15 enero, 2021

Castell de Bolulla - Vía Quiromancia , 7a, 190m.


16 de enero de 2021


Castell de Bolulla. 

En principio el plan es el Ponoig, pero hay dudas por la situación de confinamiento en Polop, y dado que al final se hace tarde, nos desplazamos a Bolulla para indagar en el barranco del Estret de les Penyes, con toma de contacto en la peña del Castell, con idea de escalar y ver otras posibilidades de apertura de vía. Una vez a pie de pared, estudiamos (yo con mucho recelo) las 2 líneas más conocidas de este plantado muro, La Quiromancia y el Diedro Expósito. Decidiendo acometer la primera, en 2 cordadas compuestas una por Marta y Javier y otra con Miguel y yo.

Vía Quiromancia, 7a/+, 190 m. Semi-equipada.
Aperturistas: Jota y Makoki en febrero/marzo de 2014


Parece que por aquí viene poca gente, el acceso está muy asalvajado y en muchas partes de las fisuras de la vía ha crecido una exuberante flora que le da un toque más silvestre a la escalada. Miramos los paños de roca y planificamos la posible apertura de algún nuevo itinerario, aunque durante el descenso comprobaríamos que la zona observada ya está abierta por Juan Carlos Guichot “Papila”.








1er largo, 6b crocanti gótico engargolado, 55 m. Comienza Marta en su cordada con Javi, a la izquierda de la pared por un destacado engendro deleznable de diedro-chimenea, donde la quiromancia consiste en leer, no las rayas de las manos, si no las rayas de los bloques y escombros que deberemos coger y pisar con cierta abducción y prestos a levitar sobre el polvo y tierra que se nos cuela hasta la ropa interior, lo que junto a la sensación de inminente derrumbe, nos hace proferir juramentos y comentarios más propios de rudos albañiles que de  deportistas. Al final de lo más ancho del diedro naranja desploma. Marta sale por la izquierda y rodeando unos grandes pianos, que con buen pulso y entonando una lúgubre cantinela, resuelve sin desafines ni desatinos, acabando con una finita travesía hacia la derecha, donde hay que seguir el compás sin apenas tocar las teclas de otros tantos voluminosos instrumentos en ciernes. Después sube Javi, tranquilo y sin decir nada, lo que me anima a no llorar mucho. Después voy yo de primero en la 2ª cordada, no puedo evitar corear a Marta, cual vaquero tirolés, sobre todo cuando empiezo a tocar cantos que expelen tierra, como si hubiera una rata escondida escarbando. Al final del diedro chimenea naranja, miro por donde ha pasado Marta y decido salir recto por el desplome e ir por la derecha, ya que los bloques son más pequeños y yo no tengo tanto ritmo, luego la fina travesía y Marta me recibe con una sonrisa, diciendo que he subido rápido…levitando pienso yo.





2º largo, 6c/+, 55 m. Javi ya ha salido cuando llego yo a la 1ª reunión, al poco le sigue Marta, que nada más salir, me comenta lo abrasivo de este paño de roca en una fina travesía inicial, (mejor, pienso yo, en el peor de los casos pegando la pancha me puedo quedar como un velcro). Sigue de primero Miguel, disfrutando y apretando en este excepcional largo de buena roca, con pasos muy técnicos de equilibrio plaquero. Después cierro yo el grupo disfrutando mucho de este largo y sosegándome en mi inquietud por el próximo.




3er largo, 7a (muy amable), 40 m. Llego a la reunión frito, me tomo un buen descanso y sin mucho ánimo de encadene, empiezo el largo, que poco a poco voy resolviendo, cogiendo alguna cinta en algún momento para pasar la cuerda y no ostiarme en el intento. Largo también de excelente roca y muy disfrutón. Al final del mismo voy con visión de túnel, no miro más que el próximo buen canto donde poder tomar aire, ya que voy en plan buzo tirando de apnea entre pasos, y así me paso le reunión, tras chapar uno de sus paraboles sin darme cuenta y me hago otro buen tramo de otros 10 m con algún pasete tonto. hasta llegar a una cornisa en travesía a la derecha donde sin apenas material puedo montar una reunión decente.



4º Largo, 6b/, 40 m. Marta y Javi, ya están rapelando cuando llega Miguel. Este medio largo que queda, sigue en travesía a la derecha, con un par de pasos muy finos, que Miguel resuelve sin problema, hasta llegar a un marcado y espléndido diedro terminal. Después de este, una corta zona fácil nos sitúa en la reunión y 1er rápel por la vía del diedro Expósito.

El descenso es con 3 rápeles. Después de hacer el primer rápel, me despisto un segundo, un descuido, un lapsus,…llámese error del carajo, y la cesta se me va de las manos, la veo caer y perderse en una manigua de tupidas zarzas. Me toca bajar con dinámico, y tras rizar unas nuevecitas cuerdas, se decide por unanimidad obligatoria, que Miguel me descienda. Me consuelo pensando que esta vía bien vale una cesta nueva, y el descenso humillante cual saco de patatas hasta el suelo en el 3er rápel. El disfrute ha sido total y la sensación que pondera sobre la vergüenza, y que me llevo a casa, es la de euforia y satisfacción.

Muy buena escalada, en una zona nueva para mí y con muy buen ambiente. Total ¡!!

La vía, pese a la banda sonora del primer largo, de efectos intimidatorios, es muy buena y para mi gusto es de 5 estrellas. Enhorabuena a los aperturistas !!

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