23 octubre, 2017

Sierra del Cid, Tetric y Terratremol

El Cid, cara sur

21 de octubre de 2017                                                                             

Esta montaña, tan emblemática y familiar para los nativos de la comarca, de escarpada y singular alineación en su conjunto, respecto al resto de formaciones de la zona interior del Prebético, límite geo-físico entre dos climas bien diferenciados, y que desde donde uno venga, o más bien regrese, siempre da su alegórica y reconfortante bienvenida, bien sea por el aspecto de gran sillar desde la vertiente norte, o con su sugerente perfil y mamella en la sureste, o los imponentes y dorados precipicios, de la Peña del Sol, en su vertiente sur, poco concurridos por los escaladores, quizás por su láaarga aproximación, o por su peculiar roca, con mucha fama de crocanti y delicada, el caso, es que en cuanto lo vemos aparecer, pensamos...ya estamos en casa.

Vías:

Tetric superior, 5+, 6b+, 6c, 6b+

Terratremol, 5+, 6a+, 6c, 6a+


La apertura de vía sobre su costrosa superficie, escasa en fisuras y estas, generalmente entre precarios bloques y/o lajas, resulta muy lenta y laboriosa, raro es el clavo que suena bien, y la autoprotección con material flotante es efímera. Quizás por lo expuesto, la mayoría de vías, están equipadas, prácticamente con parabolts.
Croquis retocado de la página http://juanmanuelmaestre.com/cid/cid.html

Croquis de Enrique Ortiz

TETRIC SUPERIOR

La escalada aquí, al primer instante, es o parece, repelente, inflige una carga sicológica extra, que deriva en dudosos movimientos camaleónicos, de lento progresar y tocando los cantos, haciéndolos sonar de vez en cuando, huecos sones que te advierten de que tienes que moverte con mucho tiento, y de que no debes tocar, nada más que lo imprescindible para progresar.


1er largo, 5+, 30 m. Comienza Enrique, en la tónica descrita, poniendo todos los sentidos en la tarea  y sin tirar nada.




2º largo, 6b+, 35 m. Sigo yo, y me sorprendo, pues este largo además de tener un paño bastante compacto y limpio, tiene una fisura, prácticamente ciega, pero con algún tramo útil, por donde se progresa con movimientos técnicos de continuidad.


3er largo, 6c, 30 m. Continúa Enrique, por una placa de sonoros planos encajados entre ellos, para llegar a un imponente desplome de mellada y roturada apariencia, con generosos cantos fracturados en casi todos sus ángulos, que imponen un subir medio levitando, en apnea y venteando si se tercia, para subir propulsado. Da un poco de yuyu, pero tras digerir el pánico, nos va concediendo una digestiva confianza.



4º largo, 6b+, 40 m. Sigo yo, por un diedro ciego, que tras quedarme como una mosca en un cristal, me toca recular y dejar a mi derecha, tirando por una compacta y ligeramente desplomada placa de la izquierda. Largo con mucho ambiente que nos deja en la cima de la pared.

Vía 5 *****, muy lograda y perfecta para quitarte el estrés.

Rapelamos por el rápel (45 m.) que hay en un borde del lado derecho (mirando la pared desde abajo) del gran diedro, luego andando hacia la izquierda de la pared unos 15 m. hacemos el 1er rápel (45 m.) de la Terratremol, hasta la 2ª reunión y desde esta el último rápel (55 m.) hasta el suelo. Y nos vamos a la siguiente:


TERRATREMOL

Cuando llevas un buen rato apretando aquí, empiezas a disfrutar de una técnica extensiva, sobre aplicación de cargas y esfuerzos, de ángulos de tracción, palanca y equilibrios mecánicos de la materia. Todo un campo de conocimiento, en este, nuestro Cid.


1er largo, 5+, 25 m. Subo yo, ligero ya, aunque cansado, y monto reunión casi volada.


2º largo, 6a+, 35 m. Reunión equipada con rápel. Sigue Enrique, por un paño bastante compacto, con una placa final muy buena.


3er largo, 6c, 45 m. Reunión equipada con rápel. Sigo yo por una placa de planos ensamblados al lado de un craquelado diedro-fisura, hasta la base de una podada sabina. Pasando esta por su izquierda y sobre una compacta y buenísima placa de movimientos atléticos y largos bloqueos, hasta llegar a la gran repisa del gran diedro.


4º largo, 6a+, 40 m. Sigue Enrique, hacia un desplomaco de buñuelos rebozados, hendido o separado por una  fisura-diedro de una mole de azucarillos apilados en desordenado equilibrio, subiendo "mírame y no me toques", hasta que la cosa se normaliza un poco, y pasando en travesía a la izquierda, tirando de palanca aplicada sobre unos engastados planos, hacia una compacta y excelente placa que brinda el último y apoteósico paso de salida.

Vía 5*****, muy lograda y con todas las características descritas del sector, Full equip, como dicen los que ven mucho la tele.

Buena mañana de escape sin salir de casa!!!





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