La Graja, Jumilla, 05-08-2017
Via: Tsunami Rosa
(6b,6b,A0/6c,6c+) Abierta por Mateo López y Yoni Díaz
Salimos para la Graja,
Enrique y yo. El sol ya alto, promete calina y bochorno para todo el dia. Por el camino, controles en las salidas de
Pinoso, recaudación extra de fiestas. Menos de escalada, hablamos de todo. El
café me ha acelerado y saco a debate o más bien a monólogo (casi soló hablo yo,
mientras Enrique conduce), el Mundo y sus Demonios de Carl Sagan, la teoría de
la Biosfera de Dorion Sagan, y por extensión la mecánica cuántica y un sinfín
de temas transcendentales sin trascendencia alguna, que enmudecen y se disipan en el olvido de la nada, cuando
dirección a Fuente Álamo, giramos por el camino y aparece nuestro objetivo…,
para un optimista, una gran sonrisa que desgarra la monotonía de la sierra,
para un cansado con pocas horas de sueño, un gran bostezo de una vieja mellada,
para todos, la imponente y espectacular pared de la Graja.
Hoy en principio, el menú
se compone de 2 platos picantes, “Tsunami Rosa” y “¿Por qué no se muere la del
2º?”, esta última ya medio realizada por error en el 2016, al embarcarnos en el
2º largo, desde la vía “El abuelo Matías”.
Como el primer plato, con
sus entrantes y salientes, ya nos dejaría para la siesta, decidimos cambiar el
plan y tomar un postre “ligero”, ¿qué tal la Reina Castiza?, pues vale, pero
rapidito y a por el tanque!!.
Croquis de Enrique Ortiz.
Comenzamos buscando la
vía, y próximos a equivocarnos y meternos en otra vía bastante más dura, al
final nos situamos y empezamos.
El 1er largo, me toca a
mí, sin sorteo ni nada (estamos entre amigos y nunca peleamos), 6b de placa
típica y bien sazonada de musguete, a las finas hierbas, un plato fino con
diedro de guarnición, que para empezar, ya te hace babear de gusto.
El 2º largo, 6b, lo
acomete Enrique, seguimos con el musgete
sobre placa y como variante (el paso clave), un desplome de romos,
atlético, que ya se pone picante. Largo muy disfrutón también.
El 3er largo, Ae, (A0/6c
para mí), chorrea literalmente como caramelo que desborda la flanera, formando
una adosada estalactita de arena carbonatada que le confiere la solidez
adecuada para poder subir sin desmenuzar esta hojaldrada masa crujiente. El
ambieeeente es gótico, cúpula envolvente que nos escupe sin consideración, al vacío,
entre curiosos arbotantes, pilares y baquetones meteorizados que me hacen
vibrar con el recuerdo de viejos temas de Manowar, Kings of Metal, mas bien
Kongs in Rock (yo me entiendo).
Para empezar hay 3 spits,
hoy día un poco oxidados y precisamente en lo más crocante del pastel, testigos
presenciales de los güevos que le echaron los aperturistas. Con la “poca”
experiencia que tengo de las escaladas aquí, me parecen petardos fallucos a los
que les estoy arrimando el mechero, cuando me agarro y tiro de ellos, acerando
con suavidad. No explota ninguno, y respiro tranquilo cuando chapo el 1er
parabolt. Sigo en A0 y con pasos asiendo las nervaduras de los
extremos de la chorrera que me permiten progresar en libre algunos tramos, disfrutando de la
teoría de la gravedad, con sus consecuencias en los bíceps, y los efectos
secundarios en la euforia.
El 4º largo, 6c/+ duro de
cojones. Le tira Enrique, a la sombra de la última bóveda, plato degustación
con mucho chili, picante y explosivo, con la guinda de un chapaje en pleno paso
a bloque y condimentado con un posible pire, no muy largo, pero destructivo.
Estamos locos?, puede ser, pero no somos gilipollas, hay que cogerse a la chapa
como sea…perfila la salida, apenas a 20 metros, el sol, señalándonos impaciente,
la hora.
El parabolt que protege
el paso, queda en el interior de un desplome y el siguiente a 2,5 m. en la
placa, por encima, lo que nos obliga a subir sobre el filo del desplome, para
poder chapar y tirar en libre, la caída ahí, es muy expuesta por la parábola de
la cuerda y las morbosas gárgolas de afiladas fauces que esperan para detener
la caída. Para los bajitos, este parabolt de la cueva hubiera estado ideal en la
izquierda del filo de salida, o el siguiente, un palmo más abajo, para poder chapar,
asegurar el paso y apretar en libre sin jugártela.
Al final tras varios
intentos, y pensando en la familia y todo eso, Enrique se baja. Yo no me quiero
ir sin probar, ya que estamos… Le tiro y me quedo con la chapa en la nariz, un
pie en el aire, una mano que se me va y la otra buscando algo donde cogerme,
redios,… doy una reculada y me escondo asustado bajo el incómodo desplome 2,5
metros más abajo. Lo vuelvo a intentar a lo bruto, el hidráulico no me aguanta,
brutal de bestia. Busco la forma “artística”, haciendo contorsionismo y con protusión
espasmódica de algunas partes del cuerpo y… consigo chapar, ¡¡¡EPA!!!!, acero y
ya respiro, tranquilo, y con mis piernas intactas.
Después, la placa que sigue hasta la reunión, me vuelve a dejar sin aliento. Menudo largo, con lo cortito que parecía…
Después, la placa que sigue hasta la reunión, me vuelve a dejar sin aliento. Menudo largo, con lo cortito que parecía…
Vía ꙳꙳꙳꙳꙳
Arriba, un cambio de
impresiones, y como comentaba al inicio, desistimos de meternos en la vía “por
qué no se muere la del 2º”. Mientras bajamos, decidimos hacer algo más rápido y
asequible.
1er largo, 4+/5, común
con la Génesis, que empiezo yo y me permite relajarme subiendo y amodorrarme en
la reunión.
2º y 3er largo, 6a y 6b, que
le tocan a Enrique, y que empalmados, a nosotros nos sumaron 6b+ por su
continuidad y un paso muy duro y difícil de leer, llegando al final. Placa
preciosa que nos recuerdan ligeramente las placas cabeçonianas, aunque con más
salsa si cabe, rebañada en musgete esponjoso y con esos peculiares garbancitos
propios de la Graja.
3er y 4º largo, ya hay prisa, decido empalmar largos y sin haber grandes dificultades en la progresión, se me vuelven a templar los bíceps, los tríceps, los cuádriceps y las molicies, con gran roce de cuerdas, pese a saltarme muchas chapas, barrunto la sensación de un buey arando un reseco patatal, a casi de 40º de temperatura, viendo el reposo del fresco manantial, ya próximo. Incómoda reunión que me deja sentado, con los pies suspendidos, sobre el desplome de salida de la Génesis, tirando de unas cuerdas que más parecen maromas de un fondeado barco.
Vía ꙳꙳꙳꙳
Descendemos, con el sol, ya
festoneando la base y el contorno de la pared y resaltando su horadado y
abombado relieve versicolor.
Una fría cerveza nos
espera.
Buenos días, me encanta tu manera de narrar tus vivencias, te animo a seguir. Cómo comentario adicional, decirte que en el último largo de Tsunami Rosa, se le ha añadido una chapa más en el último largo a la salida del reposo activo, aún así cuesta chaparla pero te protege las tibias, ya sabes de lo que hablo. Un saludo
ResponderEliminarHola Bigwoli: Me alegra que te guste mi prosa, es otra manera de contar las vivencias del día, y es que tal cual lo cuento es como lo siento. Las vías son buenísimas, y me alegro de ese parabolt, más de alguno te lo agradecerá, Un saludo, y espero que nos veamos pronto porr la pared.
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