16 de enero de 2021
La Cima Senyera, Penya Roc,
Aitana
En principio habíamos quedado
para abrir vía nueva en el Castell de Bolulla, pero entre unas cosas y otras,
déficit de material de equipamiento y la seguridad de que en la zona observada
ya hay vías, nos decanta por ver la posibilidad del plan inicial del primer día
e ir a Ponoig. Nos consta que está confinado y que la ferrata está igualmente
restringida, pero no vemos motivo para no poder escalar, después de todo ni
siquiera pasamos por Polop. Pero al llegar al camino de acceso al aparcamiento
nos encontramos unas vallas de la policía local y decidimos cambiar planes.
Improvisando lo más cercano es Penya Roc, así que nos vamos allí.
Hacemos 2 cordadas compuestas por Miguel y Marta que van a la Nou de Octubre y Javi y yo en dudas (no por mi parte) entre el Espolón Rod y la Milana Bonita, esta última me consta que es bastante más picante que la primera, a si es que me sabe mal por Javi, que seguramente hubiera preferido esta última, pero acabamos en el Espolón Rod, con el pretexto que es mi primera en esta pared.
Vía Espolón Rod, 6b+, 300 m. Vía
de autoprotección con las reuniones equipadas con bolts y escasos seguros
fijos.
1ª ascensión por: Javier Martín,
J. Carlos Romero, Jesús Romero y José Anaya,
en noviembre de 1996
El acceso a la pared está muy
perdido, la maleza ha crecido y las zarzas nos laceran en la subida casi hasta pie
de vía. A la sombra hace bastante frio, aún podemos ver algo de hielo por el
sendero. A pares o nones, le toca a Javi comenzar.
1er largo, 6a, 55 m. Hay que buscar una flecha picada que queda oculta bajo las crecidas ramas de un lentisco, aunque es bastante evidente, a la izquierda de la chimenea del plantado espolón central de la Cima Senyera. Entre tramos de placa fisurada con abundantes y volanderos bloques, hierbas y arbustos, Javi se abre paso por la zona más evidente y limpia hasta una plataforma a la derecha sobre un pequeño arbolito. Después subo yo limpiando lo que puedo y tomando conciencia de una roca donde tendremos que tener cuidado con lo que tocamos y donde ponemos los pies, lo que me causa una cierta inseguridad e inquietud, que me duraría ya toda la vía.
2º largo, 6a, 30 m. todo roto. Sigo
recto hacia un cordino y mucho más arriba en un pequeño desplome un parabolt,
al principio por placa compacta que se va cuarteando dando paso a un tetris de
encajados bloques de diversos volúmenes y muy volanderos, que paso sin respirar
y sin tocar cual gato de peluche, hasta llegar a una cómoda reunión sobre un
enorme mojón de piedras sueltas apiladas bajo un muro desplomado. En este largo
Javi también va limpiando y quitando algún potencial proyectil que cuando cae,
hace retumbar el circo donde nos encontramos como si fueran truenos.
3er largo, 6b+ roto, 30 m. Continúa Javi hacia la izquierda, sobre unos bloques que se mueven al pisar y cogiendo cantos minados prestos a petar, encima hay que remar de alguno de ellos para levantarse en el desplome, por suerte son dos pasos y enseguida pasa a una buena placa más fácil, que en travesía diagonal hacia la izquierda nos conduce a la reunión, en pleno gran diedro. Cuando paso voy limpiando lo que puedo, tirando algún bolo de considerable tamaño y opto por dejar los cantos a los que me he tenido que coger para subir, con la sensación de que estoy dejando un petardo de feria, pero es que es lo que hay…
4º largo, 6a+, 30 m. Salgo de la
reunión hacia la derecha, limpiando agarres de matas de pinchos que voy podando
con la mano, hacia una fina placa donde espero que alguna púa de las que se han
clavado me sirvan para hacer tracción, un triste espit protege el apabullante
paso, pero voy descubriendo canto que me permite subir encima de la placa y
tomar un sistema de fisuras por cuarteados bloques y un pino que me sirve para
lazar un cordino, hasta que me planto en la reunión casi sobre la arista del
espolón.
5º largo, 3º, 30 m. Largo de
transición, casi caminando hasta el interior de una amplia canal muy herbosa,
para situarnos en el lado derecho de esta.
6º largo, 5+, 55 m. Continúo yo
por la zona central derecha más limpia, hacia un cordino y después navegando
entre bloques muy plantados llenos de vegetación en todo su contorno, hasta
situarme bajo una amplia fisura muy plantada, que supuestamente es por donde va
la vía, pero veo que es muy ancha y sólo llevo un friend grande, y me apabulla
el pensar en hacer todo este tramo con un solo seguro, así es que me paso la
fisura y enmarañándome entre los matojos accedo al interior del gran diedro,
que forma casi una chimenea, con tramos muy plantados y ligeros desplomes que
aún me acojonan más que la fisura off which que he eludido, pero ya no me queda
otra salida y con una continua monserga plañidera, voy subiendo poco a poco
hasta que el diedro se vuelve del todo impracticable por la abundante
vegetación y salgo hacia la derecha por una placa que pese a la primera
impresión es más fácil de lo que parece, hasta situarme en la reunión ya
cercana al filo del espolón. En conjunto paso mucho miedo, aunque sé que todo
es pura sicología y los seguros que he puesto en su mayoría están a cañón. Me
quedo con la impresión de haber hecho pasos de 6b, aunque es sólo eso,
impresión.
7º largo, 5+, 55 m. Continúa Javi
por el espolón, hasta que este se confunde con el muro bajo una gran sabina,
tras pasos finos y delicados sobre matojos cariñosos y bloques saltarines, Javi
desaparece en el interior de la sabina y al poco rato me indica reunión.
8º largo, 3º, 30 m. Sigo ya en
una fácil trepada entre los bloques de lapiaz cimeros hasta el punto más alto
de la aguja de la Cima Senyera.
Desde aquí. Podemos contemplar el
laberíntico conjunto de crestas, canales y agujas que forman este escarpado
macizo, comenzamos el descenso buscando rastros de pasos, ramas rotas, señales
que se vuelven equívocas y nos hacen dar algunas vueltas medio trepando para
arriba, para abajo, hasta llegar a una corta chimenea vertical que destrepamos
y nos deja en otra de las confusas viras, que rodeando otra aguja nos va
haciendo descender y situarnos en la parte Oeste hasta conseguir llegar a una
amplia canal de gradas que con pequeños destrepes nos dejan en por fin en el
suelo. Rodeamos las moles rocosas hacia el Sur y llegamos al flanco Sur de la
Cima Senyera, donde un muro lleno de rectilíneas y verticales fisuras, se
planta y forma el collado que separa esta mole de la Aguja del Pilar,
descendemos próximos a esta pared y buscando hacia la canal el rápel de 40 m.
que nos sitúa en la d pedrera de bajada al sendero.
En la bajada buscamos a Miguel y
Marta en el trazado de la Nou de Octubre en la pared de la Capella, yo veo 2
puntos característicos y hasta me parecen moverse, se lo indico a Javi y tras
muchas indicaciones y planimetría se los hago ver, aunque él no acaba de verlos
como a nuestros compañeros, insisto y hasta le indico que veo el tono azul de
uno de ellos, ya Javi casi convencido y con algún comentario sobre lo que les
queda, coge el móvil tras recibir un mensaje, lo lee y mirándome con cierta
ironía, me dice que nos están esperando en el coche, miro otra vez la pared, y
las sabinas vuelven a moverse sacándome la lengua, agacho la cabeza y lo achaco
a la edad, que le vamos a hacer…
Escalada de dificultad moderada
pero de carácter comprometido, y con numerosos pasos delicados. Ya me habían
dicho que aquí, no hay vías fáciles. No la recomiendo como toma de contacto con
el sector, pero mi más sincera admiración a los aperturistas de esta inaugural
vía.
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