Ponoig - Lomo del león
13 de octubre de 2018
Vía: Andrómeda 220m. 6c+/A0
1ª ascensión por: Emili Perales y
Manuel Bernabeu
Desde diciembre sin tocar la
tapia y tras un corto pero intenso mes de deportiva, intento colarme en alguna
cordada. Pienso en algunos de los más allegados, y se me ocurre contactar con
Alejandro Javaloyes, compañero de cordada en muchas ocasiones, junto con José
López, y que me consta que no han parado y son muchas las veces que me han
animado y recientemente, para escalar.
Casualidad de casualidades, el
tiempo está feo por Gredos y suspenden un viaje, quedando entre ellos para hacer algo por el
Ponoig, concretamente, la Andrómeda. De primeras me dice que me puedo unir al grupo, para
hacer 2 cordadas, Alejandro, José, Paco Bernal y yo. A mí se me pone cara de póker, es
una vía que quería hacer desde que hice la Aravela.
En el punto de encuentro, nos
vemos, después de un año, quizás más, la alegría es mutua y manifiesta,
hablando se nos pega el pan, hasta que decidimos salir.
Llegamos al aparcamiento del
Ponoig alrededor de las 9:00 y nos organizamos. Salimos escopetaos (sobre todo
yo, ansia viva de tapia), primero por sendero, hablando y bromeando, después,
tras tomar la iniciativa y pasarme a la delantera, campo a través, subiendo y
bajando, jadeando y lamentando no haber seguido a Pepe, al contrario, acaba él
y Paco, enmarronados siguiéndonos a Alejandro y a mí. Encima hoy, de momento, hace
mucho calor.
Un rápido reparto de largos, y yo
agraciado con los dos primeros, un lujo.
1er largo, 45 m. , 6b. Comienzo a
unos 15-20m. a la izquierda de la Aravela, unos expansivos y algún cordino más
arriba, indican el recorrido, por compacta placa gris con algún tramo vertical,
donde le añade al largo un poco más de intensidad, a lo ya de por sí, bastante
mantenido. Muy bueno y disfrutón. Prácticamente está equipado con clavos,
espits, algún parabolt y puentes de roca con cordino de época, aunque se presta
a meter seguros flotantes muy bien en los pasos con más aleje.
Sube después Alejandro en cordada conmigo y seguidamente,
Pepe, de primero, y en cordada con Paco.
Instante del volátil en el 2º largo , captado por Pepe. |
Paco hoy no se encuentra bien y tras hacer el 1er largo, decide bajarse, rapela y se lleva el material de la 2ª cordada. Pepe se una a la nuestra.
Mis compañeros empiezan la travesía disfrutando la placa gris, con un ambiente tapiero, el 1er paso apretaico lo disfrutan pero en el hojaldrillo deciden no erosionar más la roca y pasar volando de cinta en cinta.
3er largo, 27 m. ,6a+/A0. Continúa Alejandro, inicialmente por un abombado hojaldre donde para llegar al primer seguro requiere de una estatura telescópica o un buen invento como el que trae Pepe, para salir de situaciones de pánico. Después continúa por más y rico hojaldre donde tendrá que ubicar algún seguro flotante con algún pasete emocionante antes de llegar a la reunión. Esta sí que es cómoda.
Después vamos Pepe y yo, bordeando por la izquierda el gran y característico escudo que cuelga sobre el muro de gruyere rojizo.
4º largo, 23m. 6a. Sigo yo de primero, por error de Pepe, al insinuarmelo, me tomé su palabra y aunque intentó rectificar, yo ya me puse entre el corto pero imponente diedro y la reunión. Que egoísta. Lo siento Pepe, aunque Alejandro también hubiera querido tirarle de primero, la próxima vez intentaré contener mi ansia.
La verdad que el larguito, técnico al principio, es muy aéreo y satisfactorio.
5º largo, 37m. 5+. Sigue Pepe, comenzando por una fisura diedro y protegiendo algún paso con empotrador, ya en las placas comunes con la vía Aravela, hasta llegar a un tercer clavo, donde pasando una placa hacia la derecha, toma otro corto diedro rojizo con un cordino, hasta una vira más a la derecha, donde está la 5ª reunión. Largo fácil de la vía, pero también muy disfrutón.
Tras un breve escarceo, por unanimidad y sin apenas insinuación de mis compañeros, por si quería tirarle de primero al siguiente, me pongo en la línea de salida y le arrebato sin remordimientos este largo a Alejandro, no tengo remedio.
Ultimo desplome |
Pepe pisando la laja, yo no quise ni rozarla |
Comenzamos a subir tras recoger cuerdas y material, y después tras descender al collado, atajamos sin ganar ni perder apenas altura, hasta enlazar con el sendero de bajada a los rápeles de la cara Este del Ponoig.
En el aparcamiento, Paco nos
espera, un poco ya aburrido, tras haber dado un buen paseo recorriendo el
sendero-mirador del escarpado e impresionante conjunto de las moles del Ponoig.
Una escalada y una compañía 5
estrellas, ha sido un placer volver a trepar con vosotros.
Enhorabuena a los aperturistas.
A
ResponderEliminarDa gusto verte escalar despues de tanto tiempo,a mí me temblarian las piernas después de un año sin tocar tapia, y da gusto tambien aunque sea un caso raro y excepcional pillarte en pleno vuelo en una foto jajajajaja
ResponderEliminarGracias Pepe, ha sido un placer volver a escalar y compartir unas indispensables cervezas contigo, Alejandro y Paco.
ResponderEliminarEnhorabuena de nuevo Dani, tanto por la vía como el relato.
ResponderEliminarEspero y "desdespero" leer pronto el episodio de la vía de las Hadas en la misma pared junto con Poveda, Alejandro y el que subscribe...
JajaJa... gracias Cato, será un placer acompañaros en las Hadas, ves mirando una fecha.
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