24 noviembre, 2018

Catalunya - Ponoig

Catalunya

24 noviembre de 2018 



1ª ascensión : Jordi Camprubi y Meno Gaiteleu en 1974
 
 


Una clásica de las primeras de esta vertiente del Ponoig, con mucho ambiente en sus largos centrales, de audaz trazado y que recorren el centro del muro, por su zona más fisurada y lógica.
Personalmente, es una vía que me gusta y que he repetido varias veces,  ideal para entrar en contacto con este muro.
Actualmente, restaurada y con todas sus reuniones con parabolts. Los largos 3 y 4,  originalmente recorrían la campa herbosa por su lado izquierdo, restándole continuidad y belleza a la escalada. Posteriormente se han derivado hacia la roca más limpia de la  izquierda, con respecto al trazado original, donde en algún paso podremos encontrar algún parabolt, común con la Puro Habano.

Tras quedar el Jueves con Juan Agustín, casi de forma accidental, hasta el último momento no tenía claro que ibamos a hacer, ni la vía, ni siquiera si al final vendríamos a Ponoig. Tras comentar varias posibles vías, una vez en la cafetería, reunidos con Albert y Carlos Llorca, la decisión es hacer la Cataluña. Albert retoma la tapia tras mucho tiempo y a nosotros nos viene bien como toma de contacto, también después de bastante tiempo sin venir por aquí.
El aparcamiento está abarrotado, parece una quedada ferrata. Hace un día estupendo, fresco pero agradable al sol. 
En unos minutos arreglamos el material y salimos para arriba. Formamos cordada Juan y yo y la otra cordada, Carlos y Albert.
Mi actitud un es poco distante en este grupo, con el que es la segunda vez que comparto cuerda, disfruto entre las bromas y comentarios que corparten entre ellos, denotando  las experiencias y tiempo que han pasado juntos. Mientras ascendemos casi en línea recta por tramos de sendero y vericuetos hasta pie de vía.
No llevamos cámaras, y las únicas fotos son cortesía de Carlos y Albert, que con el móvil, hicieron algunas.

1er largo, 35m. 5º. Comienza Juan, tomando una vira que asciende en diagonal hacia la derecha, tomando después, tras chapar un clavo relíctico, una fisura en una laja, que lo sitúa junto a unos cariñosos acebuches, que tras los apachuchones y las  leñosas caricias, te dejan pasar a la izquierda, a la reunión. Nos organizamos para no coincidir más de 2 personas en cada reunión. Detrás de mi, al poco tiempo, asciende Albert.

2º largo, 30m 5º. Sigo yo, entre fisuras que confluyen en el difuso final del diedro por donde continúa la Jordi, y del que pasamos hacia el filo de la izquierda, continuando por placa fácil, hasta una buena repisa, bajo un espolón que delimita con su canal derecha, la campa herbosa de todo este tramo. Sube Juan de segundo y al poco, detrás de él, sigue Carlos de primero en la 2ª cordada.

3er largo, 30m. 5º (un paso de 6a). Continúa Juan, tomando la placa del espolón y una fisura de la que sale  con tendencia a izquierda, entre espartos colmados de piedras, prestas a dar un susto al compañero de abajo, después un poco a la izquierda entre bloques, hasta el final del espolón. Luego un fino tramo de placa con un parabolt que la protege, común con la Puro Habano, y entre mas leñosos matojos, sale a una cómoda reunión bajo una compacta placa.

4º largo. 35m. 5+/6a. Sigo yo, tras mirar las opciones para continuar, dejo una linea de parabolts que parte un poco más a la izquierda por la placa, y elijo salir ligeramente a la derecha, hacia un oxidado y rajado clavo en el ojal, en un filo de un ligero abombe. Despues buscando lo más compacto y protegiendo el resto del largo, por placa y diedro, y preferentemente por las placas más compactas de la derecha, hasta llegar a una cómoda reunión, en una concavidad a la izquierda del poco definido contrafuerte grisaceo, que cruza en diagonal, el murallón rojizo del 2º tramo de pared.

5º largo, 25m. 6a+. Sigue Juan, hacia la derecha, por roca compacta agrisada y pródiga en dentadas y afiladas gotas de agua,   en travesia ascendente, que asegurada con clavos, se situa a la derecha, bajo un sistema de fisuras/diedro desplomados, donde está la volandera reunión, incómoda pero muy bien protegida con 3 parabolts. Largo muy bueno y disfrutón.

6º largo, 30m. 6b/A1 (7a+/b). Sigo yo, pasando a la derecha, en principio con "ganas de apretear", que se me volatilizan, al ver los dos primeros clavos de época, con esas decorativas anillitas de llavero. Con pasos en libre entre seguros, llego a un clavo nuevo del que  aun acero para alcanzar un parabolt, y del que salgo también acerando a tomar la fisura que me introduce en un amplio diedro oblícuo, donde meto algún seguro, hasta un clavo en la parte superior del diedro, por el que salimos, a una fina y compacta placa de gotas de agua, equipada con parabolts, y que con algún paso final, hacia la derecha, llegamos a la reunión. Muy buen largo, que se presta a apretar y disfrutar tanto en libre como en artificial.
Juan llega a la reunión con los gemelos doloridos, parece que la incómoda reunión le ha causado bastantes molestias. Me comenta de que siga yo para poder descansar en una buena postura a ver si se le va pasando el dolor.

7º (y 8º) largo, 25m. + 30m. 5º. Sigo yo, saliendo a la derecha y en seguida recto, sin llegar a meterme en la zona herbosa, y por placas fisuradas, hasta la siguiente reunión. Continuo bordeando por la base de otro plantado y desplomado muro, por una destacada fisura en diedro oblicuo muy meteorizada, hacia la izquierda, buscando la arista del contrafuerte. Casi en la misma arista, un parabolt situado encima de mi, me confunde y sigo por el, saliendo al filo de la arista y dejándome la cómoda reunión en una gran repisa a mi izquierda. El roce de cuerdas es mucho, destrepar o pasar a la reunión me parece muy engorroso, y sigo por el filo un poco crocanti, hasta que veo un puente de roca que refuerzo con empotrador y friend y monto una reunión improvisada, a escasos metros de otro puente de roca con un podrido cordino, cerca de la salida a la terraza superior.

8º(9º) largo, 15m. 4+. Continúa Juan, por el filo de la arista y tras pasar el puente de roca del cordino, evitando unos feos bloques por la derecha, para llegar entre matas y bloques, a la reunión, ya en la repisa que bordea la base de la parte superior de esta pared.


Al poco, llega Carlos por el diedro del 9º largo original de la Cataluña, y en seguida Albert. 
Recogemos entre bromas y tras alguna selfie, comenzamos a caminar buscando los pasos más evidentes para pasar hasta el lado derecho de la pared. Hasta llegar a un corto rápel, que hacemos, para no correr riesgos tontos. Después una corta y última trepada fácil ya con zapatillas, para cruzar la arista al lado derecho y fuera ya de la pared, para descender por la pedrera y tomar el sendero que nos conduce al rápel.

Via 5 estrellas. Muy recomendable.
Enhorabuena  a los aperturistas, que en aquellos tiempos, tan escasos de recursos materiales, trazaron este audaz itinerario.



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