeños destrepes, el último de
ellos, a un barranco, es el más delicado por altura y calidad de roca, pero es
fácil, después, continúa por la empinada ladera zigzagueando hasta llegar a la
carretera tras alcanzar un buen sendero visible desde la mitad del descenso.
Llegamos abajo como si no hubiéramos escalado, son las 12:00 de medio día, vemos a Cosme y María, que están descendiendo en rapel por la pared que acaban de subir, aún les queda bastante para llegar al suelo.
Cromos de María y Cosme en el sector Jardín de té:
Esperamos un poco junto a la carretera, observando el conjunto. Se nos acerca una mujer Bereber con una niña, nos pide, les damos 2 crepés de chocolate y algún euro, la niña se come el crepé, muy contenta, están acampados en el valle más arriba, hemos visto las jaimas.
Tras
un breve rato, mientras terminan de rapelar nuestros compañeros, decidimos
hacer la vía del Diedro de la Aguille du Gué, que tanto nos ha reiterado Cosme
que abrió en los 80 y que tanto nos ha repetido de hacer.
Bajamos cargados de material y
cuerdas por la carretera, ante la curiosa mirada de la muchedumbre turista y
las bromas, preguntas y ofertas de los locales. Pasamos el río y nos acercamos
a pie de vía.
Vía: Polvo peligroso (Aguille du Gué), en la guía aparece como vía del Diedro, 6b+, 110m. (semi- equipada bolts) diedro final (6b+) limpio. 1ª por Cosme Almendros y Ángel, década de los 80.
1er largo, 5+, 50m.
Foto con José Manuel arriba y María empezando a escalar de 2ª, Cosme está arriba en la 1ª reunión de la "Defilé".
2º largo, 6a, 40m.
Sigo yo, saliendo por la derecha de los arbolitos, por placa compacta de buena roca y muy abrasiva, continúo por la placa en diagonal hasta ubicarme en la fisura, en la parte de arriba se planta y llega a desplomar ligeramente. Aquí se concentra la dificultad de este largo, pasos de bavaresa y después en X, para acabar en una zona desplomada con un fisurón a la izquierda que permite empotra pie y brazo, un pie se me cuela en la fisura y me quedo asido del filo, un sustín que me pone las pilas para el paso más vertical.
Salgo a otra plataforma, sobre
la que tengo a mi derecha la vía que están haciendo María y Cosme, y enfrente
un diedro de amplia fisura, desplomado desde el inicio hasta el final. Solo me
queda un friend que pueda meter en este tramo de 15 metros.
Se ha vuelto un viento fuerte
y apenas nos oímos José Manuel y yo. Me asomo para preguntar a José si es por
el diedro, por que a simple vista no parece 6a, como supuestamente indicaba el
croquis. Me confirma que por el diedro.
Continúo con idea de colocar
el nº 3 lo más alto posible para garantizarme que no aterrizaré en caso de
caída sobre los bloques de la repisa, para empezar ya lo veo muy duro, pero
localizo un agujerito en interior de la fisura donde meto un friend mediano, sigo dando pasos con empotramiento
de brazo y pies en adherencia, subo hasta la parte más desplomada y malamente
coloco el friend nº 3, de abajo oigo gritar a José Manuel y a Cosme - ¡por la
derecha, por la fisura no, por la placa de la derecha!,… se me va un pie y
quedo casi colgando del brazo empotrado, recoloco y grito para que me pille con
la cuerda, el viento impide que me oiga José, como puedo voy descendiendo en
taquicardia, estoy a 5 o 6 metros de los bloques, si caigo me rompo los pies y
puede que algo más, destrepo como una ardilla hasta que llego de nuevo a la
plataforma, me asomo y me pongo a gritar, que si no me has pillado, que si casi
me caigo, que me habías dicho por la fisura,… hasta que me desahogo y el viento
mitiga mi vocerío.
Monto reunión con friend y
lazando un bloque y espero que suba José Manuel, cuando llega le pido el friend
nº2 y le digo que me asegure, el me ve atacado, me dice que me calme y que si
eso, que salga con una cuerda por la derecha y después él recoge desde arriba los
friends que he dejado puestos en la fisura.
Le digo que no, que casi la
tenía, pero por el roce de cuerda, el viento y que no tenía más material para
proteger la salida me he bajado y que voy a darle otro pegue.
3er largo, 6b+/, 15m.
Sube después José Manuel, también le parece muy duro, posiblemente 6b+ o más. Sigue hacia arriba 10 m. por una fácil trepada de 3º hasta salir de la pared a zona sin exposición.
Nos vamos a nuestro hotel y en la terraza nos tomamos la primera, después la segunda mientras cenamos típicos tallines, con un especial de pincho de cordero que acompañamos con la última botella de vino que nos queda.
Aun recibe José Manuel un
WhatsApp de Fabiana, para ver si mañana escalamos, nos quedamos con ganas, pero
aun quedan muchas horas de regreso, y mañana hay que liquidar las tasas del
hotel, recoger equipaje y material, y empacarlo todo antes de salir.
Día 30 de marzo
Pagamos a Ibrahim nuestra
estancia y alimentación, que acaba saliéndonos más cara de lo previsto, según
el cambio de Ibrahim, aunque la verdad, es que sigue siendo muy barato y ha
sido muy hospitalario. Él, muy contento, nos invita a ver la cueva de Ali Baba,
una especie de bodega excavada donde amontona un sinfín de productos típicos:
alfombras, utensilios y menaje, armas blancas, orfebrería, fósiles y minerales,
decoración, …, y aun nos gastamos más de 2000 dirjans entre todos.
Recogemos equipaje del hotel,
ordenamos el material, cuerdas, cascos, pies de gato, …, empacamos todo como lo
habíamos traído. Cargamos el coche y pasadas las 11 de la mañana salimos camino
de Marrakech.
Largo trayecto, pero ahora de
día y sin niebla. Disfrutando de un paisaje con fondos de montañas nevadas y
grandes extensiones desérticas de guijarros, pasamos Ouarzazate. Subimos el
coll du Tichka, disfrutando de un paisaje similar al de sierra Nevada, con
numerosas montañas nevadas a nuestro alrededor, de más de 4000 metros de altura.
Paramos a comer en los puestos que vimos al pasar de noche, cuando reventamos
la rueda, hoy si, comemos tranquilos.
Entregamos el coche, todo ok,
todos contentos. Entramos en el aeropuerto, pasando los primeros controles. Facturando
equipaje, nos encontramos con grupos de españoles también de regreso, algunos
conocidos. Por fin tras los controles finales y una tediosa espera viendo
aviones ir y venir, embarcamos en nuestro avión, entre José Manuel en pasillo y
yo en ventanilla, tenemos a una villenera, que viene de tour por el desierto,
aunque me parece muy a la defensiva y apenas converso con ella.
Ha sido una maravilla de viaje, objetivos más que cumplidos y muchas risas compartidas. Un verdadero placer, amigos.
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