10 julio, 2021

Puig Campana, cara Oeste, Vía: La Cholita

10 de julio de 2021

Vía: La Cholita, 6b+/A2, 220m.
1er ascenso en octubre de 2005, por: Juan Agulló, Javier Palomares y Carlos Llorca


Llega el jueves y no tengo claro si podré escalar el sábado, el tiempo pasa largo entre escaladas, el trabajo me satura. Al final el viernes decido llamar a Elías a ver si podemos hacer algo. Le propongo una escalada insólita en la oeste del Campana, y Elías con mucho ánimo accede a la aventura infernal.
En principio la propuesta es hacer la parte baja de la Ros Gregori, La Cholita y continuar la parte más espectacular de la Ros Gregori hasta arriba. En estas fechas el calor es casi extremo y la combinación es de lo más enrevesado que podemos encontrar en esta laberíntica mole.
De momento madrugamos lo justo y a las 7:00 quedamos para tomar café en un bar de Finestrat, como quien no quiere la cosa, salimos para la pared y por el camino comentamos de empezar por otra que no conozcamos para llegar a la gran campa donde se inicia la La Cholita.


Nos decidimos por la Agulló-Penalva, y subimos en busca de su inicio por un marcado espolón. Para encontrarla, no tenemos que buscar mucho, algún cordino viejo y algún espit nos marcan los primeros pasos, pero nos hace dudar lo plantado de la primera sección e incluso el desplome de salida, para ser un 5º aparenta algo más.


1er largo, Agullo-Penalva, 6a, 60m. Empieza Elías, escalando por una placa fisurada sobre una oquedad en el lado derecho del filo de la marcada arista que se despega de este primer contrafuerte, para llegar al desplome ya hay que apretar, cacharreando hasta llegar a un borde que forma un corto diedro con un pequeño abombe donde hay un parabolt de 8mm, con unos pasos exigentes y físicos que nos colocan de nuevo sobre placa fisurada hasta llegar al mismo filo, por donde Elías continúa apurando cuerdas, sobre y entre bloques, con algún clavo de época, pasándose la 1ª reunión, donde la vía original gira en herbosa travesía a la izquierda. Elías llega casi hasta el final de la arista y cuando llego yo, recogemos cuerda, nos ponemos las zapatillas y continuamos trepando por los grandes bloques que rematan la arista hasta llegar a la campa.
Tras un laaaargo paseo por pedreras y bosquetes de carrascas, llegamos empapados y chorreando sudor al pie del inicio de La Cholita. La sensación rara de sudor frio pese a un calor moderado es común, y nos produce un agobiante bochorno, nos cuesta despegarnos la camiseta de la piel.
Esta Cholita, de evocación andina, es más una auténtica gárgola vestida a jirones de cochobamba heavy, gótica y con vibraciones de metal pesado, quena y zampoña, con trasfondos épicos de la mítica Cimeria y de la mismísima Tiahuanaco, justo al lado, poco más arriba, una sugestiva cueva debe ser la guarida de la Quimera o Quetzalcóatl, que no sea por imaginación...
El Inicio está a la izquierda de la estrecha angostura donde desagua la famosa canal Vietnam, y acaba en la cima de la Aguja Montesinos, recorriendo la impresionante arista SO de esta aguja, inicialmente por lo más desplomado sobre todo hasta algo más de la mitad. Al otro lado de la angostura del barranco, se yergue el no menos impresionante espolón de la Niño Bravo, y detrás de este angosto y vertical barranco, se alza imponente, el murallón más aislado de este dédalo de torres, crestas, agujas y farallones, entre bastiones y contrafuertes, por donde trazan sus recorridos finales la Ros-Gregori, la Pandemónium y la Matar o morir.
Miramos cómo está el tema de la siguiente sección, tras un rato mirando y buscando, vemos que es muy exigente, más de lo que muestra el croquis, y desploma... mucho, y entre seductores comentarios, tales como: -y que pocos seguros fijos..., o, -la roca está rara,... así hasta que con el susto se nos va pasando el bochorno dando paso a una sonrisita histérica disimulada con más comentarios de ánimos lucubrados tales cómo: -a lo mejor por ahí hay algo..., o, -se ve una grieta que aunque herbosa y rotica, parece que se puede meter algo..., en fin creo que no hacen falta más detalles para describir estos trances.




1er largo, La Cholita, 6b+/A2, 50m. Al final me decido, aunque no tengo claro cómo y si llegaré al primer clavo, situado a unos 8-10m. tras pasar una primera sección de roca pocha y pocas cosas evidentes donde proteger. Empiezo a escalar con remilgos y otras penas, buscando la forma de no romperme las piernas en caso de desliz con esta espantosa entrada, e instintivamente me voy yendo un poco por la derecha, cogiendo unos curiosos alveolos donde veo posibilidad de meter algún buen friend. De esta oquedad alveolada, busco indicios que me procuren una mínima garantía de protección antes de seguir, pero tras un rato de no ver nada, sigo el consejo de Elías que desde su perspectiva ve mejor la fisura superior, y tras dejar con muchísima pena el último friend a mi derecha inicio una travesía sin retorno hacia lo desconocido, donde además me quedaré sobre un domo inclinado y pulido y tendré que limpiar la hiedra que tapiza esta parte. Tras la fina travesía, me quedo en equilibrio, y limpiando y buscando, encuentro un buen emplazamiento para el totem negro, por arriba de este punto se intuye algún canto, tapado por la hierba y con aspecto dudoso. Al final, acero del totem y cojo el canto de arriba tras limpiarlo un poco, sin apenas pies y con estas manos, por no hablar de la sensación de verse colgado de un único friend a 5-6 metros del suelo, ya que los iniciales, ya no servirían para nada, me cuelgo del totem e inicio una primera e intensa sección de artificial, con pasos combinados en libre, y así, sin tregua asciendo con vista de túnel (fisura más bien), y a la vista de un viejo cordino arriba a la derecha me salto de primeras una travesía, tras llegar a este punto de la nada, me toca destrepar hasta el punto de inicio de la fina y sicológica travesía. Después continuo por una desplomada fisura que resuelvo en lento A2 y tras esta sección desplomada, continúo en libre entre abombes hasta la primera reunión, desde donde se aprecia bien el desplomaco donde nos hemos metido.
Sube Elías, disfrutando del vacío y de una laboriosa escalada, donde le toca sacar estribo y alternar pasos exigentes en libre con pedaleta no menos exigente.
En la reunión hacemos balance, nos quedan 2 litros de agua de 3 más las vituallas que trae Elías y que consumimos, mal pinta la cosa con este calor. pero vemos que es rapelable y decidimos hacer un largo más de momento.







2º largo, 6b, 30m. Tras evaluar el apabullante techo fisurado por donde continuar, Elías sale no más decidido que yo cuando he empezado. Llega al techo y una amplia fisura con un gran bloque a su derecha le obliga a encoger el ombligo y empotrarse en la fisura, semi-reptando y quitando grandes matas que descubren simpáticos seguros que le van animando, no sin renqueos, forcejeos y demás tácticas de integridad sicosomática. Tras estas tácticas y maniobras sobre el ambientazo de esta gran proa, llega a la reunión bajo un gran diedro de amplia y siniestra fisura. Subo yo, intentando imitar a mi compañero e incluso superarlo en estilo, empotrándome de lado en la fisura y gusaneando para salir del techo.


Tras bebernos otro litro de agua, evaluamos la proximidad del sol, la impresionante fisura del gran diedro, que forma un gran techo en el tercio inferior, la imposibilidad de protegerla, con el material que llevamos, sólo el 3 y 3,5 serían adecuados. La otra opción (la original), que asciende por la placa lisa de la izquierda, para tomar otro rectilíneo diedro, que se pierde a tramos quedando una fisura perfecta entre lisas placas hasta los primeros bloques que se intuyen arriba en la arista de esta impresionante aguja.


3er largo, 6b+/A2, 50m. Tras este rato de dudas, continúo yo por la placa, que a pocos metros además de vertical, está lisa y apenas hay donde cogerse y poner los pies. lazo un clavo y salgo ligeramente a izquierda, para llegar a un minúsculo puente de roca en una concha de roca, lazado con lo que antaño sería una cordonera, no veo nada mejor y por no perder tiempo gancheo sobre el agujerito. Aquí empiezo en artificial, siguiendo con un micro-empotrador y después sobre otra concha lateral lazo la cinta de la uña con dudas de que esta rompa con la mínima palanca, de aquí llego a un clavo del que me cuelgo y respiro, el pire ya era bastante serio tirando a severo. de este clavo salgo en libre para alcanzar un espit del que vuelvo a colgarme. Y desde este espit intento salir gancheando en lo poquito que hay, a la primera salta la uña y me refresco con la brisa de un corto vuelo sobre el espit, vuelvo a intentarlo varias veces, hasta que acerando traccionando de lado sobre la uña alcanzo unas gotas de agua y enseguida otros cantos mejores a la izquierda que me permiten alcanzar el diedro. Aquí empieza el tomate de verdad...
El diedro no es del todo continuo, quedando sesgado por pequeños desplomes que dan paso a lisas placas, aunque la fisura si, y bastante regular y rectilínea. A tramos (largos) las paredes de los lados, tanto en diedro como en placa son completamente lisas, donde los apoyos para pies brillan por su ausencia (nunca mejor dicho), para manos tenemos la propia fisura, donde podemos practicar off-wich con todo lo que podamos en un rango de 3 a 10cm.
Así, voy fisureando, con pasos en libre pero colgándome casi de cada friend, reutilizando algún friend que quito de abajo y pongo más arriba, en menoscabo de Elías que tendrá que estirarse mucho haciendo off-wich apurando el último peldaño del estribo o incluso un poco más para llegar al siguiente seguro, y es que la fisura es regular a tramos bastante largos. Sobre todo el lila, verde, rojo y naranja de Totem y el 0,75, 1 y 2 de BD, vendrán bien tenerlos repetidos o más bien reiterados. LO bueno es que entran a "cañón".
La sensación es total, esto en libre queda con un 7b entre interrogantes, los interrogantes deben ser en relación a si se tiene cojones a intentarlo. Este largo se hace interminable, el dolor de manos y sobre todo de pies, es insufrible de tanto empotrarlos retorciendo los dedos en la fisura.
Brutal, Javi Martín "Mercury", que lo hizo y liberó esta dura e imponente vía desde su inicio. Allá donde esté tu energía, que será eterna, evoco tu osadía y entereza y me alegro de haber tenido el honor de haberte conocido, enhorabuena Grande Mercury por todos tus logros. Se te echará de menos.
Llego a la reunión trepando entre grandes y dudosos bloques, ya tan exhausto que para no pensar, los evito dando un rodeo por la placa de la izquierda.
Sube Elías, al principio apenas lo oigo, el sol nos da de pleno, la sed acucia. A medio largo empiezo a oírlo, con exclamaciones de jodo y modo y fraseologismo interjectivo monotemático y centrado en la faena. Cuando llega a la reunión, nos bebemos el último litro de agua, a ratos sopla una brisa, pero cuando no, el ambiente es tórrido. Es bastante tarde y no hay mucho que evaluar, es evidente que La Cholita nos ha dado un buen meneo mientras el tiempo volaba, y no vemos viable continuar, decidimos bajarnos.
Montamos rapel de los parabolts de la reunión lazados con un cordino y maillones. En un rápel de 50m. llegamos a la 2ª reunión, y desde aquí, en otro rápel de casi 60m. totalmente volado, hasta el suelo de la campa.
Para terminar la jornada, cruzamos la campa en linea recta descendente, seguimos explorando y vamos a buscar los rápeles que descienden hacia las gradas de la Entorns, el primero desde un pino de 25m. por la Agulló-Penalva y el 2º rápel de 50m por otra vía relativamente nueva que recorre la canal por donde desagua esta parte de la campa, por lo que hay que llevar cuidado con la acumulación de piedras en los abundantes matorrales.
Acabamos la tarde en el bar cansados pero celebrando la intensa escalada, aunque no hemos salido por arriba, de acuerdo al plan original, muy contentos de la experiencia.
La vía es bastante exigente, y excepto el inicio del primer largo, el resto se protege bien. (recomiendo llevar repetidos los números citados además de juego normal de pequeños y medianos, empotradores y como mínimo 1 o 2 friends del 3 (incluso 3,5).
Aunque tiene escasas repeticiones es un recorrido de gran caché que podemos complementar (si procede) con la continuidad de cualquiera de las vías que acceden a esta aguja o a la brecha donde confluye la Entorns y variantes. Enhorabuena y mi más sincera admiración a este magnífico grupo de aperturistas. Titanes !!!

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