02 octubre, 2017

Crimen pasional, Masturbanda

La Graja – Jumilla   30 septiembre 2017

Vía: Crimen pasional, 6b+/c (A0/6a+), 6a+, 7a,  abierta por J.Fulgencio Melero, Francisco Cerdá y Guillermo Rubio

Vía: Masturbanda, 6b, 6c+, A1/6c(7a+/b), 6b, abierta por Josemi Díaz y Alex Puche


Este sábado, Enrique y yo decidimos despedirnos de la Graja (después del monográfico que llevamos este verano, que ya, nadie ni nos comenta o muestra interés, como mucho un: ah!! Si, la Graja, igual que la otra vez, ¿no? ). Para nosotros ha sido toda una experiencia en este singular y precioso rincón. Un llegar allí, saliendo del ajetreo cotidiano, del mundanal ruido, y estar, en la agradable sombra de esta espectacular pared, de sugestivas evocaciones antediluvianas, abrigo de ecos paleolíticos, de nutrida y agreste flora amparada por una meteorizada catedral gótica de arena carbonatada, generosa en gárgolas, arcos, arbotantes, pináculos, bóvedas y arquitrabes que se desparraman, chorreando desde la cima, en una armoniosa confusión de abigarrados colores y formas, masiva, imponente en sus  modestos 100 metros de altura, y tranquila, muy tranquila,  sonriendo  al bucólico paisaje, de viñedos asolados del altiplano murciano.
Es Enrique quien propone estas vías, yo no me veo para salir airoso de ellas, pero como despedida, vamos a “poner toda la carne, en el asador”.
Ascendemos por el sendero, el ambiente húmedo, la hierba y el suelo mojado de escarcha, nada que ver esta fresca mañana, con los secos calores de nuestras primeras visitas en julio. Nos detenemos de vez en cuando para rememorar otras vías y otras posibles y futuras aventuras, por las que vamos pasando de camino al 1er objetivo de hoy. En algunas de nuestras  pisadas al parar, observo como la huella se colmata de agua a los pocos segundos de haber levantado el pie. El musgo, hoy más jugoso que nunca, empapa al tacto y la sensación de resbalón inminente es constante y de tanto en tanto se confirma mientras caminamos sobre roca. Llegamos a pie de vía con los pantalones y el calzado mojados totalmente.


Croquis de las vías realizado por Enrique.


1ª Vía: Crimen Pasional




1er largo, 6b+/c (A0/6a+), comienza Enrique, a la presencia típica del musgo y el liquen de revoco de estas placas iniciales, hay que añadirle la humedad que lo satura todo. La sensación en los pies en este largo, en todo él, por extensión, es de resbalar en cualquier momento. Que sumado a los tramos en los que los apoyos son romos y mínimos, convierten la adherencia en derrape y en algunos pasos, los arqueos en los dedos son inevitables y brutales, después un desplome con cantos de salida embarrados, nos pone definitivamente las pilas y reposiciona las falanges de los dedos maltrechos en la placa. Pese al bio-plus y los esbarones consiguientes, el largo nos parece muy bonito y lo disfrutamos, pasando en libre el paso de A0 que marca el croquis. Buen comienzo.




2º largo, 6a+. Sigo yo, por una bonita travesía a la derecha, que inicialmente pasa por encima de un gran bloque intimidatorio, resquebrajado, apoyado por su peso, sobre otro similar, y sigue hasta poco más de una enorme laja sonora y amenazante, despegada y apoyada en una repisa inferior, por la que sin tirar mucho, subo y me paso a la placa de la derecha, por la que continúa, sobre regletas, hasta que empieza a perder verticalidad y sigue en travesía ascendente, hacia la izquierda.




3er largo, 7a. Sigue Enrique, pasando muy bien los primeros desplomes. Por experiencia previa en el lugar, nos esperamos el “paso” a bloque, en el 2º abombe, pero no, esta vía es diferente a las que llevamos por el momento aquí. El 7a es una secuencia de pasos “a posteriori” en una musgosa placa de adherencia, que no se sale como otros pasos de otras vías, de nuestras posibilidades. Largo que nos lleva hasta arriba, también muy disfrutón.
Vía muy buena, 5 *****


2ª Vía: Masturbanda






1er largo, 6B. Comienzo yo, desde una cornisa herbosa y empapada, para variar, sobre roca musgosa y no menos mojada. El miedo a caer se multiplica, un parabolt a 3 metros y el siguiente a 10, entre medio puedo poner un empotrador que entra muy bien, luego 2 parabolts más en pleno paso, donde unos dentados agujeros y pequeñas patatitas pegadas a la roca sirven para salir, entre bloques, a otra herbosa y mojada repisa, por si se me habían secado los gatos, no por fricción, sino por temperatura corporal.
Fuera del campo visual de Enrique, continúa después otra placa que tiene nada más empezar 1 parabolt, y en la que metí por encima otro empotrador chiquitín, hasta llegar a una laja, donde entra a cañón un friend camalot lila, y enseguida otro parabolt sin razón aparente de estar, hasta que 10 metros más arriba, aunque fácil, sin poder meter nada, le veo el sentido, subiendo entre repisas de romos ajardinados, hasta que llego a la reunión.
Después Enrique, como el que no quiere la cosa, me dice que el 1er empotrador había saltado, jeje, pero no pongas esa cara, que ya te habías chapado el siguiente parabolt. 50 metros de largo y 5 parabolts, menos mal que esta vez sí traíamos algún cacharro.
2º largo, 6c+(duro del copón). Inicialmente prueba Enrique, pero la fisura inicial acaba despellejándole los dedos hasta hacerle sangrar y desistir.


Bóveda gótico-grajera, en este caso, con expresión  sonriente y burlona como se puede ver, como diciendo: “pardillos…donde vaiiiiiisss!!”.
Sigo yo, fisura técnica de cerrojitos sadomasoquistas y contorsionismo espasmódico sobre arena esponjosa y crocanti, picante hojaldre que poco a poco va dejándose degustar, hasta que, en el final del desplome, cuando voy a por un canto en dinámico, se me va todo el canto del pie, proyectando 10kg de escombro para Enrique, que atento en ese momento, observa como pasa por su lado, mientras yo, me quedo como un mono y vuelvo a posicionarme, hago una bicicleta vuelvo a meter el pie para hacer el dinámico, y ¡¡¡epa!!! , se me vuelve a romper el apoyo del pie, me quedo otra vez colgando de los brazos, pero el hidráulico echa humo, me cuelgo de la cuerda y adiós encadene. Con lo bien que iba, che!!!!, empiezo a sospechar que la humedad del ambiente, fragiliza estos alveolos ya de por si delicados.



Frito o más, tras darme un reposo, continúo hasta situarme sobre un saliente, ya gris, donde me doy un aire, después voy remando por una placa blanquecina, hasta otra zona donde los alveolos, se me deshacen en la mano, proyectando otros tantos kilos de escombro sobre Enrique, yo grito, más que nada, por saber si todavía está asegurándome y no se ha ido a refugiarse, pero si, esquivando los meteoritos, ahí está, animando. Paso por la izquierda, reventados los bíceps, remando en las últimas, y arribo a la reunión, como un náufrago, rebozado en arena. Yo he hecho en deportiva y en tapia, algunos 7a bastante más fáciles que esto, vaya con el grado de la Graja. El largo es espectacular de todas formas.


Enrique saliendo del 6c+, foto de móvil, pues me falló la cámara en el 1er largo de la Crimen pasional y nos íbamos pasando la gopro. Cuando llega a la reunión, nos miramos, parecemos  albañiles en demolición, llenos de arena hasta los ojos y con los pantalones embarrados.


En la Reunión, Enrique me felicita por haber subido esto, pese al derribo, sin saber que yo, mientras subía, llevaba la cara de un ratón, buscando agujero para escapar del gato.




3er largo, A1/6c (¿7a+/b?), Sigo con ánimo y hasta con afán de darle a este supuesto 7a, un buen pegue, ja, ja, después del primer paso del desplome, ya no me vale nada, arena, romo, malo, rediós, o se han roto los cantos o esto es brutal+ y con caídas feas en diagonal, para quemarte vivo. Guarreando voy izándome cual saco patatero hasta la 3ª chapa del desplome, aquí, no hay excusa, la roca es gris y no se ve nada roto, sigo en libre, y ya el arranque me parece 7a, el resto de la placa sigue desplomando, pero va dando tregua hasta salir por la derecha a una oquedad disimulada entre gárgolas, bajo el contrafuerte del arquitrabe de la última bóveda. Esto es muy Heavy.




4º largo, 6b. Sigo por una placa muy buena, con pasitos finos de gotas, agradables después de lo pasado. Hasta llegar bajo el desplome. El siguiente parabolt, dista tras un bloque en travesía que corta la incertidumbre: que habrá?, será bueno?, se cortarán las cuerdas?, me romperé mucho?, si me caigo me estampo como un sello contra el filo de la cueva que he ido bordeando por la derecha,…, en fin, tribulaciones típicas en estos lares. No hay forma de reforzar el paso con algo, a no ser un clavo, (plano). Muy mal puesto ese parabolt, debería haber otro intermedio, o como mínimo estar más cerca, aunque no me pareció difícil llegar a él (6a/+), la caída en caso de fallo o desprendimiento es algo peor que mortal, y después del desmonte que llevábamos, como que no hace ninguna gracia.
Al final con tiento y probando bien los cantos, chapo, y continúo ya tranquilo, por una placa gris ligeramente desplomada, hasta la misma visera de salida.



Enrique saliendo del último largo, menudo tute nos hemos dado hoy, buena despedida de la Graja hasta el próximo año.
Vía con algunos tramos expuestos en el 1er largo  y en la travesía del 4º (recomendables bicoins medios-pequeños y algún micro-friend y equivalente camalot3 lila), muy exigente en el grado (que consideramos por debajo del real, como tantas otras vías que hemos hecho aquí, cuyos pasos casi siempre a bloque, podrían ser un plus más y en algún caso particular, 1 grado más o más). Pero esto, ya lo hemos aprendido, forma parte de la peculiar escalada en la Graja.
Vía: 4**** muy exigente.
Queda pues, la saga de las escaladas en la Graja de la temporada 2017, henchida de vías de las que hace unos años, ni soñábamos hacer. Vías equipadas en general con parabolts, unas mejor que otras, con más y menos alejes, con más y menos criterio. 14 vías, a razón de 2 cada 2 semanas en el mejor de los casos, que nos han hecho disfrutar mucho, especialmente la “Camino de Santiago”, “Itaka”, “Tsunami rosa”, “Peliciego”, “Terminator”, “Reina Castiza”, “Crimen Pasional”, “la coja, le preña y la que no sabe escalar”,…,etc.


Mi más sincera Admiración y Enhorabuena a todos los aperturistas, especialmente a Yoni Díaz y Josemí Díaz, omnipresentes en la mayoría de trazados, por las oníricas formaciones de esta pared. Un saludo a todos, ¡¡TITANES!!

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